Cientos de personas protestan contra el racismo en Madrid al grito de "policía asesina"
Se han concentrado frente a la embajada de EEUU, en pleno barrio de Salamanca de la capital.
Donde hace unas semanas se golpeaban cacerolas contra el estado de alarma, hoy se oyen gritos contra el racismo. Cientos de personas han acudido este domingo a la embajada de Estados Unidos, situada en la céntrica calle Serrano de Madrid en protesta por la muerte de George Floyd a manos de un policía blanco de Minneapolis y en contra del racismo.
Convocados por la Comunidad Negra Africana y Afrodescendiente en España, han intentado situarse frente al edificio diplomático norteamericano, que estaba rodeado por un cerco policial, por lo que han tenido que expandirse hasta ocupar gran parte de la calle Serrano, llegando hasta Juan Bravo.
Los organizadores han repartido mascarillas y han pedido a los manifestantes que guardaran la distancia de seguridad, algo complicado teniendo en cuenta la cantidad de gente que ha acudido a la marcha, a los que se han sumado algunos vecinos de la zona, el adinerado barrio de Salamanca de la capital.
Todos han guardado varios minutos de silencio, han hincado la rodilla en señal de protesta y han coreado lemas como “Ningún ser humano es ilegal”, “Policía asesina” y “Floyd, hermano, nosotros no olvidamos”. También ha habido cánticos contra los CIES y pidiendo la regularización.
Ha acudido tanta gente, que los manifestantes blancos han realizado un pasillo para que la cabecera, integrada por negros, avanzara en primer lugar.
Otro momento emotivo se ha producido cuando dos mujeres negras se han asomado a uno de los edificios de la calle Serrano y han recibido la ovación de los presentes mientras saludaban y bailaban.
También ha habido vecinos que han contestado a la marcha ondeando banderas de España desde sus balcones.
A la marcha se han sumado repartidores negros de Uber y Glovo, que han acudido con sus bicis y sus mochilas. Un cordón de seguridad se encargaba de recordar a los asistentes una y otra vez que debían separar los brazos del cuerpo mientras marchaban para saber cuál era la distancia de seguridad.
“En España hay mucho racismo institucional, uno de los ejemplos son los CIES”, ha asegurado uno de los organizadores en declaraciones a El HuffPost, reconociendo que no esperaban tanta afluencia en la marcha.
Una protesta que ha sido itinerante y que se ha trasladado desde la calle Serrano hasta la Puerta del Sol, donde se ha leído un comunicado en el que se ha pedido el cierre de los CIES, la regularización de los inmigrantes ilegales, la concienciación contra el racismo en centros educativos y empresas y el fin del racismo institucional.
Los George Floyd españoles
La marcha, que contrastaba con las colas a las tiendas de la llamada Milla de Oro de Madrid, ha recordado a las personas afrodescendientes que han muerto en España por “racismo institucional”. Así, se han acordado del caso de Mame Mbaye, que murió tras una persecución policial en Lavapiés o de Samba Martine, que murió en un CIE.
En los múltiples minutos de silencio que se han hecho a lo largo de la marcha, se escuchaba la voz de algún joven negro que rompía la calma para gritar “por favor, no puedo respirar”, las últimas palabras de Floyd antes de morir.