María del Monte: "Yo no he estado nunca en ningún armario"
La cantante ha confesado en 'Hora 25' que improvisó su discurso del Orgullo de Sevilla.
María del Monte lleva una semana recibiendo un aluvión de apoyos y agradecimientos tras el pregón que dio en el Orgullo de Sevilla, en el que hizo su primera referencia abierta a su condición sexual en 40 años de carrera. Este martes la artista ha insistido en Hora 25 de la Cadena SER en ella que está igual y que no se siente abrumada porque “afortunadamente, las cosas pasan”: “Voy a seguir teniendo mi vida y siendo celosa de mi vida”.
Como confesó a Aimar Bretos, no tenía planificado ese discurso: “He confiado siempre en mi instinto y es lo que hice”. Según la tonadillera, en el escenario la acompañaban un matrimonio con su hijo y el novio de éste, que “se dieron un piquito”. “El padre cogió a su hijo por el hombro. Yo en ese momento pensé ’Dios mío, ¿de verdad estamos aquí para que defiendan que su hijo pueda besar a quien le dé la gana? En ese momento, fui con todo”.
“Fui improvisando y veía esas caras como diciéndome ‘gracias por estar aquí’. A mí no me tiene que dar las gracias nadie”, continuó la cantante, que defendió que “en la vida hay que dejarse llevar por el corazón y las emociones”. “Yo quiero que las personas nos basemos en el amor, el respeto y en la libertad”, recalcó.
Preguntada por si le molesta la expresión ‘salir del armario’, fue rotunda: “Yo nunca he estado nunca en ningún armario. Habrá quien tenga polillas, pero yo no”.
“Si yo tuviese una profesión sin una proyección pública otro gallo hubiese cantado. Me he ocupado y me he preocupado de preservar siempre ese terreno, y voy a seguir haciéndolo”, argumentó para explicar por qué dijo que estaba protegiendo a su familia.
“Ahora están las cosas más calmadas pero ha habido momentos en los que ha habido tipos de prensa que iban con misiles”, recalcó.
La artista, a la que no le gusta la palabra tolerancia, sino respeto, reflexionó también sobre el término ‘orgullo’: “La palabra orgullo sale cuando alguien te hiere, te toca la moral. Te hieren el orgullo y tú sales a demostrarlo porque te han herido. No tendríamos que ir abriendo heridas por la vida”. Y para ella, su bandera, es la sonrisa.
En su opinión, no está en peligro el derecho a amar a quien se quiera: “Lo que tendríamos es que que unificarnos y alinearnos todos para intentar impedir que haya gente que quiera provocar guerras y mantenerlas. Pero ¿para quererse? ¡Qué atrocidad! ¿Para amarse?”.
″¿A estas alturas de la vida de verdad tenemos que pedir permiso para querernos? Es que suena a broma”, se preguntó en otro momento de la charla.
Para ella, sus referentes han sido su padre y su madre: “Me enseñaron la historia de amor más bonita jamás contada”. Como señaló, llevaron su orientación sexual “perfectamente” y “desde el amor, que es como hay que llevarlo”: “Yo no he estado escondida de nadie y nunca. Aunque sorprenda. ¿Por qué me voy a esconder?”.
“Creo que todo este camino tiene que llegar a su sitio, a que todos tengamos los mismos derechos [...] Hay una cosa tremenda, ¿por qué un chico o una chica se tiene que sentar con sus padres y decir ‘papá, mamá, soy homosexual’? ¿por qué hay que confesarse?”, lamentó.