Los sindicatos piden al menos subidas salariales "razonables" de entre el 4 y el 4,5% en 2022
UGT y CCOO han convocado una movilización este jueves en Madrid para pedir un compromiso ante la elevada inflación, tanto de Gobierno como de empresariado.
Los sindicatos CCOO y UGT salen este jueves a la calle en Madrid para reclamar subidas salariales bajo la amenaza de intensificar la conflictividad en un contexto de elevada inflación. La manifestación, bajo el lema “Salario o conflicto”, comenzará a las 10:30 en la Plaza de España, en la calle Atocha y en la Puerta de Toledo, puntos desde los que avanzarán las tres columnas de manifestantes para terminar en la céntrica Plaza Mayor a las 12:00 horas, según han detallado UGT y CCOO.
Antes de acudir a esa cita, los líderes de las dos centrales, Pepe Álvarez y Unai Sordo, han acudido al programa Hoy por hoy, de la Cadena SER, para conceder una entrevista en la que han defendido sus movilizaciones para denunciar el “bloqueo” de la patronal a la negociación colectiva y exigir subidas salariales en los convenios colectivos ante la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores por la elevada inflación.
La clave es llegar a fin de mes, no perder poder adquisitivo en este mundo en crisis, con la postpandemia y la guerra en Ucrania y sus consecuencias. “Puede que los salarios en este momento no puedan subir igual que la inflación, pero sí se pueden adquirir compromisos de subidas razonables, que deberían andar entre el 4-4,5% este año y entre 3 y 2,5% los dos próximos años”, sostiene Sordo. El secretario general de CCOO cree que “las organizaciones empresariales están acostumbradas de salir de la crisis con procesos de caídas salariales” y es una dinámica que hay que cambiar.
Sordo y Álvarez entienden que las empresas están obteniendo beneficios de la subida de precios -no hay más que ver el mundo energético- y defienden que, si no suben los salarios, la sociedad dejará de consumir, una cosa va con la otra. Esto es, hay que revisar los convenios para que no pare el consumo. “Es importante que no se pare el consumo interno. Si se para, empeorarán los beneficios de esas empresas”, explica Álvarez, quien recuerda además que “donde hay fortaleza sindical, los convenios se están actualizando con una subida salarial por encima del 4,5%”.
“En cambio, en el sector de servicios, que se está forrando, los convenios siguen con los salarios bajos”, insiste. Y España es un país eminentemente de servicios. Recuerdan también que muchas de las subidas que se están consiguiendo tras días de huelga, parciales o sectoriales. Las subidas deben alcanzar también, añaden, al salario mínimo interprofesional.
Ante la comparación con Francia, donde se están produciendo las mayores movilizaciones sociales de Europa, con bloqueo en carburantes o servicios esenciales como el transporte o la educación, los dos líderes de las centrales recuerdan las especificidades del país vecino y también las españolas: que aquí hay un acuerdo en el sector público que no tienen en Francia (y la mayoría de los que se manifiestan en Francia se corresponden a estos sectores) y que en Francia “no hay servicios mínimos” y el Estado se ha visto obligado a imponerlos, generando gran parte del malestar y con los sindicatos poniendo el grito en el cielo por la violación de su derecho de huelga.