Maduro, abierto a adelantar comicios legislativos, pero no presidenciales
Asegura estar dispuesto a dialogar con la oposición.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se ha mostrado este martes dispuesto a sentarse con la oposición para dialogar sobre "la paz y el futuro" del país, según ha dicho en una entrevista con la agencia de noticias rusa RIA Nóvosti.
"Estoy listo, con una agenda abierta, para sentarme con sectores de la oposición para hablar del bien de Venezuela, de la paz y del futuro", ha dicho el mandatario venezolano, después de que el jefe del Parlamento, Juan Guaidó, se autoproclamara presidente encargado de Venezuela con el respaldo de EEUU y varios países latinoamericanos.
Por otro lado, el presidente de Venezuela ha asegurado que "sería muy bueno" adelantar las elecciones legislativas que deben celebrarse en 2020 como forma para salir de la crisis que vive el país, pero ha reiterado su rechazo a convocar comicios presidenciales.
"Sería muy bueno que hubiera elecciones adelantadas para el Parlamento venezolano, sería una buena forma de debate político y una solución con el voto popular", ha señalado Maduro.
"Yo estaría de acuerdo en que se adelanten, a través de un decreto de la Asamblea Nacional Constituyente, las elecciones de la Asamblea Nacional y eso sirva como válvula de escape a la tensión que el golpe de Estado imperialista le ha metido a Venezuela", ha sostenido el mandatario.
Los vínculos con Rusia
El presidente venezolano ha expresado su "reconocimimento" al presidente ruso Vladimir Putin y ha señalado que "cada mes" Venezuela recibe armamento ruso, "el más moderno del mundo".
Por su parte, el autoproclamado presidente de Venezuela, Juan Guaidó, también ha concedido una entrevista, en su caso al diario alemán Bild, en la que denuncia que el país está "en una dictadura" y que por ello "debe haber presión".
"Necesitamos más sanciones por parte de la Unión Europea, como lo decidió Estados Unidos", ha declarado el presidente del Parlamento venezolano, quien asegura que el régimen es "absolutamente corrupto".
Guaidó, jefe del Parlamento de mayoría opositora, ha convocado este miércoles a los venezolanos a salir a las calles entre 17 y las 19 horas (peninsulares), desde sus trabajos, casas, escuelas o tiendas, con banderas, cacerolas o pancartas.
"Venezuela se levantó para soñar con el país que queremos. Debemos estar en la calle (...), necesitamos de todos para lograr nuestra democracia", declaró el opositor de 35 años al llamar a la manifestación.
Aunque la cúpula militar la calificó como un "engaño", Guaidó insistirá durante esta jornada en la oferta de amnistía a los militares que colaboren con una transición, buscando romper el sostén de Maduro, la Fuerza Armada.
El líder parlamentario, con un creciente apoyo internacional encabezado por Estados Unidos, también llamó a esta movilización en respaldo al ingreso de ayuda humanitaria, lo que el gobierno considera una puerta a una intervención militar norteamericana.
Washington dijo tener listos 20 millones de dólares para entregar, en alimentos y medicinas, cuya severa escasez agobia a los venezolanos y ha disparado la migración, cifrada en 2,3 millones de personas desde 2015 según la ONU.
Maduro atribuye el desabastecimiento a sanciones de Estados Unidos. "Es probable que parte de esta ayuda humanitaria entre por puerto marítimo y terrestre a través de los países vecinos. (Los militares) van a tener la decisión en sus manos de permitir o no su entrada", ha dicho Guaidó esta semana.
Miedo a la violencia
Los temores a hechos violentos resurgen con cada protesta. Disturbios que estallaron el 21 de enero han dejado unos 40 muertos y más de 850 detenidos, algunos de ellos en barrios populares de Caracas, según la ONU.
Dos oleadas de protestas contra Maduro en 2014 y 2017 se saldaron con cerca de 170 muertos.
Washington, que según Maduro usa a Guaidó como un "títere" para darle un golpe de Estado, llamó directamente a los militares a apoyar una transición y dijo sobre una eventual acción armada en Venezuela que "todas las opciones están sobre la mesa".
Sin dar tregua, Estados Unidos aprobó el lunes sanciones contra la estatal petrolera PDVSA -fuente del 96% de ingresos del país-, y congeló cuentas y activos venezolanos, cuyo control entregó a Guaidó.
Maduro contraatacó desde el plano judicial. El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), de línea oficialista, prohibió a Guaidó salir del país y congeló sus cuentas, a solicitud del fiscal general, el chavista Tarek William Saab. "No estoy desestimando una amenaza de cárcel (pero) 'nada nuevo bajo el sol'. La única respuesta del régimen es persecución, represión", reaccionó el jefe parlamentario.
El TSJ ordenó una investigación contra el líder opositor por "usurpar" las funciones del mandatario socialista, lo que en principio podría llevar a la pérdida de su investidura como legislador.
Ante ello, John Bolton, asesor de Seguridad Nacional del presidente Donald Trump, reiteró que cualquier intento de "dañar" a Guaidó acarreará "serias consecuencias".
Precisamente Trump ha dado señales de vida este miércoles para hablar de Venezuela, vía Twitter. En un escueto mensaje, ha dicho: "Maduro, dispuesto a negociar con la oposición en Venezuela después de las sanciones de Estados Unidos y la reducción de los ingresos petroleros. Guaidó está siendo atacado por la Corte Suprema de Venezuela. Se espera una protesta masiva hoy. Los norteamericanos no deben viajar a Venezuela hasta nuevo aviso".
La ofensiva de Guaidó continuará con una "gran marcha" el sábado, justo cuando se cumplen 20 años de la "revolución bolivariana" fundada por el fallecido líder socialista Hugo Chávez (1999-2013), ante lo que previsiblemente el gobierno convocará a sus seguidores.
La movilización opositora respaldará, según Guaidó, el plazo de ocho días -que vence el domingo- dado a Maduro por España, Francia, Alemania, Reino Unido, Holanda y Portugal para que acepte unos comicios libres so pena de reconocer al opositor como presidente encargado.
Guaidó se autojuramentó luego de que el Congreso declarara a Maduro "usurpador" por asumir el 10 de enero un segundo mandato que considera ilegítimo -al igual que gran parte de la comunidad internacional- por ser resultado de comicios "fraudulentos".
Aunque sus decisiones son consideradas nulas por el TSJ, que lo declaró en desacato, el Congreso nombró el martes "representantes diplomáticos" en una decena de países que reconocieron a Guaidó como presidente interino.
El gobierno insiste en llamar a una negociación y saludó gestiones de México y Uruguay en la ONU. Pero Guaidó ha reiterado que no se prestará para "diálogos falsos".