Marruecos califica de "impacto insignificante" el cierre del gaseoducto con Argelia
Se trata de la primera reacción oficial de Rabat al corte que comienza este lunes.
La Oficina Nacional de Hidrocarburos de Marruecos y la Oficina Nacional de Electricidad y Agua Potable consideraron hoy que la decisión de Argelia de cerrar el Gasoducto Magreb-Europa (GME) no tendrá de inmediato más que “un impacto insignificante” sobre su sistema eléctrico nacional.
Es la primera reacción oficial de Marruecos sobre la decisión argelina de no renovar el contrato, que expira hoy, de este conducto que suministraba desde hace 25 años gas natural a España y Portugal a través del territorio marroquí.
“Dada la naturaleza de la vecindad de Marruecos, y en previsión de esta decisión se han hecho las gestiones necesarias para garantizar la continuidad del suministro eléctrico del país”, indicaron los dos organismos estatales, sin dar más detalles.
Las dos oficinas añadieron, en un escueto comunicado conjunto recogido por la agencia oficial MAP, que se están estudiando además otras “alternativas sostenibles” a medio y largo plazo.
El presidente argelino, Abdelmedjid Tebboune, confirmó este lunes el cierre del Gasoducto GME, pese a los esfuerzos de España en los últimos días para mantener en funcionamiento esta infraestructura estratégica.
Argelia aseguró que suministrará a España todo el gas natural pactado a través del gasoducto Medgaz (que conecta directamente Argelia con España) y complementar este suministro a través del gas natural licuado (GNL).
Una infraestructura clave en la región
Inaugurado en 1996 con el objetivo de desarrollar la integración económica en el Magreb, el gasoducto Magreb-Europa proveía a Marruecos de unos 50 a 200 millones de dólares -o de 43 a 173 millones de euros- al año por utilizar su territorio, según recoge el medio argelino Tout sur L’Algerie.
El tubo GME tenía una capacidad de suministro anual de más de 10.000 millones de metros cúbicos, de los cuales Marruecos cobraba una cuota variable de 600 millones de metros cúbicos además de un canon por los derechos de paso del tubo por su territorio.
Con el gas argelino, el país magrebí abastecía a las dos centrales de Tahaddart (en Tánger) y de Ain Beni Mathar (en la región oriental de Oujda), con los que produce el 12% de su electricidad.
El cierre del GME es una de las consecuencias de la actual tensión diplomática entre Marruecos y Argelia tras la ruptura de relaciones entre los dos países vecinos el pasado agosto, pero se produce también en plena crisis de precios en el mercado energético.