¿Es Madrid tan de derechas?
Los factores que han llevado al dominio del PP en la Puerta del Sol desde hace 26 años.
Ningún madrileño menor de 26 años sabe qué es un Gobierno de izquierdas en la Comunidad. La región vive desde 1995 bajo Ejecutivos presididos por el Partido Popular, casi tres décadas iniciadas con la victoria de Alberto Ruiz Gallardón. Y puede que todo siga así si se cumplen las encuestas que apuntan a la victoria de Isabel Díaz Ayuso. La derecha ha conseguido dominar la Puerta del Sol.
Esto lleva a una pregunta: ¿Es Madrid sociológicamente de derechas? Es el gran bastión del PP, ha sido también el gran nicho para Cs y es donde más influencia tiene la ultraderecha de Vox. Un panorama político autonómico en el que la izquierda no ha sabido arrancar la mayoría de escaños, siempre dividida y muchas veces desmovilizada.
Madrid es una sociedad diversa, con características muy especiales, donde el PP pisa fuerte. Pero esto no puede llevar, según varios politólogos y sociólogos, a hacer pensar que sea sólo territorio para la derecha y que tenga asegurada la victoria de largo el próximo 4 de mayo. Hay muchos más factores que han llevado al dominio de los charranes sobre el Manzanares.
¿Es tan de derecha Madrid? El politólogo Lluis Orriols contesta rápidamente: “¿Pero lo es tanto? No parece, según las encuestas del CIS, que Madrid sea particularmente conservador. Otra cosa es que para ser un núcleo urbano tan importante se debería esperar que hubiera más votantes de izquierdas. El porcentaje de derechas es bastante similar a la media española”.
En las pasadas elecciones generales, el PSOE fue la fuerza más votada en Madrid, con un 27,09% (un punto menos que la media en toda España), pero las derechas sumaron (52,74%) más que las izquierdas (45,91%) : PP (25,11%), Vox (18,49%) y Cs (9,14%). Todo ello con una participación del 70,5% (algo clave siempre para la izquierda). Hay que comparar los datos también con los de las últimas autonómicas, en las que el PSOE también ganó (27,35%) pero no pudo con la suma de las derechas: PP (22,21%), Cs (19,42%) y Vox (8,86%) -en total 50,49%-.
Estos resultados contrastan con las respuestas que dan luego en el CIS los madrileños sobre su orientación ideológica. En el sondeo anterior a las últimas elecciones autonómicas, el grupo que iba del centro-izquierda hasta la extrema izquierda era mayor (57,7%) al que iba del centro-derecha a la extrema derecha (31%) -aunque un 11,3% no supo definirse o no contestó-.
La fórmula para que la derecha siga dominando electoralmente en Madrid, según explica Orriols, tiene varios componentes. Uno es que la izquierda ha estado “muy sujeta a conflictos internos, lo que no ayuda a activar unas candidaturas solventes”. Otro elemento clave fue, añade, que el PP alteró los resultados electorales en 2003 con la compra de dos tránsfugas (Tamayo y Sáenz). “La izquierda ganó entonces y podía haberse producido un cambio de ciclo, pero con los tránsfugas se rompe ese cambio y se ahonda más en la crisis interna de la izquierda”. “No lo podemos olvidar”, insiste.
Añade este profesor de Ciencias Políticas en la Universidad Carlos III de Madrid que el PP durante estos años ha desplegado una “capacidad de atracción” en antiguos bastiones socialistas: “Por ejemplo, Aguirre conseguía ganar en Villaverde”. Eso se debía, considera, a una serie de políticas, principalmente en materia de infraestructuras como la ampliación del Metro de Madrid.
Al hilo, advierte Orriols sobre este 4-M: “No van a ser unas elecciones regionales, van a ser casi unas midterm elections, en clave nacional, con líderes de ámbito nacional”. ¿Hay partido todavía para la izquierda? Contesta: “Sí que hay partido, quien diga lo contrario es un amante del riesgo. Las cosas no están claras, no sabemos si Cs va a entrar, está todo muy abierto”. “Otra cosa es que las encuestas nos estén diciendo que hay más probabilidades de que gane la derecha. ¿Pero descartar que la izquierda gobierne? Para nada”.
Aquí entran en juego en esta balanza otros factores. “La movilización es un elemento crucial”, resume Orriols. Reflexiona en este punto: “Desde Ferraz se ha articulado la estrategia de poner el foco en los votantes de Cs y hacerles guiños. Es verdad que hay una bolsa muy grande de votantes que fluctúa, es una batalla a tener en cuenta, pero el gran beneficiario va a ser el PP. La movilización de la izquierda es importante. Si hace unos dos años la izquierda estaba en una fase ascendente y de crecimiento, ahora mismo está en estancamiento o decrecimiento. De forma inercial no va a tener ese empuje de ilusión”, comenta. Por eso es clave que los partidos progresistas agiten y hagan que la gente salga de sus casas.
La pregunta otra vez en el aire, pero esta vez con destino a José Pablo Ferrándiz, investigador principal de Metroscopia. ¿Es Madrid tan de derechas? Responde: “Realmente no”. Aunque numéricamente a los conservadores les salgan las cuentas, él lo achaca mucho a la abstención de los votantes de izquierdas. “Da la sensación de que es de derechas, pero sociológicamente es una sociedad dividida, no hay una prevalencia de una ideología”, apostilla.
Para este doctor en Sociología por la Universidad Complutense, lo que ha sucedido es que sí ha cambiado electoralmente la Comunidad de Madrid desde la victoria del PP en 1995 y la generación de un estilo de vida. “Cuando la derecha gana en Madrid, empieza a aplicar sus políticas en educación, vivienda y sanidad. Da a entender a una clase obrera, que ya no era tan clásica, que era clase media, que podía acceder a otro tipo de servicios como la educación concertada, la sanidad privada y hasta otra forma de urbanismo, fuera del área metropolitana y en residenciales con piscina”, relata, para agregar: “Eso va haciendo que el tradicional voto obrero y del cinturón rojo va variando hacia otras opciones de derechas. En principio del PP y luego de Cs. Era una derecha liberal, más pragmática”.
Resumen Ferrándiz: “Han sido capaces de vender muy bien las medidas entre una sociedad que antes no era ideológicamente de derechas y que se ha transformado. La izquierda no ha sabido muy bien cómo competir en esas áreas y cómo vender su discurso. Ha habido una evolución respecto a los noventa”.
Además, cree que los populares han conseguido jugar y vender también hasta un “tipo de personalidad y estereotipo” madrileño, que “explota muy bien Ayuso”. Ya lo hizo Esperanza Aguirre en su día, con toques de “arrogancia y chulería”. Para Ferrándiz, la actual presidenta de la Comunidad ha sabido “confrontar con el Gobierno central con ese Ejecutivo que llama socialcomunista, algo que a la gente de derechas electoralmente le excita”. “El personaje encaja muy bien, mucha gente de Vox puede sentir que ella es incluso su candidata”, describe.
Todo ello, añade el investigador principal de Metroscopia, con una izquierda “que busca la unidad diluyéndose”. “Eso le castiga electoralmente”, agrega, para recordar el caso de que IU no logró entrar en 2015 al no rebasar el límite del 5 por ciento por décimas. “Si hubiera entrado, estaríamos hablando hoy de un Gobierno de izquierdas”, concluye.
Sin pasar por alto que existe todavía un franquismo sociológico. En Madrid y en España, comenta Ferrándiz, “porque no ha habido ni una condena institucional”. “Aquí sale gratis ser franquista, no está reprobado socialmente”, sentencia, para hacer esta panorámica: “Las personas mayores sociológicamente franquistas van a seguir votando al PP, pero los más jóvenes dentro de esas familias se inclinan por votar a Vox”.
Si es más de derechas o de izquierdas Madrid no es una pregunta sencilla de responder comenta Antonio Asencio, director de Comunicación y Estrategia de Sigma Dos. “Desde que Gallardón gana, la tendencia mayoritaria ha sido el centro derecha. Pero hubo dos momentos puntuales en los que no: las elecciones de 2003 (las del tamayazo) y en 2015, cuando gobernó Cifuentes pero porque IU no logró entrar”. Reconoce que en el primer caso sí pudo llevar luego a una frustración de la izquierda y desanimó a sus votantes en la repetición con la que Aguirre lograría el poder.
Se detiene en este punto sobre la movilización y apunta: “Nosotros hemos notado en las encuestas que hemos hecho que ha habido un aumento en la intención de ir a votar en los últimos días. La derecha estaba movilizada desde el principio, muy movilizada. Quedaba ver qué pasaba con la izquierda. Lo que nos está saliendo es que el electorado de Podemos y Más Madrid lo está. El más desmovilizado es el votante del PSOE, quince puntos por debajo del de UP”.
Asencio vaticina que estas elecciones tendrán una participación al estilo de unas generales y no tan baja como pasó en Galicia, Euskadi y Cataluña. “Estas se están viviendo más en clave nacional”, argumenta. Los sondeos dan la victoria a Ayuso con el apoyo de Vox y de Cs. ¿Está todo hecho? La respuesta: “En unas elecciones no está todo hecho. Queda un mes y medio. Esta campaña ha empezado con mucha antelación. A ver quién aguanta dos meses de campaña. Lo más probable es que el resultado vaya por lo que indican las encuestas, pero en un mes y medio puede que ocurra algo”. Lo que no hay nada concluyente es la influencia que tendrá que sean un martes, concluye.
Sólo se sabrá el 4-M.