Las mayorías absolutas no son cosas del pasado
Cómo han conseguido arrasar Vara, Page, Caballero o Guarido en plena fragmentación política.
Con la crisis del bipartidismo y la irrupción de los nuevos partidos se vaticinó que las mayorías absolutas habían muerto. Se abría un nuevo ciclo llamado a los pactos y al diálogo a todos los partidos. Pero, señores, cuatro años más tarde han vuelto a irrumpir y Galicia ya no es una rara avis como hasta el momento en el mapa autonómico.
El pasado domingo dos presidentes autonómicos lograban este sueño: Guillermo Fernández Vara, en Extremadura, y Emiliano García-Page, en Castilla-La Mancha. Y los dos, además, mejorando los resultados logrados hace cuatro años. El PSOE tiene en ellos a sus dos grandes bastiones electorales. Y otro dato: en 6.566 municipios de los 8.131 un partido ganó con mayoría absoluta.
Vara no es un neófito en esto de las mayorías absolutas, pero no la probaba desde hace doce años -la logró en 2007, aunque perdió luego ante José Antonio Monago en 2011-. Los socialistas ocuparán 34 de los 65 asientos de la Asamblea de Extremadura, al haber logrado el 46,7% de los votos el pasado 26. Esto supone que han aumentado incluso más de 8 puntos respecto a las generales, cuando en esta tierra el socialismo recabó un 38,08%. Unos datos que marean.
Y, además, en el PSOE extremeño están muy contentos por haber frenado a la extrema derecha: Vox no ha logrado representación en la Cámara. El socialismo de Vara conquistó también las tres principales ciudades en la autonomías saboreando otra mayoría absoluta: en el ayuntamiento de Mérida. Una clara convicción entre los socialistas de esa región es que el voto femenino ha sido muy importante en estos comicios.
El caso ‘Page’
En la vecina Castilla-La Mancha a Emiliano García-Page no le podrán toser mucho en las Cortes: 19 diputados de 33. Todo un salto, ya que hace cuatro años quedó como segunda fuerza por detrás del Partido Popular, aunque logró gobernar gracias a un pacto con Podemos. Y con una gran evolución al alza desde las elecciones generales del 28-A: del 32,37% a un 44,1%. Un aire de tiempos de José Bono vuelve a respirarse en esta autonomía.
¿Y cómo lo han logrado? Fuentes del PSOE de Castilla-La Mancha hacen este reflexión a El HuffPost: “Un relato creíble porque se ha acompañado de la acción de Gobierno durante cuatro años”. Y ponen énfasis en la defensa “contundente” de la región y un “perfil propio y destacado en los asuntos de política nacional”. Creen asimismo en la “marca Page”, por encima de la del PSOE, que también está claramente al alza.
La cifra ‘absoluta’: 6.566 municipios
De la urna autonómica a la local. En los ayuntamientos las mayorías absolutas no es que sean una realidad, sino que son, como su nombre, mayoría. De los 8,131 municipales, hay 6.566 en esta situación -según los datos del Ministerio del Interior-. Principalmente en los municipios más pequeños.
El PP es el que tiene más, hasta 2.563, un dato que han puesto de relieve durante estas horas en la calle Génova. El PSOE tiene 2.245, siguiéndoles a mucha distancia: Junts (305), ERC (257), PAR (123), Ciudadanos (115), Bildu (100), PNV (80), IU (40), Compromís (35).
¿Y Vox? Dominará a sus anchas con absoluta en cinco municipios: Hontecillas (Cuenca), Navares de las Cuevas (Segovia), Barruelo del Valle (Valladolid), Vita (Ávila) y Cardeñuela Riopico (Burgos) -el mayor de ellos apenas supera los cien habitantes-.
Y en este listado de campeones de campeones destaca un nombre: Abel Caballero. El alcalde de España se podría decir. Vigo es la ciudad más grande de España gobernada con una mayoría absoluta. Apabullante: 20 de los 27 concejales, cuarto mandato consecutivo y mejorando su resultado. El 67,6% de los vecinos metieron la papeleta del exministro de Transportes durante la época de Felipe González. En frente una oposición mínima: cuatro concejales del PP, dos de las ‘mareas’ y uno del BNG.
Estos datos lo colocan otra vez como claro favorito para reeditar su puesto como presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). ¿El secreto si se quieren fijar otros aspirantes? En la ciudad es muy valorado su trabajo de remodelación del casco viejo, que hace una década estaba prácticamente abandonado. Y ha puesto el “modelo Vigo” por delante de todo, incluso de las siglas del partido, haciéndolo transversal y rascando votantes hasta al Partido Popular.
Un estilo inconfundible, que hasta ha llenado las redes sociales. Todo, además, sazonado con una estrategia ‘antiFeijóo’ al acusar a la Xunta de no favorecer a la ciudad frente a Santiago o A Coruña. Eso sí, lo único que no consiguió ganar fue dentro de su partido, ya que apoyó hace dos años a Susana Díaz en las primarias frente a Pedro Sánchez.
La aldea gala zamorana y el tobogán de Estepona
Una mayoría absoluta también simbólica es la de Paco Guarido en Zamora, la única capital de provincias dominada por Izquierda Unida. 14 de 25 concejales en el Ayuntamiento, repitiendo victoria, y consolidándose en una ciudad de 61.000 habitantes que había estado dominada por la derecha durante décadas hasta 2015. Y el cóctel durante estos cuatro años ha funcionado por el actual regidor, alérgico a las corbatas: sanear las cuentas, eliminar la deuda, tener superávit, bajar el IBI e invertir en aceras, asfaltos y parques. El conserje comunista de 60 años tenía claro para el éxito que nunca debía prometer lo que no pudiera hacer y que tenía que tener los pies en el suelo.
Y, entre los grandes municipios, hay otro gran ganador del que presumen los ‘populares’: José María García Urbano (Estepona, Málaga). El alcalde del ‘tobogán’ ha sido el más votado en España en un municipio mayor de 50.000 habitantes. Un resultado de vértigo: 17.083 papeletas, que se traducen en un 69,04% y 21 de los 25 concejales.
No era cosa solo de un tobogán: en el PP achacan los buenos resultados a la construcción del hospital -ahora lo tiene que dotar la Junta de Andalucía- y equipamientos como el auditorio, el estadio de atletismo, la remodelación del caso urbano, los parques ferial y botánico y el corredor litoral.
España, 2019. Las mayorías absolutas no son cosas del pasado.