Lucas Vidal: "Que griten piropos a mujeres por la calle me parece machismo absoluto"
El joven compositor tiene dos premios Goya, un Emmy y opta a hacerse con un Premio Feroz.
Lucas Vidal tiene solo 34 años y podría decirse que su trayectoria cumple todos los requisitos del clásico sueño americano. Con 18, el madrileño se trasladó a Estados Unidos para estudiar composición cinematográfica en el Berklee College of Music (Boston, EEUU) y desde entonces, no ha parado de cosechar éxitos, tanto dentro como fuera de España.
Su empresa, Chroma, ha elaborado los tráilers de superproducciones como Los juegos del hambreo Star Wars, él es el autor de la banda sonora deFast and Furious 6 y cuenta con numerosos reconocimientos y galardones. Tiene en su haber dos premios Goya, obtuvo un Emmy por la sintonía de la cadena ESPN para la retransmisión de los Juegos Olímpicos de Río, y este 2019 opta al premio Feroz a Mejor música original por El árbol de la sangre. Por si no fuera suficiente, ha grabado el último disco de Raphael en Abbey Road.
Pese a su amplia experiencia, le cuesta decidirse entre cine español o estadounidense. Y tampoco sabría elegir entre cine y series. Asegura que no discrimina ningún estilo musical, pero lo que sí tiene claro es el poder de los movimientos de mujeres como el #MeToo y el Time's Up, de los que ha sido testigo de primera línea dada su vida en Los Ángeles: "El feminismo es lo mejor que nos ha podido pasar estos años".
Vidal reconoce que últimamente se ha sumado a un estilo de vida más saludable. Hace deporte, sigue una dieta mediterránea —aunque esta sea inexistente al otro lado del charco— y confiesa que no bebe ni fuma. Eso sí, no para de trabajar y el trabajo no le permite seguir los talents musicales españoles como Operación Triunfo o La Voz. De hecho, prefiere desconectar de la música cuando no está en el estudio.
En su última parada por España ha sacado un hueco para pasarse por la redacción de El HuffPost y hablar de su trabajo a un lado y a otro del Atlántico.
¿Qué diferencias encuentras entre el cine americano y español?
En el cine americano hay más filtros. No solo opina el director, también el editor, el realizador... Aquí la relación con el director es más fluida y se impone más su decisión.
¿Es más difícil trabajar entonces?
Cada país tiene sus diferencias y sus cosas buenas y sus cosas malas.
Te fuiste con apenas 18 años a vivir a Estados Unidos y a estudiar a Berklee, ¿hay diferencias en el sistema educativo estadounidense y español?
Cuando empecé no había sitios para estudiar música de cine en España y me fui a Berkley College of Music. Allí me becaron y continué mi formación en Estados Unidos. Ahora creo que en España hay escuelas estupendas, los conservatorios tienen profesores muy preparados. Cada vez hay más talentos españoles en el mundo de la música clásica y también entre los profesores.
¿Cómo viviste el auge del feminismo y el movimiento #MeToo que surgió en Hollywood?
Nunca he oído ningún caso de abusos, ni en mi estudio ni en mi entorno, pero sé que los ha habido y lo de Harvey Weinstein y otros productores fue muy sonado. Me parece muy positivo que por fin la sociedad se dé cuenta de lo que está pasando con las mujeres. Soy muy feminista en ese sentido. Lo primero que hago cuando alguien llega a mi estudio es pedir respeto absoluto a las mujeres que trabajan allí.
Creo que la gente confunde machismo y feminismo. El feminismo es defender los derechos de las mujeres y no puedo entender a quien no sea feminista. Se critica mucho a este movimiento y no lo comprendo. Prefiero que tengan voces las mujeres y que haya una reacción de repulsa hacia quienes se aprovechan de ellas.
De hecho, me parece que es lo mejor que nos ha podido pasar estos años. Por ejemplo, medidas como que se igualen los sueldos, no entiendo cómo puede ganar menos dinero que un hombre por ser mujer. Creo que cualquier persona con un sentido común estaría de acuerdo, se merecen el mismo respeto que los hombres.
¿Y en la industria del cine? ¿Has sido testigo de algún episodio o conducta machista?
Creo que el mundo del cine está dominado por los hombres, hay muchísimos más directores que directoras, tendría que valorarse el talento de la persona. Me alegré muchísimo cuando Isabel Coixet ganó el Goya el año pasado [por La librería]. Ella para mí es un modelo que nos puede servir a todos para concienciarnos con este tema. Pero no solo en el cine, también en el resto de industrias.
Me imagino que en la banca pasará igual y pienso que se deberían poner una serie de leyes para proteger las oportunidades que puedan tener las mujeres. Estamos en una sociedad muy machista. Que una mujer vaya andando por la calle y se le grite "¡Eh, guapa!" me parece machismo absoluto. Hay que tener un respeto total, cero tolerancia con el machismo.
En el cine español espero que se den oportunidades a compositoras españolas, jefas de producción, editoras... Apoyo a actrices, cantantes, mujeres. Cuando veo un Parlamento, como el español, con tantas mujeres me da alegría. Cuántas más mujeres haya, mejor va a ir el país. Eso está ahí (risas).
Desde tu formación clásica, ¿qué piensas del trap o el reguetón?
A mí me gusta que haya géneros de todo tipo, que haya trap, house... Lo importante de la música es que llegue al que la oye, no hay que ser elitista. A mí me puede llegar Bach y un autor contemporáneo que hace hip-hop. Están al mismo nivel.
Después de tu trabajo con la banda sonora de Élite(Netflix), ¿te planteas hacer más series?
La experiencia me gustó mucho, es la primera serie que hice y ahora tengo otros proyectos para televisión. Creo que es un formato muy bonito y cada vez el nivel en España es más potente. Es una auténtica maravilla. Lo mío es el cine, pero me estoy abriendo a las serie porque creo que son el futuro.
En la banda sonora de Élite (Netflix) incluiste a Rosalía, ¿qué piensas del fenómeno que se ha generado en torno a ella?
Fue muy bonito ver en los Grammy a Rosalía, representante de nuestra cultura y de la evolución de esta, pero como ella hay otros artistas españoles como Malú, Alejandro Sanz o Pablo Alborán. Todos están al mismo nivel que nombres europeos y estadounidenses.
En mi trabajo estoy todo el día metido en el estudio componiendo y cuando salgo lo último que quiero es escuchar música, pero cuando lo hago me suelo poner música clásica o Spotify y ver qué es lo último que se lleva en España.
¿Y qué haces para no pensar en música?
Me ha dado por cocinar, me gusta y me relaja mucho. También jugar al ping pong y pasear por Venice (Los Ángeles).
Ahora hay una cultura nueva de comer sano y estar sano y la estoy siguiendo, he adelgazado cuatro kilos sin buscarlo. Como poca carne o casi nada, pescado, muchas verduras y me está sentando genial. Tengo más energía que nunca, no bebo, no fumo. Estoy feliz de tener una calidad de vida con la que pueda estar sano comiendo alimentos orgánicos.
¿Es difícil cuidarse en EEUU?
Sí, generalmente miras mucho a dónde vas o a dónde no vas y suele haber muchas grasas, muchos aceites que no son buenos. Allí la dieta mediterránea no existe, así que hay que ir con cuidado.
¿Sigues algún programa tipo Operación Triunfo?
No tengo tiempo, vi OT 1 cuando tenía 10 años, pero es que no tengo tiempo de nada y no veo la tele.
¿Crees que es necesario que los jóvenes salgan de su país?
Creo que es bueno viajar, conocer otras culturas. En mi caso, haber vivido fuera me ha dado una visión más amplia de lo que tenemos aquí en España. La gente flipa cuando viene y ve cómo vivimos: desde la calidad de vida a los medios técnicos. Cuando vienen a grabar a España dicen que el nivel es igual o mejor que en EEUU, aquí se trabaja muy rápido y muy bien.
Viajaste también con Raphael al mítico estudio de Abbey Road para grabar Resimphónico (2018), ¿cómo fue?
Cuando fui con Raphael fue muy interesante, cuando entras lo primero que ves es una foto de los Beatles. Él dijo: "Ah sí, los Beatles, buenos chicos". Los conocía. Fue una situación brutal: entrar al estudio de los Beatles con Raphael.
Durante estos años has superado un cáncer, ¿te hizo plantearte tu carrera de otra forma?
Tuve un tema médico que me obligó a venir a España a tratarme y después volver. Me hizo plantearme la vida y pensar que, si en 100 años vamos a estar muertos, hay que ir a por todas, ser feliz, trabajar en lo que a uno le gusta. Tuve la suerte de tener un apoyo de mis padres, que no me obligaron en ningún momento a parar mi carrera y hacer lo que me gustaba.
¿No te has venido abajo en ningún momento?
Esta carrera tiene altos y bajos, de lo que se trata es de pasar muy bien los bajos, coger fuerza y subir la rampa. Ni pensar que siempre vas a estar abajo, ni arriba. Hay que tener los pies en la tierra y plantearte que es un trabajo más: ni estamos salvando vidas, ni estamos haciendo descubrimientos. Solo hacemos entretenimiento.
¿Quién ha sido la persona más importante para ti que has conocido dentro de la industria?
Soy muy fan de Alberto Iglesias, compositor español de referencia internacional, para mí es una figura espectacular de la música para cine. Es un amor de persona, ha ganado 11 premios Goya, ha tenido varias nominaciones a los Oscar y es muy humilde. A nivel internacional, destacaría cuando conocí a Danny Elfman, autor de la banda sonora de muchas películas de Tim Burton como Pesadilla antes de Navidad. Recuerdo que tuve la oportunidad de asistir a una sesión de interpretación de una banda sonora suya. Fue una maravilla conocerlo y poder hablar con él.