May pide una extensión del Brexit hasta el 30 de junio
May negocia actualmente con el líder opositor laborista Jeremy Corbyn en busca de un consenso que saque al país del bloqueo
La primera ministra británica, Theresa May, ha escrito al presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, para solicitarle una prórroga del Brexit hasta el 30 de junio.
En la misiva, hecha pública este viernes, la premier pide una extensión del plazo de validez del Artículo 50 del Tratado de Lisboa -que establece un periodo de negociación de dos años sobre la retirada de un país comunitario- del 12 de abril al 30 de junio.
Esta salida estaba inicialmente prevista para el 29 de marzo de 2019, pero ante la imposibilidad de que el Parlamento británico aprobase el acuerdo que May alcanzó en noviembre con Bruselas, sus socios europeos le habían concedido un poco más de tiempo, hasta el 12 de abril, para hallar una solución.
Los 27 habían dejado claro que cualquier nueva prórroga obligaría a los británicos a participar en las elecciones al Parlamento Europeo, del 23 al 26 de mayo, para designar a sus nuevos eurodiputados casi tres años después del referéndum de 2016 en que 52% votó a favor del Brexit.
Pese a esto, May, que negocia actualmente con el líder opositor laborista Jeremy Corbyn en busca de un consenso que saque al país del bloqueo, propuso que la ampliación se “termine el 30 de junio de 2019”.
La idea en la mente de todos en Downing Street consiste en seguir intentando hallar una salida antes de la constitución de la nueva Eurocámara a principios de julio, y poder llevar a cabo la retirada “lo antes posible” sin agotar el nuevo plazo.
También Tusk, que el viernes debía someter su propuesta a los Estados miembros, parecía contemplar esta posibilidad al sugerir una extensión máxima de un año pero “flexible”.
La idea sería que Reino Unido logre aprobar próximamente el Tratado de Retirada negociado por May o cualquier otro acuerdo que logre una mayoría en la Cámara de los Comunes y evite al país salir de forma brutal, lo que tendría graves consecuencias económicas.
“La política del gobierno ha sido siempre y sigue siendo abandonar la Unión Europea de forma ordenada y sin retrasos innecesarios”, escribió May. “El gobierno piensa que salir con un acuerdo es el mejor resultado”, agregó.
La dirigente británica confía en que la perspectiva de permanecer aún muchos meses en la UE acabe por convencer a los diputados reacios a su texto.
La primera vez que el Parlamento rechazó su acuerdo, el 15 de enero, May perdió por 230 votos. La segunda, el 12 de marzo, redujo su desventaja a 149 y el pasado viernes fue derrotada por solo 58 votos.
Pero la líder conservadora, que llegó incluso a proponer su dimisión para obtener el apoyo de los más recalcitrantes euroescépticos dentro de su partido, se ha quedado sin argumentos para ganar respaldo entre los diputados conservadores rebeldes.
Por eso se decidió a tender la mano al opositor Partido Laborista, lo que provocó furiosas reacciones por parte de los más duros defensores del Brexit en el seno de su propia formación.