Lucas Eguibar, protagonista de la narración que no deja de compartirse : "Fue muy emocionante"
Su hermano Nico contó cómo el deportista vasco se proclamaba campeón del mundo de snowboard cross.
Acordarse del gol de Iniesta en la final del Mundial de Sudáfrica es hacerlo del ”¡Iniesta de mi vida!” de Camacho. Ver a Maradona regatear ingleses solo se puede hacer con la voz de Víctor Hugo Morales de fondo. Cada éxito deportivo suele ir acompañado de una narración que lo hace único. En el caso de Lucas Eguibar Bretón, la voz es la de su hermano Nico.
Lucas se proclamó campeón del mundo el pasado 11 de febrero en la modalidad de snowboard cross del Mundial de Idre Fjäll (Suecia). A su tremendo éxito (era la primera vez que lo lograba tras alcanzar la plata en 2017) se ha sumado en los últimos días la narración viral de su hermano, que sufrió un accidente de moto en 2013 que le causó daños cerebrales.
La prueba, que se decidió por foto finish, estuvo muy igualada desde el principio, aunque el golpe ganador lo dio Eguibar en los últimos metros. ”¡Vamos, vamos, vamos que se puede convertir en campeón del mundo!”, decía su hermano, que estaba viendo la carrera junto a su familia. Cuando la tabla del deportista vasco cruzó la línea de meta en primer lugar, la alegría fue la protagonista de la escena.
″¡Vamos, vamos, vamos! ¡Ha ganado! ¡Vamos hermano! Tarde, pero llega porque lo bueno se hace esperar”, acabó gritando Nico, que ya estaba como el resto de su familia desbordado de alegría y celebrando el hito de Eguibar, que le ha colocado con pie y medio en los próximos Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín 2022. Ahí, sueña con repetir hazaña y que, por supuesto, sea su hermano quien la inmortalice.
El vídeo del Mundial lo colgó Nico en su cuenta de Instagram y lleva más de 12.000 reproducciones. En Twitter, la cifra casi alcanza el medio millón de visualizaciones y se ha convertido en todo un fenómeno viral.
“Me emocioné, me pareció muy bonito la verdad. Por muchas dificultades que tenga, siempre está con una sonrisa y eso a todos nos gusta mucho”, afirma Lucas, que reconoce que para él tanto sus hermanos, Nico y Sara, como su madre, Graciela, son su mayor apoyo.
El accidente de Nico ocurrió en 2013, cuando tenía tan solo 23 años. A Lucas, que en ese momento tenía 19 años, le pilló preparándose para los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi 2014 y, desde entonces, ha sido una motivación más para lograr los éxitos. “Lo que le pasó nos unió a todos mucho más”, reconoce.
“Ya celebraremos cuando se pueda”
Eguibar aterrizó en San Sebastián el pasado viernes y este miércoles se vuelve a ir pensando en la siguiente prueba en el calendario. No ha tenido tiempo de celebraciones, pero tampoco se lo ha llegado a plantear.
“Ha sido todo tranquilo, con la situación en la que estamos no se puede hacer gran cosa y estoy muy centrado en la temporada. Me duele la espalda y estoy pensando en recuperarme de cara a las siguientes carreras”, afirma.
Incluso no ha pasado por casa, tal y como reconoce: “Si hubiese ido sí que habría habido más emoción, pero como estoy compitiendo tengo la cabeza en otras carreras... Ya celebraremos cuando acabe”.
A falta de el último tramo de temporada, a los Eguibar les queda por festejar un título de Campeón del mundo y, para ello, seguro que además de con champán lo hacen con la narración de Nico de fondo.