Fernando Grande-Marlaska ha sido el gran protagonista este miércoles de la sesión de control en el Congreso, después de que este lunes cesara al coronel Diego Pérez de los Cobos como máximo jefe de la Guardia Civil en Madrid por “pérdida de confianza”, tras lo que dimitió el director adjunto operativo (DAO) de la Guardia Civil, el general Laurentino Ceña.
El ministro de Interior ha negado “injerencia alguna” y ha afirmado que no conoce el informe remitido por la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid a la juez que instruye el caso del 8-M, en el que se afirma que no se debería haber permitido ninguna manifestación desde el 5 de marzo.
“Yo ni conozco el informe ni me voy a dirigir a ese respecto, yo lo único que pido es realmente el cumplimiento de la ley, lo que pido a los funcionarios es neutralidad. He sido 30 años juez, por eso pido neutralidad al conjunto de los funcionarios públicos”, ha sostenido.
“Antes no llegaban los informes, porque se cambiaban las leyes para que los informes no se realizaran”, ha añadido, lo que ha puesto en pie a la bancada socialista.
Marlaska ha defendido además a su equipo, del que ha dicho que son “excelentes profesionales” después de que Macarena Olona, de Vox le dijera que “va a caer por sus subordinados”. Durante su intervención la diputada ha anunciado una querella contra el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez (número 2 de Interior) y la directora general de la Guardia Civil, María Gámez.