El partido de Macron no ficha a Valls, pero no presentará candidato en su circunscripción
Más de la mitad de los candidatos para legislativas vienen de la sociedad civil y el 50% son mujeres.
Se ha desvelado la primera de las grandes incógnitas sobre las decisiones del presidente electo de Francia, Emmanuel Macron. Este jueves su movimiento, La República en Marcha, ha revelado una primera lista de candidatos para las elecciones legislativas de junio que permitirá medir su capacidad de renovar y de consensuar. Más de la mitad de los nombres vienen de la sociedad civil, el 50% son mujeres... Y no, entre los elegidos no está el ex primer ministro Manuel Valls, porque "no cumple los criterios", pero ha optado por no presentar candidato propio en su circunscripción.
"No nombraremos al interesado pero tampoco nos opondremos con un candidato", ha explicado el secretario general de ¡En Marcha!, Richard Ferrand. En este sentido, el partido de Macron renuncia de antemano a la circunscripción de Essonne, entre otras razones para evitar "humillar" a Valls con un rechazo frontal.
El futuro de Valls era una de las grandes incógnitas de las listas que ha presentado ¡En Marcha! este jueves. En total, 428 aspirantes intentarán conseguir para Macron la mayoría parlamentaria, con edades comprendidas entre los 24 y los 72 años y repartidos a partes iguales entre mujeres y hombres. "El 52% proceden de la sociedad civil, lo que significa que jamás han desempeñado un mandato electivo", ha añadido Ferrand.
En lugar de una lista de 577 nombres inicialmente anunciada, el partido del nuevo presidente ha presentado 428 nombres de los que están "seguros", según ha explicado a la agencia AFP el presidente de la comisión de investidura de la organización, Jean-Paul Delevoye. Por su parte, Ferrand ha indicado que algunas de las candidaturas que faltan por adjudicar podrán ser atribuidas a diputados conservadores del partido Los Republicanos que han mostrado su intención de adherirse al proyecto presidencial.
La afluencia de candidaturas tras la victoria de Macron ha complicado la constitución de esta lista, que debe responder a la doble promesa de renovación y de respeto del pluralismo político. En concreto, Macron ha recibido la propuesta de 19.000 aspirantes para las 577 candidaturas al Parlamento, según los datos del partido.
Entre los fichajes figuran los nombres de 24 diputados actualmente en ejercicio, en aras de una confluencia que Macron ya deslizó durante la campaña. ¡En Marcha! sí había dejado claro, no obstante, que quienes quisiesen sumarse a este movimiento deberían renunciar antes a otras formaciones.
Ferrand ha insistido en que el objetivo de ¡En Marcha! es "la refundación de la vida política" y ha citado las elecciones parlamentarias como el "segundo acto" del proceso que comenzó con las presidenciales, vencidas por Macron el 7 de mayo. En este sentido, ha abogado por "la vuelta de los ciudadanos" al escenario político.
Para Francia esta es la primera escena del segundo acto político de la historia de este exministro de economía, que ocupará a partir de la próxima semana el palacio del Elíseo a los 39 años.
A derecha y a izquierda, en los partidos tradicionales, el desconcierto y la duda son palpables, entre tentación de alianza y búsqueda de revancha los días 11 y 18 de junio.
"El joven presidente y los viejos partidos", titulaba esta semana el diario regional La Voix du Nord, en forma de fábula, para resumir el choque entre dos mundos que se enfrentan desde el domingo.
Por un lado, el presidente electo de 39 años, sin vínculo partidista, sin experiencia electoral y sin partido estructurado, y por el otro, antiguas estructuras desorientadas y rechazadas por los votantes, pero que han forjado el paisaje político francés de estos últimos 40 años y que aún cuentan con fuertes vínculos locales.
La batalla de las legislativas aparece desde ahora como esencial para el quinquenato. 'Todo dependerá de las legislativas y de si Emmanuel Macron logra tener una mayoría coherente en la Asamblea Nacional, y esto no está absolutamente garantizado', ha señalado a AFP el politólogo Luc Rouban.
En el Partido Socialista (PS), cuyo candidato Benoit Hamon ha obtenido apenas 6,3% de los votos en la elección presidencial, existe un riesgo de implosión.
Muchos dirigentes y diputados de orientación social-liberal están tentados de sumarse al partido de Emmanuel Macron.
Entre ellos, el exprimer ministro Manuel Valls, que esta semana provocó estupor en las filas de su formación al afirmar que quería inscribirse en el movimiento para ser 'candidato de la mayoría presidencial'. Para él "este partido socialista está muerto".
Incluso antes de la primera vuelta de las elecciones presidenciales, Valls pidió el voto por Macron, traicionando su compromiso público ante millones de telespectadores de apoyar al candidato que triunfara en las primarias socialistas.
A la derecha, el efecto Macron también provoca sacudidas. El secretario general adjunto del partido Los Republicanos (LR), Eric Ciotti, acusó al nuevo presidente de querer 'destruir' su partido, pero también el PS, tratando de captar algunos dirigentes y parlamentarios. "Ningún candidato de Los Republicanos a las legislativas ha cedido a estas indirectas", afirmó el jueves el secretario general del partido, Bernard Accoyer.
Sin embargo, entre bastidores, las conversaciones están en marcha entre el entorno de Macron y el ala más moderada de la derecha favorable a su victoria.
El nuevo presidente, deseoso de agrandar su base, quiere mandar una señal a su electorado al integrar en el gobierno a personalidades de la derecha. Y los nombres de algunos representantes de este campo, como el del alcalde de Le Havre (noroeste), Edouard Philippe, circulan como posibles opciones para tomar las riendas de su gobierno.
Mientras tanto, el partido LR aprobó, sin votación, su programa modificado para las legislativas, volviendo a algunas propuestas del proyecto de su candidato a las presidenciales, François Fillon. Una idea general: mejorar el poder adquisitivo de los franceses, proponiendo en particular una bajada de impuestos.
La extrema derecha, por su parte, que contaba con convertirse en 'el primer partido de la oposición' después de su resultado histórico en la segunda vuelta de las presidenciales, se ve debilitada por la decisión de su estrella en ascenso, Marion Maréchal-Le Pen, de retirarse de la vida política
La diputada de 27 años había expresado en múltiples ocasiones su deseo de preservar su vida familiar, de lanzarse al sector privado y su hastío de las complicadas relaciones con su tía, Marine Le Pen.