Los tesoros salvados y perdidos en el incendio de la catedral de Notre Dame
Las dos reliquias más importantes del templo, la Santa Corona y la túnica de San Luis, fueron rescatadas de las llamas.
La catedral de Notre Dame de París, devastada este lunes por un incendio, contenía importantes reliquias para los católicos, un órgano de notables dimensiones y muchas obras de arte.
Repasamos qué se ha salvado, qué se ha quemado y qué está en peligro.
- La Santa Corona de espinas es la reliquia más preciada de todas las que se conservaban en Notre Dame. Según la creencia de los católicos, fue la que los soldados romanos colocaron sobre la cabeza de Jesús poco antes de su crucifixión. Consiste en un “anillo de juncos reunidos en manojos y sostenidos por hilos de oro, con un diámetro de 21 centímetros, sobre los que estaban las espinas”, según la web de la catedral.
- La túnica de San Luis es otra de las más preciadas reliquias del templo. Perteneció al rey Luis IX (1214-1270). Fue el último monarca europeo que se embarcó en una cruzada para recuperar Jerusalén.
- Un clavo de la Pasión de Cristo
- Un fragmento de la Cruz de Cristo
- El gran órgano (de los tres que había). Se empezó a construir en el siglo XV y alcanzó su tamaño actual en el S.XVIII. Cuenta con 109 juegos, 8.000 tubos y cinco teclados. Consiguió sobrevivir a la Revolución sin daños, “probablemente gracias a la interpretación de la música patriótica”, según la web de la catedral.
- 16 estatuas. Durante los trabajos de restauración, las estatuas que decoraban el techo y que representan a los 12 apóstoles y los cuatro evangelistas se sacaron del templo, así que se salvaron del incendio.
- Parte de las obras. También se han salvado de las llamas buena parte de las obras que componen el Tesoro de la catedral, que fueron rescatadas por los bomberos durante las labores de extinción y trasladadas al Ayuntamiento de París. Desde allí, según ha informado el ministro de Cultura, Franck Riester, se trasladará al museo del Louvre, donde se conservarán entre otras cosas al corona de espinas y la túnica de San Luis.
- Los rosetones-vidrieras. Estas vidrieras representan las flores del paraíso y se construyeron en el siglo XIII. Después se renovaron varias veces. Las rosetas norte y sur, las dos más grandes, tienen un diámetro de 13 metros.
La alcaldesa de París, Anne Hidaldo, ha compartido en Twitter la imagen de una parte de los tesoros que los bomberos y policías de la ciudad consiguieron sacar de la catedral a tiempo mediante “una cadena humana”: “Varias obras importantes están ahora en un lugar seguro”.
- El tejado y parte de la armadura. “Todo el tejado está siniestrado, toda la armadura quedó destruida, una parte de la bóveda se derrumbó y la aguja ya no existe”. El ministro de Cultura, Franck Riester, constató que el fuego ha destruido dos tercios de la cubierta de la catedral.
- La bóveda y el marco. Es una de las estructuras más antiguas de París, con 800 años de historia. Las primeras maderas que se han encontrado en el marco están datadas 1160-1170.
- La aguja central y el gallo. La aguja, también llamada flecha, databa del S. XIX. Estaba situada en la parte central del transepto, y este lunes se partió y se desplomó. El gallo que la coronaba se derritió con las reliquias que albergaba en su interior: la de Sainte-Geneviève, Saint-Denis y un fragmento de la corona de espinas de Cristo.
- Muchas de las pinturas que decoraban las distintas capillas de la nave. Entre 1630 y 1707, cada miembro de la corporación de orfebres parisinos ofreció un lienzo a la catedral. En la pared oeste de la Capilla de Saint-Guillaume colgaba una de las pinturas más hermosas de la catedral, La Visitación de Jean Jouvenet (1716), obra maestra del siglo XVIII, y restos del coro barroco de la catedral.
- La estructura, y por ende, la propia catedral. Los expertos están analizando los daños que el fuego ha producido a la estructura de la catedral. Mientras los bomberos aseguran que han conseguido mantenerla a salvo porque ya se ha sofocado el incendio y el templo continúa en pie.
Sin embargo, el secretario de Estado de Interior, Laurent Núñez, ha puesto en duda la versión de los bomberos y ha resaltado que “la cuestión ahora es el edificio, cómo va a resistir la estructura a un incendio que ha sido muy grave”.
Se ha convocado una reunión de expertos para que valoren si el esqueleto ofrece la suficiente estabilidad como para que los bomberos penetren en el interior de las naves a continuar su trabajo.
- Las dos torres. Las dos torres emblemáticas de la fachada sur del templo también se han mantenido en pie, así como el gran rosetón. Pero siguen dependiendo de lo que digan los expertos.
En el santuario, apoyada contra el pilar sudeste del crucero, está representada una Virgen con el Niño, tallada a mediados del siglo XIV. Es la más famosa de las 37 representaciones de la Virgen en la catedral.
- La campana. La más grande de Notre Dame, llamada Bourdon, también continúa en su sitio (en la torre sur) pero a la espera del análisis de los expertos. Se fundió hace más de 300 años y fue bautizada Emmanuel por su padrino Louis XIV. Su peso es de 13 toneladas y el obturador, la parte que golpea contra las paredes para producir el sonido, es de 500 kilos.
- La Piedad. Detrás del altar se encuentra la monumental estatua del escultor Nicolás Coustou, una Piedad encargada por Luis XIV según los deseos de su padre, Luis XIII. Hecha entre 1712 y 1728, la estatua de la Virgen llorona, sostiene sobre sus rodillas el cuerpo de Cristo que descendía de la cruz.