Luis Fonsi: "En los Oscar, todo estuvo opacado por el gran error de un artista al que todos queremos"
El cantante de 'Despacito' presenta su nuevo trabajo, 'Ley de Gravedad'.
Hace ya cinco años que una canción comenzó a dar la vuelta al mundo y pulverizó todos los récords de la industria musical: entre otros, fue número 1 en más de 80 países y, hasta ese momento, la canción con más reproducciones en YouTube. Despacito, interpretada por Luis Fonsi y Daddy Yankee, supuso un antes y un después en la carrera del cantante puertorriqueño que, a partir de entonces, se convirtió en uno de los artistas latinos más infuyentes.
Inmerso en la promoción de su nuevo disco, Ley de Gravedad, pocos días después de la controvertida gala de los Oscar 2022, Luis Fonsi aterrizaba en Madrid. En la gran fiesta del cine, el artista interpretó, junto a Becky G y Megan Thee Stallion, We Don’t Talk About Bruno, uno de los temas de la película de animación Encanto.
“Fue una experiencia increíble”, confiesa el intérprete de Despacito. “Poder estar sobre escenario con una canción que tiene tanto sabor latino y que tiene tanto color, y poder codearme con gente del cine que respeto muchísimo fue una gran sorpresa. Me lo disfruté mucho”, asegura durante una entrevista con El HuffPost.
¿Cómo viviste tú entre bambalinas el incidente protagonizado por Will Smith y Chris Rock que dio la vuelta al mundo y que, semanas después, sigue acaparando titulares?
Yo creo que como el mundo entero: sorprendido, confundido… Al principio no sabía si era verdad, después no sabía qué pensar y, al final, un poco triste de que todo terminase como terminó. Pero especialmente, opacó momentos importantes de gente que le puso mucho amor y esfuerzo a sus proyectos. Todo, todo estuvo opacado por este gran error de un artista al que todos queremos. Pero la vida continua... Yo muy orgullo de estar allí y ojalá lo podamos superar, y él también, y usemos esto que vivimos como aprendizaje.
Estás en plena promoción de tu nuevo disco, Ley de gravedad, que salió el 11 de marzo. Este es el décimo de tu carrera, ¿es más especial por ser el número 10?
Nooooo… Te juro que ni había pensado en ello y dudaba de si eran 10 u 11. Pero sí, son 10 de estudio y 11 si contamos el de grandes éxitos. Pero yo no soy tanto así de los números, yo soy más como del contenido: del momento, del mensaje, de lo que atravesé durante el proceso de grabación de esta colección de canciones. Eso me lleva mucho más allá del simbolismo del número.
Este, además, se grabó en plena pandemia y eso le da una historia diferente y un ángulo diferente y eso se refleja en todo. En la composición, en la manera que grabamos, porque muchas de estas canciones se escribieron vía Zoom y en muchos casos tuvimos que producir a distancia. No es el típico disco que uno entra a un estudio y estas todos los días con la misma gente. Pero fue un desahogo, fue terapéutico…
He leído que para este nuevo trabajo tenías más de cien canciones...
Para todos los discos yo escribo mucho. Escribo, escribo, escribo y después voy eligiendo las canciones que van como sobresaliendo. Para llegar a esas 10 canciones escribo 100 o 120. En este caso hay 16 canciones y son dos años de trabajo de composición, por lo menos empecé 120 o 140. Muchas no se terminan, si veo que se me van de las manos, en vez de tratar de arreglarlas, empiezo con otra. Es un proceso bonito.
En Instagram anunciabas la salida de este disco diciendo: “Ya dejó de ser mío, ahora es de ustedes”. ¿Cómo es de emocionante el día que presentas el disco? ¿Es uno de los mejores momentos para un artista?
A mí lo más que me gusta de todo es estar en un escenario cantando en vivo. Esa es la meta, ahí es donde uno quiere llegar. En ese momento que tengo a mis músicos, que tengo a mi familia de mi gira y voy de ciudad en ciudad, de país en país, compartiendo estas composiciones y escuchándolas. Ese momento, cuando uno agarra el micro y escucha a la gente cantar, es el mejor regalo, es el mejor premio que uno puede recibir como cantautor. El proceso creativo tiene su magia pero no hay nada como vibrar con la gente.
En tres semanas el disco ha llegado al billón de reproducciones en las plataformas… ¿Qué te dicen estas cifras? ¿O hablando de cifras, después de Despacito no hay números que te sorprendan?
Nooooo, no pienses así. A mí todo me sorprende y todo me lo celebro. Lo que pasa que no soy muy cifrólogo, no presto mucho atención a los números y casi que no los entiendo. Un billón suena como mucho, ¿no? Lo que quiero es que a la gente le guste y punto. Y si es disco de platino, de oro, de diamante, de cobre… Claro, uno quiere tener éxito, pero al final del día lo que quiero es tener un público que me quiera escuchar y que quiera ir a mi concierto, y se identifique y diga ‘tal canción me ayudó a superar tal momento o tal canción se la dediqué a mi novio’. Eso para mí tiene más fuerza y más peso que las cifras.
El disco son 16 canciones, con ritmos muy del sello Luis Fonsi, pero sin encasillar en ningún género. Tú en una ocasión dijiste que te gusta hacer canciones que no tienen género, ¿por qué?
No pienso en géneros y no escucho música por géneros… Y hay gente que es muy obsesiva y necesita saber ‘qué género es’ para saber dónde colocar cada canción. Y lo teniendo porque cuando íbamos a las tiendas de discos, cuando había tiendas de discos, íbamos buscando entre géneros, los pasillos eran géneros: esto es música tropical, esto es rock… Pero hoy ya no se trata tanto de géneros porque, además, con cambiar un instrumento en la canción, ya puedes cambiarle el género. Todas mis canciones nacen con mi guitarra, las baladas y las rítmicas, las que tienen influencia urbana, influencia más pop, las que tienen influencias mas discotequeras… Todas nacen con el mismo instrumento y con la misma voz, y con el mismo sentimiento y el mismo corazón. Si la aceleras, si le pone una guitarra eléctrica o si le pones una colaboración urbana es lo que lo viste diferente y le lleva a los diferentes géneros. Al final del día todo nace del mismo sitio y la temática es la mismo, es amor, es cantarle a la mujer y ser honesto conmigo mismo.
Hay temas con Nicky Jam, Farruko, Rauw Alejandro, Myke Towers, Sebastián Yatra, Cali y El Dandee y Manuel Turizo... ¿Cómo te llevas con estos jóvenes nuevos referentes de la música latina? ¿Actúas con ellos como padrino?
Bueno... Todas las colaboraciones son diferentes. Algunas veces nacen de la noche a la mañana y del ‘oye, vamos para el estudio ahora’, otras veces tardas un año en lograrlo por agendas, por permisos... No hay dos colaboraciones iguales. Casi siempre, cuando estoy creando la canción en el estudio, es el momento en el que pienso ‘esta canción sería increíble si en el segundo verso escucho a Myke Towers’, porque como que uno lo escucha, escucha su voz, y en ese momento uno empieza a tocar las puertas. Algunas veces sale y otras no. A mí me encanta colaborar, especialmente con artistas que son muy diferentes a mi estilo, porque me gusta pensar que eso le gusta a la gente, ese contraste.
Dicen que la música latina atraviesa uno de sus mejores momentos, pero siempre ha habido grandes referentes latinos. ¿Crees que es cierto o es una cuestión coyuntural porque hay mayor acceso a la música gracias a las plataformas?
Yo pienso que está atravesando un momento sumamente importante, no sé si el mejor. Ojalá que todavía siga mejorando porque tenemos los artistas y el talento para hacerlo. Ahora bien, las plataformas juegan un papel muy importante porque ahora la música es más global y más accesible. Hace 23 años lancé mi primer disco y lanzar un single tomaba tiempo: se distribuía, llegaba a los países, uno iba hacer promoción, se empezaba a escuchar en las radios... Era un proceso tan largo. Bonito y romántico, pero tardaba mucho más. Hoy uno puede lanzar una canción casi semanal y en el momento en el que se lanza el mundo entero la escucha… Eso ha ayudado mucho a la música latina, pero también es que es música pegajosa, alegre, con la que todo el mundo se identifica, no importa que estés en China o Estados Unidos.
La gente quiere disfrutar, quiere bailar, quiere olvidarse de sus problemas y la música rítmica latina, guste o no, te pone a bailar, te pone a moverte y eso es saludable. Y yo feliz de la vida de poner a la gente a bailar.
Vas a participar, junto a otros músicos y artistas, en el especial solidario ‘Unidos por la paz: Ucrania en el corazón’. Hace unos días, en la gala de los Grammy, el presidente de Ucrania dedicó unas palabras a la música como arma contra la guerra: “La guerra. ¿Qué es más opuesto a la música? El silencio de las ciudades en ruinas y de las personas asesinadas”.
La música es paz, es medicina, es alegría y es unión. Tenemos música, tenemos una herramienta que hay que usar. Y con una canción no vamos a parar la guerra , pero uno pone un granito de arena con algo con lo que todos nos tenemos que involucrar de una manera u otra. Y a lo largo de mi carrera he usado la música para varias causas que me conmueven mucho. Es una herramienta muy poderosa y lo que estamos viviendo hoy día, las imágenes de familias separadas, la muerte, es horrible, es imposible no querer hacer algo. Y yo lo único que sé hacer es música.
Estás nominado a los Latin American Music Awards como artista favorito pop. ¿Qué se te pasa por la cabeza como favorito?
Bueno, es una categoría más. Mira, hay cinco nominados y, gane o no gane, al menos soy el quinto más favorito. Ya estoy bien, no puedo pedir más.