Manuel Gil revela cómo será la Feria del Libro de Madrid en la era de la covid-19, una burbuja en el Parque del Retiro
El director de la cita del libro más importante de España avanza el proyecto en esta videoentrevista.
Por Winston Manrique Sabogal
La Feria del Libro de Madrid de la era de la Covid-19 está casi lista: oscila entre una obra de ciencia ficción y de suspense pero muy realista. Un asomo a realidades mixtas.
Por primera vez en varias décadas el Parque de El Buen Retiro de Madrid no recibe estos días de junio la peregrinación de millares de lectores que acuden por sus cuatro puntos cardinales al encuentro editorial y literario, en el Paseo de Coches. Este 2020 lo harán en octubre, del 2 al 18, y se verán inmersos en un capítulo de una historia inédita: una feria en una especie de burbuja de seguridad sanitaria con la tercera parte de su longitud habitual y público con mascarilla, dos controles de acceso con toma de temperatura, dos personas cada diez metros cuadrados con mascarillas, libros pasados por rayos ultravioleta cada vez que alguien los toque, firmas de escritores con colas muy reguladas con la distancia de seguridad y algunas actividades digitales en un asomo al mundo dual, analógico y digital.
Es un reto organizativo, operativo, sanitario y económico convertido en un encaje de bolillos entre el mundo editorial, de la salud y ecológico por realizarse en el parque donde deben ser muy cuidadosos los controles de desinfección.
La feria del libro más importante de España enfrenta varios retos debido a su singularidad y señas de identidad: se celebra en un parque natural al aire libre, es un gran encuentro entre los lectores con sus autores en busca de firmas de libros que generan largas colas y el momento en que muchos lectores no habituales pasean por sus más de trescientas casetas y cogen los libros para mirarlos, preguntan y charlan con sus editores o libreros o escritores.
Es una feria de contacto físico, relaciones sociales y muy comercial. Manuel Gil Espín, director de la Feria, desvela en esta vídeoentrevista desde cómo se tomó la decisión de trasladarla a octubre, hasta los detalles de los preparativos para su realización física con algunos apuntes virtuales. Lo hace desde su casa en Madrid, una semana después de que la Feria presentara el cartel de su edición 79 diseñado por Nuria Riaza que ha tenido una gran acogida y que recuerda a todos que la Feria sigue viva y se prepara para no dejarse vencer por la pandemia.
Cartel de la Feria del Libro de Madrid 2020 diseñado por Nuria Riaza. /WMagazín
Manuel Gil Espín avanza cómo será esta edición para un mundo analógico y digital en la serie de entrevistas de WMagazín Reinvención virtual de las ferias y festivales del libro. En ella participan directores y responsables de los principales eventos alrededor del ecosistema del libro. Gil se suma a la participación que ya han tenido Sandra Pulido Urrea, directora de la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo); Oche Califa, director de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires; y Cristina Fuentes La Roche, directora internacional del Hay Festival y Elena Pasoli, directora de la Feria del Libro Infantil de Bolonia (la programación completa de esta serie la puedes ver al final de este videorrelato).
El proyecto de una feria segura se sigue afinando con las conversaciones entre los organizadores (librerías, editores, distribuidores, etc) y el Ayuntamiento de Madrid; entre otras cosas porque el presupuesto se eleva al tener que invertir en algo tan nuevo como el protocolo de seguridad sanitaria. Este 2020 la Feria del Libro de Madrid fue declarada de «especial significación y de interés general» por el pleno del Ayuntamiento. El principal objetivo es «preservar y garantizar la permanencia de la feria en el parque de El Retiro». La medida abre la posibilidad de incentivos fiscales para aliados estratégicos, patrocinios o publicidades especiales que se quieran vincular a la Feria.
El sector del libro está muy preocupado y esperanzado en la Feria porque suele ser un balón de oxígeno para las ventas sobre todo desde la crisis económica de 2008. Debido al confinamiento se habla de pérdidas millonarias para la industria del libro que pueden sobrepasar los mil millones de euros en este año, es decir, casi la mitad de la facturación respecto a 2019. Esto significa las dos terceras partes desde que empezó la crisis económica y reconversión del sector y que no se ha podido recuperar, pues sitúa al sector editorial español en cifras de los años noventa.
El siguiente es el modelo de Feria del Libro de Madrid en la era de la Covid-19, a 1 de junio de 2020, teniendo en cuenta que las recomendaciones y protocolos sanitarios pueden cambiar en cualquier momento dependiendo de la evolución del virus y los resultados científicos para controlarlo:
Manuel Gil Espín, director de la Feria del LIbro de Madrid, en un diálogo digital en vídeo con WMagazín para la serie Reinvención virtual de las ferias y festivales del libro. /WMagazín
Winston Manrique Sabogal. ¿Cómo tomaron la decisión de aplazar la feria hasta octubre?
Manuel Gil Espín. A principios de marzo, y al ver cómo evolucionaba la pandemia consideramos que había que tomar una decisión aun siendo dolorosa. Había que reunir la Comisión de la Feria, editores, Fande y librerías. Costó un poco tomar la decisión porque había muchas opiniones sobre hacerla en diferentes meses y al final por qué no hacer en julio, en agosto o en septiembre. Se decidió octubre en la perspectiva de alejarnos lo más posible de lo que ha resultado ser una pandemia con unas consecuencias demoledoras para el sector de la cultura y grandes eventos. Ha sido una decisión correcta aplazarla a octubre. Con esa perspectiva hemos empezado a trabajar.
Manuel Gil Espín, director de la Feria del Libro de Madrid, en un diálogo digital en vídeo con WMagazín para la serie Reinvención virtual de las ferias y festivales del libro. /WMagazín
Winston Manrique Sabogal. La Feria debía realizarse del 29 de mayo al 14 de junio, ¿hay prevista alguna actividad digital paras estos días o debemos esperar a octubre?
Manuel Gil Espín. Hemos de considerar que la Feria se va a realizar físicamente del 2 al 18 de octubre. La hemos denominado una Feria Segura, atípica. Se reduce el recorrido habitual de unos 1.500 metros de longitud por el Paseo de Coches del Retiro: se restringe a un espacio de unos 400 metros porque hay que implementar medidas de seguridad extremas. Si de aquí a octubre las medidas sanitarias de relajan nosotros también. El recinto dentro del Paseo de Coches, su parte más ancha, va a quedar herméticamente vallado para controlar el aforo muy estricto que solo permita dos personas por cada diez metros cuadrados. Vamos a hacer un control de aforo con temperatura, cabinas de desinfección y todo tipo de medidas que se plantean para los escenarios masivos en espacios abiertos.
En paralelo, hemos diseñado un protocolo de comunicación para mantener activa la Feria hasta octubre. El cartel es uno de ellos. Nos ha llamado la atención la extraordinaria acogida que ha tenido. Se habla incluso del cartel de la esperanza. Lo que nos muestra el enorme deseo de la sociedad lectora para que la Feria se haga. Tenemos acciones para que esto se mantenga vivo.
Las próximas semanas sacaremos cosas sobre lo que puede ser la Feria en octubre.
Es verdad que en paralelo hay un diálogo con las instituciones del sector del libro para rediseñar una feria distinta, mucho más pequeña que va a perder una cosa fundamental: el volumen de público (el 2019 recibió más de dos millones de personas, la de 2020 podría alcanzar las 700.000). Y ¿Qué va a pasar con las firmas? En 2019 tuvimos 1.800 autores firmando. A todo esto hay que darle una vuelta, introducir tecnología, control de acceso de personas. Desde el punto de vista económico es muy complejo porque hay que hacer un presupuesto de todo.
También estamos en contacto con el Ayuntamiento de Madrid como coorganizador. Estamos dando todos los pasos para llegar al 2 de octubre y poder inaugurar la Feria. La intención es poder inaugurar con Casa Real y con las restricciones y protocolos sanitarios.
W. Manrique Sabogal. La Feria tiene tres señas de identidad: una es la presencia masiva de público ¿Cómo se va a controlar el acceso de la genta a la Feria en un espacio abierto como el Parque del Retiro?
M. Gil Espín. Será un recito vallado con dos puntos de acceso de entrada y salida, uno al norte y otro al sur con medidas tecnológicas de control de aforo. En los laterales habrá ocho puertas o sitios de acceso pero valladas y funcionarán como puertas de emergencia.
Winston Manrique Sabogal, director de WMagazín, durante la entrevista digital en vídeo a Manuel Gil, director de la Feria del Libro de Madrid, para la serie Reinvención virtual de las ferias y festivales del libro.
Winston Manrique Sabogal. Otra seña de identidad de la Feria es el encuentro de los lectores con sus autores para que les firmen libros. ¿Habrá firmas de libros?
Manuel Gil Espín. Habrá firmas de libros. La idea es ir a un sistema híbrido de firmas. En el proyecto, las librerías tendrían firmas. Para crear un equilibrio con algunas colas de gente y que no se descontrolen habrá dos grandes casetas multifirmas con visión de 360 grados, con 16 autores firmando. Esto al margen de lo que haya en las casetas de librerías. Esto supone hablar con los grandes grupos editoriales para que se autorregulen en el número de escritores. ¿Pero qué es la Feria de Madrid sin los autores?, pues muy poco. Me hace gracia cuando se habla de los eslabones débiles de la cadena del libro y no se incluye a los autores. Si me planteas el tema habitual que la gente dialoga con el autor hay que decir que esto no va a ser del todo posible.
Estamos ante un reto organizativo y operativo que debe adaptarlo todo. En enero tuvimos 407 peticiones para la Feria. Estamos viendo cómo podemos no dejar por fuera a nadie. Tenemos previsto que todas las casetas sean de tres metros para poder ubicar a tantas peticiones y tener casetas en el centro del Paseo de Coches contrapegadas, unas miran a un lado y otras al otro. Esto permite tomar más marcas expositivas. Todo el recorrido actual permitirá 274 casetas si son de tres metros. Tenemos que dialogar para buscar el equilibrio porque en una feria normal hay casetas de dos o tres editores y esto ahora mismo sanitariamente es imposible. No podemos tener casetas compartidas. Se ha pensado en algo innovador y forzado por la situación: abrir carpas enormes donde le des a un editor pequeño un metro de exhibición.
Manuel Gil Espín, director de la Feria del Libro de Madrid, en un diálogo digital en vídeo con WMagazín para la serie Reinvención virtual de las ferias y festivales del libro. /WMagazín
Winston Manrique Sabogal. La otra característica de la Feria es la de ir por las casetas y tocar los libros y mirarlos. Esos hábitos están ahora muy regulados, ¿cómo se haría en la Feria ese control de seguridad?
Manuel Gil Espín. Sobre el tema de tocar los libros hay mucha reflexión en Europa. En Francia dejan tocarlos, pero es verdad que plantea que lo hagas con guantes pasados por gel hidroalcohólico y una vez examinado el libro puede ser desinfectado por un pequeño dispositivo de luz ultravioleta. Hay que mirarlo.
Hay otra reflexión sobre los libros si no se tocan: es la aparición del fenómeno de desplazamiento de ir a la compra online está cantado. Eso hay que evitarlo. El tema de tocar los libros es consustancial a cualquier feria. Es lo que pasa con el textil. En el caso del libro lo que hemos visto es pasarlo por luz ultravioleta si el libro ha sido tocado y así puede volver al expositor.
Imagínate la campaña de comunicación previa la Feria sobre cómo tiene que venir la gente y comportarse. Habrá dispositivos de gel y los guantes se le darán a la gente si no los lleva. Una Feria sin poder tocar el libro es poco fashion y sexi y raya un poco en el delirio.
Winston Manrique Sabogal, director de WMagazín, durante la entrevista digital en vídeo a Manuel Gil, director de la Feria del Libro de Madrid, para la serie Reinvención virtual de las ferias y festivales del libro.
Winston Manrique Sabogal. Toda la gente no podrán asistir, ¿se han planteado alguna presencia digital para llevar la Feria a cualquier lector del mundo?
Manuel Gil Espín. Sí. Incluso dentro de los escenarios que inicialmente dibujamos teníamos al final de toda la cadena la denominada Feria Virtual que rompe un poco el esquema de las ferias de comercio o modelos como el nuestro de b2b.
Hay una reflexión que he discutido con otros directores de ferias menos comerciales y más de derechos y es que la web y las redes de mensajería instantánea pusieron contra las cuerdas estas ferias por la descentralización de venta, y estas se han visto afectadas primero por la irrupción, pero eran modelos virtualizables.
Entonces, ¿qué pasa con las ferias de público? Es más complejo virtualizar una feria de estas que es un encuentro, de relación con personas y de presencia. ¿Se puede hacer? Sí. Hay software para hacerlo; puedes introducir realidad virtual, tres dimensiones, realidad aumentada. El asunto es el enorme costo. Tiene la ventaja que lo puedes rentabilizar. Nosotros somos una feria de público y si la hacemos física la acompañaremos de eventos digitales puntuales de una feria en directo.
W. Manrique Sabogal. ¿Ha asistido alguna de las ferias virtuales de estos meses?
M. Gil Espín. Sí, las he seguido con mucho interés. En nuestro caso hay una reflexión, para que Madrid migre a digital y es que hay una brecha. Cuando comparas la potencia digital de una feria, si nos comparamos con Buenos Aires, Bogotá o la FIL de Guadalajara estamos por detrás. Esto es un handicap que arrastramos desde hace años porque la transformación digital de la Feria la hemos empezado recientemente, y ellos llevan años. Madrid tiene el reto de equilibrar presencia física, pero en digital tenemos un gap con ellos.
W. Manrique Sabogal. ¿Cree que algunas de las actividades digitales que se desarrollen permanecerán más allá de la crisis de la pandemia?
M. Gil Espín. Vamos a lo que denomino ferias de realidades mixtas. Estos meses hemos recorrido una década de transformación digital y afecta a todo el sector. Habrá muchas cosas que se van a quedar. Siempre he dicho que las ferias tienen tres características: deben ser inteligentes, digitales y sostenibles. Hay que añadirles el tema de ferias seguras mientras llega la vacuna.
Con este giro digital hay que pensar que en los próximos años en las ferias el ámbito digital será más importante y todo lo que pongamos en marcha ahora lo replicaremos en ediciones sucesivas. Esa transformación digital se quedará. Lo que hay que hacer como organización es entender las diferentes sensibilidades de los libros de papel, electrónicos, audiolibros; y cómo trasladar la comunicación al ámbito de los smarthphone, las páginas web, etcétera. No hay vuelta atrás. Vamos a ferias donde la transformación digital tiene mucho recorrido, pero vamos a realidades completamente mixtas.
W. Manrique Sabogal. Me gustaría cerrar con Colombia como País Invitado de Honor. ¿La presencia del país sigue garantizada?
M. Gil Espín. Colombia sigue presente en todos los diseños de la Feria. Lo que nos transmite la Embajada en España y el Ministerio de Cultura de Colombia es que están a la espera de que les digamos cómo va ser la Feria. La idea es menos público, recinto cerrado y adaptación del proyecto de presencia de Colombia en Madrid. Nos ha sorprendido gratamente cómo Colombia lo que ha venido a decir es ‘dígamos cómo será la Feria que nos adaptaremos’. Estamos en eso y ver qué se puede o no hacer. No sabemos cómo estará el tráfico aéreo en octubre. Colombia a día de hoy nos acompañará.
Serie Futuro y reinvención virtual de las ferias y festivales del libro, en WMagazín. /WMagazín
En la serie de WMagazín Reinvención virtual de las ferias y festivales del libro entrevistamos a los responsables de estos eventos del libro y encuentros de escritores y editores que analizan el horizonte ante las restricciones de reuniones masivas y su reconversión o alianza con el mundo digital. La siguiente es la programación de entrevistas:
27 de abril: Sandra Pulido Urrea, directora de la Feria Internacional del Libro de Bogotá, cuya fecha presencial era del 21 de abril al 4 de mayo. Puedes leer la entrevsita en este enlace.
4 de mayo: Oche Califa, de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, que tenía prevista su realziación presencial del 30 a debaril al 17 de mayo. Puedes leer la entrevista en este enlace.
11 de mayo: Cristina Fuentes, del Hay Festival Internacional, que tenía prevista su cita, precisamente, en el lugar donde nació en Hay-on-Wye en Gales a mediados de mayo, y cuya versión online se realizará del 21 al 31 de mayo. Puedes ver la entrevsita en vídeo en este enlace.
18 de mayo: Elena Pasoli, de la Feria del Libro de Bolonia, cuya fecha original era en abril y su feria virtual se hará del 4 al 7 de mayo, aunque algunas ventanas virtuales, como compra de derechos, permanecerán abiertas hasta fin de año.
25 de mayo: Los mejores momentos de las ferias virtuales de Bogotá, Buenos Aires y Bolonia y el festival Hay.
1 de junio: Manuel Gil, de la Feria del Libro de Madrid, cuya fecha original era del 29 de mayo al 14 de junio.
8 de junio: Sergio Ramírez, presidente del Festival Centroamérica Cuenta.
En julio estarán presentes los responsables de eventos como Sant Jordi aplazado, en principio para el 23 de julio, y los directores del Forum Edita Barcelona, Javier Aparicio Maydeu, creador y director del Máster en Edición de la Universidad Pompeu Fabra; Patrici Tixis y Sergio Vila-Sanjuán, escritor y director del suplemento Cultura/s, de La Vanguardia.
Más adelante directores de ferias como Juergen Boos, de la Feria de Fráncfort, y Marisol Schulz, de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México) o de Basilio Baltasar de las Conversaciones literarias de Formentor y Premio Formentor de las Letras.