Macron abronca a la policía de Israel y le ordena que salga de una iglesia francesa en Jerusalén
Santa Ana es oficialmente suelo francés, por eso la entrada de uniformados israelíes está vetada. Chirac ya se enfrentó con los agentes por el mismo motivo en 1996
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha protagonizado este miércoles un sonado incidente con la policía israelí. El mandatario ha exigido a los agentes que le permitieran entrar en la iglesia de Santa Ana, situada en la ciudad vieja de Jerusalén, sin su presencia. “Salgan” exigió Macron en inglés a los agentes locales, que le impedían la entrada a la basílica que decidió visitar antes de asistir a una conferencia sobre el Holocausto.
“No me gusta lo que habéis hecho delante de mí”, gritó Macron a un policía israelí, que le pidió al presidente galo que abandonara la iglesia, del siglo XII, situada en un terreno catalogado como francés, por motivos de seguridad.
En este vídeo publicado en Twitter se ve la reacción de Macron:
El vídeo mostró a Macron empujado en el centro de un círculo repleto entre su propio personal de protección y el personal de seguridad israelí, incluidos varios policías paramilitares uniformados, bajo un arco que conduce en la iglesia, gestionada por los Padres Blancos. Después, Macron dejó de empujar y dijo a un guardia de seguridad israelí en un excelente inglés: “Ve afuera. Lo siento, conoces las reglas. Nadie tiene que provocar a nadie”.
Cuando se le preguntó sobre el incidente, un portavoz de la policía israelí declinó hacer comentarios, igual como el Gobierno israelí que tampoco se pronunció sobre la actuación de la agencia de seguridad interna Shin Bet, que también ayuda a proteger líderes extranjeros. Los diplomáticos franceses advirtieron que quieren dejar poco espacio para los contratiempos en el viaje de Macron.
Foro Mundial del Holocausto
Macron es uno de los líderes mundiales que asistirán jueves al Foro Mundial del Holocausto en el centro Museo del Holocausto Yad Vashem en Jerusalén, que conmemorará el 75 cumpleaños de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz.
El jefe de Estado, de 42 años, había planeado su visita a Santa Ana como una parada simbólica que remarcaba la influencia histórica de París en la región. Antes de dirigirse a la iglesia, Macron caminó por la Ciudad Vieja -cuya parte palestina está ocupada desde 1967-, hablando con los comerciantes y parándose en la Iglesia del Santo Sepulcro.
Más tarde, visitó la Explanada de las Mezquitas, donde se encuentran la Cúpula de la Roca y la Mezquita de Al Aqsa, lugar santo para los musulmanes, y el Muro de las Lamentaciones, lugar santo para los judíos.
Lo mismo que le pasó a Chirac
El incidente recuerda una escena casi calcada que protagonizó Jacques Chirac el 22 de octubre del 1996 en la misma iglesia jerosolimitana. Chirac perdió la paciencia con los agentes de seguridad israelíes y le dijo a uno de ellos que su tratamiento había sido una “provocación”; amenazó incluso con volver a su avión.
Chirac se negó a entrar a Santa Ana hasta que la seguridad israelí abandonó el lugar, un momento muy recordado en estas horas en las redes sociales.
La bandera tricolor francesa ha continuado sobre la iglesia de Santa Ana desde que los otomanos la regalaron al emperador Napoleón III el 1856.
Francia ve como una provocación que la policía israelí entre en el complejo de la iglesia, en una parte de Jerusalén capturada y anexada por Israel en la Guerra de los Seis Días.