Manuel J. Gazapo: "Quieren mandar un mensaje de miedo a los niños"

Manuel J. Gazapo: "Quieren mandar un mensaje de miedo a los niños"

7 preguntas y 7 respuestas al atentado de Manchester

HP

22 personas muertas y, al menos, otras 59 heridas es el balance provisional que deja el último atentado en suelo europeo. Esta vez, ha sido en Manchester. En esta ciudad del Reino Unido, miles de chavales asistían con sus padres a un concierto de su ídolo juvenil Ariana Grande la noche del lunes. Lo que, según dijo la primera ministra horas después, debía haber sido "una de las mejores noches de sus vidas" se convirtió en una carnicería cuando Salam Abedi, un chico de 22 años, explotó una bomba en el Manchester Arena al final de la actuación.

¿Por qué Abedi atentó contra esos adolescentes, muchos de ellos de su misma edad? Esta y otras preguntas del la masacre se las trasladamos a Manuel J. Gazapo, director fundador del Observatorio de Seguridad Nacional.

Es la primera vez que en Europa sufre un atentado con niños y adolescentes como objetivo. ¿Por qué los han elegido?

Lo que buscan los terroristas es causar un indudable impacto psicológico que quiebre la sensación de seguridad de ese grupo sensible y vulnerable como son los niños y sus padres. Han ido a atacar el elemento de la zona más blanda de la sociedad de Reino Unido como podía haber sido en Francia, España o cualquier otro país. Atentar en un concierto donde van niños es atacar el futuro de nuestras generaciones. Lo hacen para sembrar el miedo, la xenofobia, la discriminación, el miedo al otro y, en este caso, el otro es la comunidad musulmana.

La lucha antiyihadista de España es algo de lo que hay que sacar pecho

¿Qué mensaje pretenden mandar los terroristas?

¿Qué padre y qué hijo no va a tener miedo a partir de ahora? Les dicen: 'Estáis siguiendo a una cantante una chica joven de 23 años que reivindica el derecho a decidir, la inteligencia, la independencia, el apoyo a la causa LGTB'. Y todo eso es un referente para los chicos que estaban allí. Y es justo lo que condena el terrorismo yihadista. Quieren mandar un mensaje de miedo a los niños: 'Vamos a destruir todo aquello con lo que os sentís identificados'.

Atentar en un concierto donde van niños es atacar el futuro de nuestras generaciones.

¿Cree que va a calar?

Desgraciadamente, intuyo que sí. Ahora mismo no estamos planteando la lucha contra el terrorismo de manera adecuada ni a nivel gubernamental ni ciudadano. Es una autocrítica que tenemos que hacer porque todavía queda mucho para mejorar.

Después de los atentados de Niza hubo una fiebre de llenar la ciudad de bolardos. Esto evita un problema, sí, pero si nos quedamos ahí no solucionamos nada. Es como si tuviéramos un listado de 10 tareas y hemos cumplido la primera: poner bolardos. Pero eso no evita que un terrorista se cuele entre los bolardos. Esto exige mucho más. Hay que hacer autocrítica de cómo estamos combatiendo al terrorismo.

Fuera, con contingentes militares. Una vez eliminemos a los combatientes de Daesh, hay que invertir en cooperación al desarrollo, cooperación económica y en políticas que eviten que esos países no se conviertan en caldos de cultivo, como ya hemos visto en Irak, por ejemplo. Y respecto a dentro, tenemos que mejorar mucho no sólo en seguridad, sino en prevención. Hay que tener una actitud proactiva: educación, integración y no favorecer la discriminación. Son cosas muy naif que quizá pertenecen más al ámbito social y que no llegamos a aplicar.

Siendo conscientes de que hay muchas cosas que se están haciendo bien, hay que tener claro que o hacemos tareas a largo plazo o el problema va a seguir estando ahí. Los gobiernos europeos no acaban de comprenderlo porque no da rédito político. Su vista está puesta en 4 u 8 años y yo hablo de políticas que quizá son a 15 años.

  5c8ad6a024000093024c8c3fGetty Images

¿Cómo lo está haciendo España en la lucha contra el yihadismo?

Desgraciadamente, hemos tenido una experiencia terrorista como ETA, que ha dado mucho conocimiento a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a los servicios de inteligencia. Y estamos teniendo en España una actitud proactiva que no está teniendo Europa. Eso permite algo fundamental: muchas detenciones que evitan atentados. El ejemplo español es algo de lo que hay que sacar pecho.

¿Significa eso que no nos van a atacar? No lo podemos asegurar porque todos los países europeos corren ese riesgo. Pero, si ocurriera, no podemos caer en el derrotismo. La prevención está siendo muy eficaz, aunque eso no significa que la alerta no sea alta. Se está haciendo muy buen trabajo. Si otros países europeos adoptaran esos mecanismos españoles, podrían mejorar.

¿Aprendimos del 11-M?

Mucho. Fue un punto de inflexión. Nos puso las pilas en este tema. Llevamos 16 años trabajando día a día en la prevención del terrorismo yihadista. Tenemos una ventaja, como el que estudia unas oposiciones con 16 años de adelanto. Llevamos gran parte del temario aprendido y eso permite evitar atentados en suelo español.

El discurso de los partidos de extrema derecha también ayuda a ganar adeptos al yihadismo

¿Estos atentados son propaganda para buscar nuevos adeptos?

Totalmente. La idea de atacar a un sector vulnerable, en este caso, niños en un concierto siembra una desconfianza que deriva en un temor de la comunidad musulmana. Si ésta se siente discriminada y se les considera potenciales terroristas. Muchos de esos jóvenes podrá ver que el estados británico o la UE en general los discrimina, lo cual a su vez les dará muchos motivos para comprar el mensaje yihadista. Es una pescadilla que se muerde la cola.

El discurso de los partidos de extrema derecha también ayuda a ganar adeptos al yihadismo. Y así lo dicen los propios terroristas en sus publicaciones. Nosotros tenemos contacto con chicos que se radicalizan al otro lado del Mediterráneo. Y muchos nos decían 'si sale Le Pen, gran parte de nuestra batalla está ya ganada'.

No tenemos que vivir con temor pero sí concienciados y preparados

¿Sufriremos más atentados yihadistas en Europa?

La mayoría de los expertos estamos de acuerdo en que la lacra del terrorismo yihadista la vamos a seguir sufriendo. Eso no significa que tengamos que vivir con temor pero sí concienciados y preparados.

¿Va a haber más atentados? Sí. Quien diga lo contrario intenta vender un mensaje tranquilizador que va a caer por su propio peso. Ahora, el hecho de que vayamos a sufrirlo no significa que caigamos en el derrotismo, el odio o el miedo. Al revés, hay que ser suficientemente inteligentes como para hacer justo lo que ellos no desean que suceda. Es un terrorismo low-cost. Es muy adaptativo. Según implementamos unas medias de seguridad, ellos se adaptan a esas medidas y buscan otras vulnerabilidades.

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