Desactivada la bomba de la Segunda Guerra Mundial hallada en Fráncfort
Tenía una carga explosiva que pesa por sí sola 1,4 toneladas, lo suficiente para devastar una manzana entera de edificios.
Los técnicos del Servicio de Artificieros alemán han logrado finalmente desactivar la bomba de gran tonelaje de la Segunda Guerra Mundial hallada durante una obra en Fráncfort y que ha obligado a evacuar a más de 60.000 personas y a movilizar a más de un millar de trabajadores de servicios de emergencias.
La operación comenzó con unas tres horas de retraso debido al rechazo al desalojo de algunos de los vecinos afectados que viven en un radio de 1,5 kilómetros de distancia de la bomba HC 4000 de 1,8 toneladas y que porta 1.300 kilogramos de explosivos. Una persona ha sido detenida tras negarse a abandonar la zona, informa la agencia alemana DPA.
La mayor evacuación registrada hasta la fecha fue la efectuada a finales de 2016 en Augsburgo, con cerca de 54.000 personas desalojadas. Los expertos creen que hay cerca de 250.000 bombas en Alemania lanzadas por los aliados durante la Segunda Guerra Mundial que por algún problema técnico no explotaron en su momento.
Durante el conflicto, británicos y estadounidenses lanzaron 1,5 millones de toneladas de bombas sobre Alemania y causaron 600.000 muertes. Se estima que el 15 por ciento de las bombas no explosionaron por problemas técnicos y algunas de ellas se incrustaron profundamente en el terreno.
Estos artefactos se encuentran, sobre todo, en la cuenca del Ruhr y la zona del Bajo Rin, pero también en grandes ciudades como Dresde, Hamburgo o Hanóver. Habitualmente se encuentran durante trabajos de construcción y al analizar imágenes aéreas históricas. Los expertos creen que se seguirán detectando artefactos explosivos sin detonar durante décadas.
La operación de evacuación ha comenzado hacia las 06.00 horas de la mañana, mientras que aquellos que no podían desplazarse solos, las personas mayores o con discapacidad, han sido trasladados los últimos, hacia el mediodía.
Claudia Schmitt, una empleada de un banco, de 61 años, ha querido ser previsora por si las labores de desminado se alargaban. "He cogido un libro, una autobiografía de Bruce Springsteen de 600 páginas", ha explicado. "Es bastante impresionante ver a todos esos policías en la calle", ha agregado.
La policía ha comenzado a desplegarse en la zona a partir del sábado como medida de precaución para evitar saqueos en las viviendas o tiendas evacuadas.
El domingo movilizó a varios cientos de agentes para asegurarse que toda la zona estuviese completamente evacuada a mitad de jornada.
David Hoffmann, de 29 años y vecino del barrio, no pudo esperar más y decidió hacer sus maletas para irse en coche.
"La información para los habitantes ha sido catastrófica, no he recibido ni el más mínimo folleto informativo", ha dicho. "He tomado lo estrictamente necesario, mis documentos y varios trastos por si tengo que pasar la noche en casa de amigos".
La operación de desminado propiamente dicha estaba prevista por la tarde. Los habitantes no podrán regresar a sus hogares hasta la noche. Varios refugios se han instalado en la ciudad para que puedan pasar la jornada.
La evacuación se ha realizado en un perímetro de 1,5 km alrededor del lugar donde fue hallada la bomba.
A causa de los intensos bombardeos de la Segunda Guerra Mundial, los servicios de desminado se ven obligados a desactivar regularmente en Alemania bombas y obuses de la época, por lo general descubiertos en obras de construcción o en bosques, campos cultivados o incluso jardines.
El sábado, en vísperas de la operación de Fráncfort, unas 21.000 personas fueron evacuadas en Coblenza (oeste), para poder desactivar una bomba de 500 kilos que también databa de la Segunda Guerra Mundial.