Marta Ribera: "Por mucho que Antonio Banderas sea un actor de Hollywood es sencillo, humano y muy cercano"
La actriz, gran figura del teatro musical en España, habla sobre 'Company', sobre cómo es trabajar con el actor y su hija Stella, el machismo en la profesión y hasta de Chanel.
Si has visto un musical es muy posible que hayas sido espectador de Marta Ribera (Girona,1971). Ha sido protagonista en innumerables producciones, desde Cabaret, hasta West Side Story, pasando por Grease, Chicago o Jekyll & Hyde. Ahora lo es en Company, junto a Antonio Banderas, en el Teatro del Soho de Málaga, musical que encara su recta final: echarán el telón el 3 de abril.
La intérprete, que también ha sido partenaire de Jorge Javier Vázquez en Grandes éxitos y ha aparecido en series como Un paso adelante, cuenta cómo es trabajar codo con codo con el actor español más internacional e incluso con su hija, Stella Banderas, con qué papeles sueña y cómo ve a Chanel Terrero, actriz de musicales como ella, que representará a España en Eurovisión 2022.
¿Cómo describes a tu personaje en Company?
Es una mujer dura, cínica, con carácter, que pisa fuerte. Normalmente, cuando interpreto un personaje siempre intento que tenga los mismos matices que podemos tener nosotros, me gusta darle colores a los personajes. Eso de que vayas a ver una función y te quedes con ‘el bueno, el feo, la guapa, la princesa...’, que ya empieza desde pequeños, que ponen la bruja, la princesa... A mí todo eso siempre me ha resultado muy chocante. El personaje de Joanne puede parecer oscuro, negro, con carácter, la mala, pero Antonio ha querido darle ese punto que a mí me gusta que es la vulnerabilidad, que se vea que todos tenemos nuestras fragilidades y que nadie es muy bueno ni nadie es muy malo.
¿Cómo fue el casting? ¿Cómo lo recuerdas?
Después de un año de confinamiento estaba en Girona dando clases en una escuela, montando un espectáculo con unos compañeros, me llaman y me dicen si puedo presentarme. Me vine a Málaga, hice la prueba con Antonio y ahí empezó todo.
Creo que es de los mejores casting que he hecho en mi vida. Yo soy muy mala haciéndolos, soy una persona que no me gusta que me juzguen y no me gusta la competición en absoluto. Y el trato que tuve con Antonio fue todo lo contrario, fue una prueba con él cogiéndote de la mano y con un respeto... Me lo puso muy fácil.
Ese momento tiene que imponer mucho, ¿o no?
No sé qué decirte... Antonio tiene un valor para mí incalculable, es una estrella de Hollywood. En muchas entrevistas que he hecho a lo largo de mi carrera no sé por qué razón siempre he puesto de ejemplo a Antonio Banderas, no me preguntes por qué. Bueno, sí, la razón es que a mí me flipaba que un español de Málaga se fuera a Hollywood a triunfar y encima hiciera teatro musical en Broadway. Yo siempre lo ponía de ejemplo cuando decía que el género en España no está bien considerado, que era como menor. Antonio es una persona que se ha cuidado de formarse en las tres disciplinas que son necesarias para él. ¡Y luego me encuentro con Antonio en Málaga haciendo un casting encima del escenario de su propio teatro!
Pero siempre pienso que somos humanos todos y él ha demostrado más que nadie que por mucho que sea un actor de Hollywood y de Broadway es sencillo, humano y muy, muy, muy cercano. Eso no es algo por lo que le tengamos que faltar al respeto y saber muy bien con quién estamos trabajando: detrás de él está todo el trabajo y todos los conocimientos que tiene, de los que podemos aprender día a día.
Con la cercanía que me dio conectamos enseguida. Fue un lujo.
En Company el equipo directivo está liderado por mujeres, pero el nombre de una de ellas llama la atención por motivos obvios: Stella Banderas, que es segunda ayudante de dirección.
Stella estuvo allí durante la época de ensayos en septiembre-octubre y era como una de las manos derechas de Antonio. Porque claro, actuar y dirigir no es tarea fácil; Antonio aquí está dirigiendo, produciendo y actuando, la necesidad de tener unos ojos fuera es muy grande.
¿Qué tal ha ido ese tándem padre-hija?
Creo que muy bien porque puede haber otros ayudantes de dirección, pero Stella, al conocer mejor a su padre igual y lo que él quiere y le gusta igual ahí ha habido más entendimiento, tampoco puedo afirmarlo. Él contaba que el trabajo que hacía Stella mejor era cuando iban andando hacia casa y le contaba lo que había visto y le daba sus propuestas.
Acabáis de tener una función muy especial, solidaria...
Sí, el domingo hicimos una función solidaria en la que se recalcó que no solo los necesitados no solo son las personas que están sufriendo la guerra en Ucrania, sino mucha otra gente. Abres la puerta y te encuentras a gente necesitada debajo de tu casa y lo importante es no olvidar eso.
La última función será el 3 de abril e improrrogable, ¿qué viene después?
Posiblemente, gira por España, quizás Barcelona, quizás Madrid, pero para Antonio la última función de Company es aquí en Málaga. Va a ser muy emotivo.
¿Qué ha supuesto el Teatro del Soho para la ciudad?
A la vista está; gente de toda España que antes igual se iban a ver un musical a Londres y ahora vienen a Málaga a ver un espectáculo. Viene gente de la profesión y nos dice ‘No sabéis dónde estáis, es uno de los mejores musicales que hemos visto en nuestra vida y en España’. Lo que está haciendo Antonio aquí es maravilloso.
En el pasado trabajaste con Jorge Javier Vázquez en Grandes éxitos. ¿Crees que en su faceta teatral pesa la etiqueta de Sálvame?
Pesa muchísimo la etiqueta de Sálvame. Creo que es algo que él lucha todos los días encima del escenario para quitársela. Te aseguro yo que es una persona de las pocas que me he encontrado en esta profesión en la que puedo confiar, con la que puedo estar tranquila a su lado. Y como trabajador, encima del escenario, también al máximo. Ama a esta profesión, es una persona muy inteligente que ha visto teatro más que muchos de quienes lo critican. Apoyo totalmente a mi amigo Jorge Javier Vázquez.
Es la experiencia que tengo con él como persona, como artista y como productor. Respeta a la profesión como nadie y me ha respetado a mí encima del escenario como nadie. Que estés cantando y te esté dando tu sitio, ver que está respetando tu profesión y los años que llevo encima de un escenario, eso no lo hacen muchos de los que hablan.
Llevas muchos años sobre las tablas, ¿te has encontrado machismo en algún momento de tu carrera?
Sí, me he encontrado en mis propias carnes en situaciones machistas que no he explicado porque no venían al caso y que ya he borrado de mi cabeza. Igual son cicatrices que te quedan para toda la vida pero que bueno, las voy a llevar conmigo.
¿Son situaciones del pasado o más recientes? ¿Notas que se ha evolucionado?
Del pasado, del pasado lejano. ¿Se ha evolucionado? ¿Sabes qué pasa? Yo me he encontrado muy sola en situaciones muy difíciles, tanto por compañeras de trabajo como por compañeros, entonces me he creado un mundo conmigo misma. Soy una persona muy empática. Amo y adoro a todo el mundo por igual y creo que todos somos merecedores de la misma empatía, cariño y amor y tendríamos que trabajar más eso que no separarnos.
En tu curriculum figuran numerosos musicales, ¿hay alguno que te falte y que sueñes con participar en él o has cumplido todos los sueños?
Qué va, tengo muchos sueños por cumplir todavía. De hecho, tengo un mono de bailar increíble. Me da la vida bailar. Hay un número musical en Company en el principio del segundo acto que vamos, se me queda corto. A mis 50 años tengo una energía de 20. En lo que me ha ayudado Antonio es parar un poco y retener al caballo desbocado que soy.
Pero yo volvería a hacer Grease, Chicago, Cabaret... Volvería a hacer muchísimos personajes pero, ya que me lo preguntas y como sé cómo es la profesión, me pongo ya en personajes de más edad, como en Gypsy la madre; en Sunset Boulevard, Norma Desmond...
Esta losa, por así decirlo, de la edad, ¿pesa igual en la profesión en mujeres que en hombres o a ellos no se les penaliza tanto?
Yo creo que no se les penaliza tanto, porque bueno, la sociedad es así. Cuando tenía 28 o 29 años, hice un personaje que también me gustaría volver a hacer ahora con la edad que tengo que es la señora Johnstone en Hermanos de Sangre. Lo hice en el Teatro Lara en Madrid y era la suegra de Beatriz Luengo. ¡Yo tenía 29 años y hacía de señora mayor! Creo que he hecho de jovencita personajes de señora mayor que me vendrían bien ahora. Hay que mirárselo un poco, los directores y productores.
Está de plena actualidad Chanel Terrero, precisamente actriz de musicales, que representará a España en Eurovisión...
¡Maravillosa!
¿Cómo ves su candidatura, desde los ojos de una actriz de musicales?
Seguía Eurovisión cuando era pequeña, era una válvula de escape para muchos de los que en esa época nos queríamos dedicar al baile y al canto. Me aprendía todas las canciones, Paloma San Basilio, Betty Missiego... Ahora ya no lo sigo, mi hija sí me pone Måneskin y me gustan.
Hablando de Chanel, una anécdota. Hace muchos años, creo que cuando estaba haciendo Cabaret en el Nuevo Apolo de Barcelona me invitaron a ver un espectáculo en el Tívoli y en la salida una compañera me presentó a una niñita que quería conocerme. Esa niñita se llamaba Chanel Terrero. ”¡Ay, qué ilusión, yo quiero hacer como tú, me encantas...!”, con una energía desbordante. Me quedé ya siempre con esa niña, me la he ido encontrando pero nunca he trabajado con ella.
Puedo decir que es una trabajadora como nadie, con una energía, con una chispa... Y creo que para bailar encima del escenario de un teatro musical la formación es muy importante y esa niña lo pisa bailando con una técnica del ballet clásico que a veces se ha olvidado. Si tú te fijas en cómo pisa el suelo verás que ahí detrás hay unas clases de ballet clásico y eso es muy importante para hacer Chicago, Cats, Fiebre del sábado noche. Ella tiene la técnica y hay mucha falta de eso encima del teatro. Chanel se merece un sitio en esta profesión por el trabajo incansable que ha hecho. Se merece ser respetada por el trabajo que ha hecho y por el que hace.