Máxima de Holanda, como Letizia, también tiene una joya que no se quita nunca

Desde que se lo vimos por primera vez el 24 de abril de 2019, la reina Letizia no se lo ha quitado. Nos referimos al anillo dorado de la firma Karem Hallam que sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía, le regalaron. Las niñas ahorraron su paga del domingo hasta reunir los 114 euros que costaba la pieza de plata bañada en oro —aunque también hay quien dice que fue un regalo del rey—.

Ese anillo se ha convertido en la joya fetiche de Letizia, seguramente por el valor sentimental que tiene para ella, y son contadas las ocasiones en las que se lo ha quitado. Eso sí, con los meses lo ha cambiado de dedo: primero lo llevaba en el anular y ahora lo luce en el índice de su mano izquierda.

Pero Letizia no es la única reina que tiene una joya preferida. Máxima de Holanda también luce en sus apariciones públicas una alhaja que se ha convertido en un adorno fijo de su muñeca.

Se trata de una pulsera, regalo de su 40º cumpleaños, de oro amarillo con grandes eslabones y grandes piedras de colores engarzadas, y que lleva grabados los nombres de sus hijas.

Desde entonces, pocas veces se ha separado de ella.

En abril de 2017. Durante una visita a un comedor social, la reina lucía su pulsera en la mano derecha, junto a otro brazalete.

En junio de 2018. Elegantemente vestida, Máxima llevaba la pulsera junto a otro de sus inseparables, un reloj Cartier.

En marzo de 2025. En una visita oficial a Breda (Holanda), Máxima combinó su abrigo rojo con unos enormes pendientes y su colorida pulsera.

En septiembre de 2020. Durante una visita de trabajo en Rotterdam, Máxima lució un vestido morado de Massimo Dutti y su muñeca aparecía adornada por la alhaja.

En marzo de 2021. Durante una visita al Teatro Nederland Dans de La Haya, Máxima añadió una nota de color a su total look en burdeos con su pulsera.