María Jesús Montero, en su salsa
La ministra de Hacienda, muy cómoda en la defensa de los Presupuestos ante una oposición con más críticas políticas que técnicas.
No suele ser habitual que un orador, al subir a la tribuna del Congreso de los Diputados, lo haga riéndose.
Pero la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, lo ha hecho este miércoles durante el debate de las enmiendas de totalidad a los Presupuestos aprobados por el Gobierno. Ha sido en su segunda réplica a la portavoz del PP, Cuca Gamarra.
″¿Le ha dolido la réplica, eh?”, ha espetado la ministra, levantando aplausos entre los suyos y una risa nerviosa en la dirigente del PP. Sí, había dolido.
Porque Montero se ha sentido muy cómoda durante prácticamente toda la sesión de este miércoles.
Frente al ataque político que ha sufrido, especialmente de Gamarra, la titular de Hacienda ha tirado de datos y de experiencia ante una contrincante menos ducha en esta materia.
Y eso se ha notado, pese a que Montero se lo advirtió a la portavoz del PP nada más arrancar la primera de sus réplicas. “No ha entrado al fondo”, le ha reprochado, recordándole que sólo había expresado “descalificaciones” contra ella.
En efecto, la portavoz del PP tiró de argumentario durante toda su intervención. Repitió lo que ya había dicho ante los periodistas y lo que su partido lleva días diciendo día sí y día también, que los Presupuestos Generales del Estado son en realidad “las hipotecas generales del Estado”.
“Ni responden a las necesidades de los hogares y las familias españolas ni a las del tejido empresarial de nuestro país. Y no alivian la situación de los autónomos. Son un salvavidas que pagaremos los españoles de hoy y las próximas generaciones. Compran su supervivencia con el dinero de todos”, ha llegado a decir Gamarra.
Pero pocos datos. Y mucha crítica. Como la acusación al Gobierno de subirse el sueldo y aumentar el gasto para altos cargos aprovechando el aumento de ingresos “en lugar de bajar impuestos o reducir el déficit”.
“Los ingresos extraordinarios desaparecerán”, ha dicho la portavoz popular en referencia a los ingresos por la inflación, “pero los gastos estructurales se quedarán”.
“Y tendremos que ser como siempre nosotros, el PP, los que resolvamos la crisis que ustedes están generando. Y lo volveremos a hacer”, ha vaticinado Gamarra.
“La economía va mal, la deuda va mal, la inflación va mal”, ha resumido la portavoz del PP, que ha reclamado al Gobierno que retire los Presupuestos y ha acabado dejando otro augurio: “Las cosas van a ir a peor”.
Ante el ataque de Gamarra, Montero ha respondido tirando de datos y poniendo sobre la mesa las contradicciones del PP en materia económica. Pero también de ironía política.
“Fíjese que estaba pensando que casi estoy echando de menos al señor Casado. Porque, aunque discrepábamos, era un buen contrincante. Una pena que le echaron cuando señaló la corrupción de su propio partido”, ha comenzado la ministra, poniendo nerviosa a la bancada popular. “Tranquilos, que acabamos de empezar”.
Después ha cargado contra lo que se debatía, la enmienda a la totalidad del PP, que según Montero es una muestra de “indolencia”, “impotencia” y de que el PP “ha perdido la brújula económica”. “Están desconcertados, hoy dicen una cosa y mañana dicen otra”.
Ha negado Montero la mayor del PP: “no es verdad que España vaya a entrar en recesión, no lo dice el Gobierno”. Confrontando también con las palabras de la presidenta de la Airef, que el martes habló de “recesión técnica”, la ministra de Hacienda ha contrapuesto los informes de otros organismos, como el FMI, que calcula que España crecerá más que la mayoría de las economías avanzadas.
“La Airef ha dicho que para un trimestre y en términos técnicos se pueda observar una recesión, y han dicho ustedes, ¡uh! ¡Me lo pido!”, ha ironizado Montero, quien, nadando en datos, ha ido desmontando una a una las afirmaciones de su interlocutora.
Con la inflación. “Somos el sexto país con la inflación más baja de la UE. Usted ha dicho que somos los últimos, señora Gamarra”.
Con el exceso de recaudación por la inflación. “Un ejemplo muy sencillo, el año pasado con una inflación del 3%, ¿recuerda cuánto subió la recaudación? Un 15%, ¿entonces?”.
Con el déficit. “Usted ha dicho que vamos a incrementar el déficit, ¿verdad? Bien, desde el 2020 hemos reducido el déficit a la mitad, del 10,1% al 6,9% del PIB. Es la mayor bajada de la serie histórica, sin contar ayuda financiera. ¿Saben cuántas veces cumplió el PP con el objetivo de déficit? Nunca”.
Con la deuda pública. “Hemos bajado la ratio de deuda pública mucho más que el PP en los últimos años. 3,6 puntos en 2018 y 2019. 1,5 puntos en 2016 y 2017. Es decir, el doble que el Gobierno de Rajoy. Tras la pandemia, la deuda bajó el año pasado 2,1 puntos. No subió respecto al 2020”.
Mientras Montero exhibía esta retahíla de datos, las cámaras captaban la colección de muecas de Gamarra, que trataba de responder desde su escaño a una ministra cada vez más en su salsa y que llegaba a responder a algunos de los diputados que le gritaban ”¡falso!” o ”¡Zapatero!” desde el escaño.
Montero también ha tenido tiempo para repasar las contradicciones del PP respecto a los impuestos —”¿están a favor o en contra de bajarlos? ¿En qué quedamos?”, ha preguntado— o sobre la excepción ibérica, recordando el balbuceo de Feijóo en Bruselas.
Lejos de entrar en harina económica, Gamarra ha regresado a la tribuna para reprochar la ausencia de Sánchez y de varios ministros en el debate; reprocharle a Montero, a la que ha tildado de “nefasta” ministra, que no se presentara a las elecciones andaluzas; y recordarle que formaba parte del Gobierno andaluz donde se gestó el ‘caso de los ERE’.
Después, visiblemente nerviosa —ha llegado a tutear a la ministra—, ha vuelto a insistir en lo que ya había planteado: reclamar al Gobierno la deflación del IRPF para ayudar así a las clases medias.
No ha proseguido la sesión complicándosele el asunto a la ministra. Más bien, al contrario.
Tras el ‘cara a cara’ con Gamarra, el debate ha continuado con la intervención del resto de grupos que han presentado enmiendas a la totalidad, empezando por la extrema derecha, cuyo portavoz, Iván Espinosa de los Monteros, ha llegado a sacar a ETA a pasear en un debate de Presupuestos. También ha intervenido la portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas, que se ha llenado la boca llamando “delincuentes” a los independentistas y criticando las “concesiones” del Gobierno en buena parte de su alocución.
También ha intervenido Junts. Su portavoz, Miriam Nogueras, ha reclamado al Ejecutivo que acabe con el delito de sedición porque es una cuestión, ha dicho de “democracia o no” y ha criticado la falta de ejecución presupuestaria en Cataluña.
“No quieren negociar con nosotros porque saben que no nos dejamos tomar el pelo, prefieren pactar con quienes les salen más barato”, ha dicho en un claro ataque a ERC. “Ni ustedes ni sus socios están haciendo absolutamente nada para corregir esta anomalía. Han anestesiado a un partido catalán, no al catalanismo”, ha agregado.
Ha dado tiempo para la intervención de varios grupos minoritarios que no han presentado enmiendas y que, aunque han dejado alguna crítica al Ejecutivo y a las cuentas, apenas han sido arañazos.
Es más, en algunas intervenciones, como la de Íñigo Errejón, de Más País, ha servido para cargar contra la posición del PP y la aseveración de su secretaria general de que sus políticas son “socialdemócratas”. “Imagínense el margen de mejora que hay si esta gente se llama socialdemócrata”, ha argumentado.
Más crítico ha sido el portavoz del BNG, Néstor Rego, que ha criticado la inversión en Defensa, llegando a hablar de “escalada belicista”.