Los sondeos auguran un batacazo de Ciudadanos pero aún puede guardar la llave del Gobierno

Ciudadanos no llega en su mejor momento a las elecciones anticipadas en la Comunidad de Madrid, anunciadas hoy por su ya exsocia, la popular Isabel Díaz Ayuso. Su líder regional, Ignacio Aguado, y la nacional, Inés Arrimadas, van a necesitar de más “carreras ciudadanas” como la de la foto para ponerse en forma y tratar de mantener lo conquistado en los comicios de 2019. Hoy las encuestas lo que pronostican es un importante batacazo.

En las últimas autonómicas, la formación naranja se convirtió en la tercera fuerza en la Asamblea de Madrid, con 26 escaños. Aupó al poder al PP, que sólo tenía 30 escaños y en realidad había perdido las elecciones ante los socialistas (37). Vox completó puntualmente el tripartito, con sus 12 diputados.

En primavera, una encuesta de ABC provocó un terremoto en sus filas porque le calculaba apenas 10 representantes y no le daba ni el bronce. Ayuso se lo llevaba todo. Ahora, sin embargo, Ciudadanos estaría en una horquilla de entre 15 y 19 escaños, una sangría de al menos un cuarto de su representación actual. En diversos sondeos publicados desde el pasado otoño y hasta el mes pasado, no ha logrado superar ese umbral de parlamentarios.

Así, medios como Público lo sitúan incluso como quinta fuerza en la cámara, con 15 representantes, por detrás de Más Madrid o de Vox, mientras que La Razón o El Español suben sus datos hasta los 19 y los 16 escaños, respectivamente, conservando en cualquiera de los casos la tercera posición.

En cuanto a porcentaje de votos, la demoscopia da un respiro a Ciudadanos Madrid si se compara con los datos logrados en las últimas elecciones catalanas o en las generales: conservaría entre el 11,6 y el 14% de los votos, lo que supone hasta cuadruplicar los resultados.

Las tensiones surgidas en el seno del Gobierno estos meses parecen perjudicar especialmente a los de Aguado, pero en los tres casos, pese al derrape, tienen aún margen para sumar con nuevos socios: PSOE y Más Madrid. En el primer escenario, llegarían a 72 escaños, en el segundo a 73 y en el tercero, a 69. La mayoría absoluta en la Asamblea está en 67 diputados. El problema no es de aritmética, es de ideología, de desconfianza, de pasado entre las dos formaciones progresistas y los liberales. No hay sintonía, a día de hoy.

En lo que también coinciden los tres sondeos es en que la formación naranja debe prepararse porque un tercio de sus votos en 2019 se van a transferir al PP o a Vox. No es desencanto con el sistema, no es voto que se queda en casa. Es desilusión de los que un día los apoyaron y, también, radicalización del electorado madrileño.