Los últimos siete años han sido los más cálidos desde que existen registros
Ni siquiera las restricciones por el covid han conseguido frenar el calentamiento global.
Los últimos siete años, incluido el 2021, han sido los más cálidos desde que a nivel global se empezaron a registrar las temperaturas anuales en 1850, según los datos que ha hecho públicos este lunes Copernicus, el Servicio de Cambio Climático de la Unión Europea.
En concreto, 2021 ha sido el quinto más cálido de todos los registros, con un aumento de temperaturas de 0,3 grados con respecto a los últimos 30 años y de 1,1 grados a épocas preindustriales, según las mediciones del sistema. No solo es un problema térmico, pues las concentraciones de CO2 en la atmósfera han seguido subiendo, pese al bajón por las restricciones iniciales del covid.
Las medidas adoptadas por los países para contener la expansión del coronavirus en 2020 y 2021 lograron rebajar ligeramente (cerca de un 5,5 %) las emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el calentamiento global, pero, aun así, “el grueso de las emisiones sigue en el nivel alto que tenía en 2018 o 2019”, ha lamentado en rueda de prensa el director de Copernicus, Vincent-Henri Peuch.
Las regiones más afectadas por el aumento de temperaturas son Canadá, la costa oeste de Estados Unidos y algunas regiones de África central y Oriente Medio, aseguran desde este servicio implementado por el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Plazo Medio (CEPMPM).
En el caso de Europa, los datos revelan su “verano más caluroso”, con un récord de temperatura de 48,8 ºC, registrado en Sicilia —casi un grado superior al anterior máximo— y una serie de acontecimientos climáticos extremos como las olas de calor sufridas en la región Mediterránea (más agudas en España, en Italia y en Grecia) o las inundaciones en Alemania, Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos.
Los incendios forestales precedidos por “condiciones secas y cálidas” arrasaron, sobre todo, la zona mediterránea oriental y central, donde Turquía fue uno de los países más afectados, aunque también los sufrieron Grecia, Italia, España, Portugal, Albania, Macedonia del Norte, Argelia y Túnez.
“Todos estos acontecimientos del pasado verano ponen de manifiesto que ha aumentado la frecuencia en que suceden los fenómenos meteorológicos extremos”, ha recordado en su intervención Mauro Facchini, quien dirige la unidad de Copernicus dentro de la Comisión Europea, que ha citado este hecho entre las consecuencias de la crisis climática.
Los peores años, los anteriores
Aunque se trata de años excepcionalmente cálidos, el 2021 no fue tan caluroso como 2020 —que también fue “La Niña”—, ni tampoco como 2016, 2017 o 2019; y de hecho en determinadas regiones (Alaska, Australia, partes de la Antártida, Rusia occidental y el extremo oriental del país, y en el centro y este del Pacífico) hubo temperaturas inferiores al promedio del periodo de referencia.
Los nuevos datos de Copernicus muestran además que en 2021 se alcanzaron niveles máximos y “preocupantes” de acumulación en la atmósfera de partículas de metano, si bien aún es pronto para determinar el motivo de este récord, que podría deberse a causas naturales (como los humedales) o antropogénicas (como la agricultura o la producción de hidrocarburos).
“Las fuentes del metano son variadas y complejas”, ha recalcado Peuch, quien ha añadido que ahora la comunidad científica se enfrentará al “reto” de estudiar a fondo este “preocupante” aumento en las concentraciones de metano, que en 2021 llegaron a aproximadamente 1.876 partes por mil millones (ppb).