María Dueñas: "Tenemos que alejar los prejuicios y acercarnos a los libros antes de descalificarlos"

María Dueñas: "Tenemos que alejar los prejuicios y acercarnos a los libros antes de descalificarlos"

Entrevista con la autora de 'Sira', la novela que recupera a la aplaudida protagonista de 'El tiempo entre costuras'.

La escritora María Dueñas presenta 'Sira'EDITORIAL PLANETA

La nueva historia de Sira Quiroga arranca en el momento en el que termina El tiempo entre costuras. La Primera Guerra Mundial ha finalizado y la joven modista ha cerrado el taller que le servía como camuflada base de espionaje para el servicio británico de inteligencia.

Sira y su recién estrenado marido, Marcus, aterrizan en Palestina, una Palestina convulsa bajo el mandato británico en el que la tensión entre árabes, judíos y británicos marca el día a día del lugar. En ese entorno ingrato y áspero discurre la primera parte de la novela, hasta que un dramático acontecimiento sacude la vida de la protagonista, recién convertida en madre.

De nuevo una desgracia vital reta a la osada costurera, y esta no parece ser la única adversidad que tenga que enfrentar en su nueva novela, Sira (Ed. Planeta).  “Pero el libro acaba bien”, asegura María Dueñas, la orgullosa autora de uno de los personajes más aclamados de la literatura española de los últimos años. “La novela es el camino que ella emprende hacia su propia reconstrucción. Logra reconstruirse anímicamente, emocionalmente y esperemos que emocionalmente también”, adelanta la escritora a El HuffPost.

Después de la vorágine que supuso El tiempo entre costuras habías dicho en alguna que ocasión que no volverías a escribir sobre Sira, que acabaste un poco saturada. ¿Por qué ahora sí? 

No creo haber dicho que jamás volvería a Sira, pero sí tenía claro que inmediatamente después no. Acabé saturada, en el buen sentido también: primero el libro en español, luego América Latina, después las traducciones y luego la serie. Fueron tres años en los que Sira y yo estuvimos juntas, con un grado de intensidad del que necesitaba salir un poco. Pensar en escribir otra vez de ella se me hacía bastante cuesta arriba. 

Después llegaron las otras novelas y a lo largo de ese tiempo no me paré a pensar en recuperarla. Es más, yo tenía otra novela en mente, que ya había empezado, pero decidí cambiar a partir de uno de mis últimos viajes a Tánger. De allí siempre vuelvo con la idea de que hay mil historias que contar. Así que decidí retomar aquel mundo y tuve claro que si lo hacía tenía que ser de la mano de Sira. Ha sido una alegría recuperarla.

¿Cómo es la Sira de esta nueva novela? ¿Sigue siendo la mujer valiente envuelta en sofisticación de El tiempo entre costuras?

No tanto, hasta se fuerza un poco por no serlo. El dramatismo de la situación que tiene que vivir le hace cambiar de posición en el mundo. Se vuelca en su hijo, abandona la vida social y se vuelve más pragmática y descreída. Se aparta del ruido de lo social hasta que empieza a colaborar otra vez con los servicios secretos británicos y después en otro tipo de misiones que le obligan a sofisticarse otra vez. Ha cambiado en ese sentido, se ha hecho más dura y más introvertida.

La primera novela fue un fenómeno editorial. ¿Y si Sira no tiene la misma acogida?

No sé qué va a pasar, pero tengo la confianza de que los lectores vuelvan a disfrutarla, vuelvan a encariñarse con el personaje, vuelvan a divertirse con sus aventuras y desventuras. No tengo la seguridad plena, pero confío en que sea así.  Yo he trabajado con la ilusión de no defraudar a los lectores e incluso de ganar nuevos, porque son dos novelas completamente independientes.

  María Dueñas en Madrid, uno de los escenarios de su última novela, 'Sira'.EDITORIAL PLANETA

Para aquellos detractores de las segundas partes, ¿qué argumentos tiene María Dueñas para convencerles?

Les pido un poco de confianza y que nos den una oportunidad a Sira y a mí. El refrán que dice que “segundas partes nunca fueron buenas” se incumple muchísimas veces. En literatura tenemos montones de ejemplos de sagas que han funcionado fantásticamente.

¿Y a los que etiquetan la novela como femenina?

Que se quiten la venda de los ojos y que se alejen de los prejuicios. Que se den una oportunidad. Tenemos que alejar los prejuicios y acercarnos a los libros antes de descalificarlos. Luego todos tenemos una opinión, que puede ser positiva o negativa, pero de entrada, poner ese freno y esa barrera es una lástima.

Cuando me encierro a escribir no pienso en una posible serie, ni siquiera pienso en los lectores

¿Estás un poco harta de que te pregunten por la adaptación a la televisión con cada novela que escribes? Porque imagino que esa no es la idea con la que nacen.

¡Noooo! Por la trayectoria que llevan mis novelas, es normal que me pregunten. El tiempo entre costuras funcionó muy bien, La templanza ha tenido unas críticas estupendas y Las hijas del capitán ya está en marcha. Lo normal será que Sira también llegue a la pantalla. Pero no tengo ninguna prisa. Ahora tiene que coger su vuelo como lo que es, como una novela.

Es verdad que cuando me encierro a escribir no pienso en serie y ni siquiera pienso ni en los lectores. Pero no lo digo despectivamente, en absoluto, para mí escribir es un acto íntimo en el que estamos el texto y yo, nada más, y no quiero influencias de ningún otro tipo. No me planteo “voy a poner este escenario porque aquí tengo muchos lectores o porque voy a vender muchos libros”. No quiero instrumentalizar nada de lo que yo quiero escribir.

No estoy en redes sociales si no tengo una promoción en marcha y hago todo lo que puedo por llevar una vida privada

Han pasado 12 años desde tu debut como escritora con  El tiempo entre costuras y el papel del escritor ha cambiado mucho en este tiempo. Ahora son ‘tendencia’ lo que podíamos denominar como “escritores transmedia”. ¿Cómo lleva esto María Dueñas? ¿Se ha adaptado bien?

Lo llevo bien en la medida que intento ser selectiva… Es verdad que nos requieren en todas partes y para opinar de todo. Yo intento obedecer a todo eso cuando estoy en la promoción de las novelas. Creo que está muy bien y es positivo acercarse a los lectores y a los medios.  Después me retiro porque, cuando estoy escribiendo, cuantas menos interrupciones mejor. Me intento blindar y refugiar todo lo que puedo. No estoy en redes sociales si no tengo una promoción en marcha y hago todo lo que puedo por llevar una vida privada, porque eso me permite escribir con más tranquilidad, que al final es lo que tengo que hacer, en vez de estar todo el día dejándome ver. 

El otro día escuché una frase con la que me identifico plenamente: “No es que me esconda, es que no me asomo”. Pues una cosa así me pasa: no me escondo, pero intento asomarme lo necesario.

¿Un escritor recibe con los brazos abiertos momentos como el que estamos viviendo? A ver, dentro de la gravedad, me refiero a si estas circunstancias son una fuente de inspiración.

Para mí, inspiración, no. A mí me ha venido muy bien la pandemia —y siento decirlo así porque nada ha venido bien— porque, por primera vez, he podido escribir meses enteros de manera sostenida y prolongada, sin interrupciones. Esto ha sido buenísimo. Por otro lado, al 100% o al 200% no hemos estado ninguno, porque estábamos preocupados por lo que ocurría alrededor, con la mente más dispersa y atentos a las noticias. Pero el simple hecho de no tener que parar en mitad de un capítulo para tener que ir a una feria o hacer un viaje, con el esfuerzo que luego supone retomarlo, me ha venido muy bien y la novela ha crecido más del tirón, de manera más fluida.

El peor de los escenarios que me puedo plantear es volver a la pandemia para escribir sobre ella

¿Hay historias de la pandemia que te inspiren una novela?

No, te confieso que no. Desde luego en mis planes no entra empezar a tratar nada que tenga que ver con la pandemia como asunto argumental. Ahora mismo, no me apetece nada en absoluto. Lo que quiero es que la pandemia acabe y se pase esto. El peor de los escenarios que me puedo plantear es volver a ella para escribir sobre ella.

A pesar de los pesares, no ha sido un año tan malo para el sector, que ha sido uno de los mejor parados . ¿Ha sido el momento de reencontrarnos con los libros?

Sí, sin duda. Hemos estado más tiempo en casa y esto nos ha dado más horas para leer como entretenimiento y evasión de la realidad, y nos ha ayudado a llevar el día a día cuando no podíamos salir. La literatura ha sido una gran compañía en estos momentos difíciles. Desde el punto de vista del sector, es una alegría, dentro de lo tremendo que está siendo todo para algunos sectores, que el sector editorial sea de los menos perjudicados. Han cerrado 2020 con buenos balances y 2021 va en la misma línea.

¿Cuántos libros se ha leído María Dueñas este año?

He leído muchos, pero casi todos relacionados con la novela. Algunos ensayos para documentarme, y otros de ficción pero que tienen que ver con momentos históricos, con personajes o con escenarios de la novela. He leído mucho y podía haber leído mucho más, pero soy también muy de ver series, algunas veces más de la cuenta —ríe—.

Estoy enganchada aún a Shtisel y, aunque ya la he terminado de ver, no paro de hablar de ella y de recomendarla. Tiene que ver con la novela porque transcurre en Jerusalén: los protagonistas son judíos ortodoxos de un barrio de la capital israelí. Es una serie fantástica y la he disfrutado como hace años no disfrutaba nada. Es totalmente auténtica y está hecha para el consumo televisivo de Israel, como Cuéntame para nosotros, aunque luego ha saltado a las plataformas. Es muy interesante. Ahora, está subtitulada pero no doblada, y se escucha en hebreo y yiddish. ¡La recomiendo de verdad!

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Mila Fernández es redactora de LIFE en 'El HuffPost' y editora de branded content. Antes, fue redactora de estilo de vida y gente en revistas femeninas —AR, LOVE y SMODA—, dirigió la revista Turismo Rural y trabajó delante del micro en Radio España. Puedes contactar con ella en mila.fernandez@huffpost.es