Los retos económicos del futuro Gobierno de PSOE y Unidas Podemos (si lo hay)
Unos nuevos presupuestos, una abultada deuda pública o una gran tasa de paro condicionarán la labor del nuevo Ejecutivo.
Sí se pudo. Pedro Sánchez y Pablo Iglesias han cerrado este martes un preacuerdo para formar el primer Gobierno de coalición de la historia de la democracia española. Si finalmente sale adelante la investidura del líder de los socialistas, miembros del PSOE y de Unidas Podemos compartirán mesa en el Consejo de Ministros.
Tal y como anunció Sánchez durante el debate, Nadia Calviño ocupará la vicepresidencia económica, un cargo ausente durante su primera legislatura, pero que han ocupado anteriormente Rodrigo Rato, Pedro Solbes o Elena Salgado. El ascenso de Calviño no es casual, ya que se trata de un nombre respetado en Bruselas, que tendrá que enfrentarse a importantes desafíos como la situación en Cataluña, la desaceleración económica o la salida del Reino Unido de la Unión Europea.
Estos son los principales retos en materia económica a los que se enfrentará el nuevo Ejecutivo:
Aunque parezca mentira, España se encuentra a las puertas del año 2020 con una segunda prórroga de los Presupuestos Generales del Estado de 2018, que elaboró el entonces ministro Cristóbal Montoro. Estas cuentas públicas se aprobaron apenas una semana antes de la moción de censura a Mariano Rajoy, gracias a que el PNV arrancó a los conservadores una subida generalizada de las pensiones.
Se trata de unos presupuestos que ya no responden a la realidad de España porque no están actualizados: han mejorado los ingresos —por una mayor recaudación de impuestos—, ha bajado el gasto en desempleo o se ha aumentado el sueldo de los funcionarios, entre otras. Es por ello, que la elaboración de nuevos Presupuestos debe ser una prioridad para el nuevo Ejecutivo, porque resultan un pilar fundamental de la política económica. Si no hay presupuestos, no hay acción de Gobierno que valga, solo propaganda, como ocurre actualmente en Cataluña o en Madrid.
La aprobación de unas nuevas cuentas públicas no resultará nada fácil, ya que la conformación de una mayoría parlamentaria no resulta sencilla. Solo por recordar: Sánchez necesita asegurarse más síes que noes para superar las enmiendas a la totalidad que seguro plantearán PP y Vox, como mínimo. De hecho, fue el fracaso de los Presupuestos de 2019 en esta votación lo que provocó el adelanto electoral al 28 de abril.
Lo más probable es que PSOE y Unidas Podemos retomen medidas incluidas en aquellas fallidas cuentas públicas, elaboradas por María Jesús Montero, como el incremento del impuesto sobre sociedades o el aumento del impuesto sobre hidrocarburos a los coches diésel. La aprobación de la tasa Tobin y de la tasa Google también estarán sobre la mesa. Más impuestos a cambio de más gasto, por ejemplo, en dependencia. Además es previsible que aumente la demanda de inversiones en sus comunidades por parte de partidos de ámbito regional cuyo apoyo es necesario para sacar las cuentas adelante como ERC, PNV, PRC, BNG o Teruel Existe.
Si existe un gran fantasma sobre la economía española es el alto nivel de paro. A pesar de la recuperación económica, España todavía cuenta con 3.214.400 desempleados, según la Encuesta de Población Activa (EPA) del tercer trimestre.
Por su parte, la tasa de paro se ha reducido en los últimos años hasta situarse en el 13,92%. Un nivel de paro estructural tan alto si viene una nueva crisis económica puede ser letal. Solo conviene recordar que la tasa de paro en 2007 era del 8,57%.
Lo más preocupante es que se está produciendo una ralentización en la creación de puestos de trabajo. Si el empleo crecía a un ritmo del 3,2% durante el primer trimestre de 2019 respecto al año anterior, ahora lo hace al 1,8%. El mercado laboral no está siendo inmune a la desaceleración de la economía global. La ausencia de un Gobierno estable tampoco ha ayudado.
Otro factor a tener en cuenta es que el sector turístico —que ha sido el motor de empleo— ya no puede seguir creando empleo al mismo ritmo porque los destinos más visitados, como las islas y el Mediterráneo, están colapsados, y sus competidores como Túnez se recuperan. El nuevo Gobierno debe apostar por la generación de puestos de trabajo en otros sectores como las energías renovables y la investigación.
Así ha evolucionado el desempleo desde antes de la crisis:
Si no ves gráfico, pincha en este enlace.
La importante creación de empleo desde la crisis ha ocultado una realidad cada vez más evidente: una gran precariedad en el empleo. Uno de cada cuatro de los asalariados en España tiene un contrato temporal. Esto afecta especialmente a los jóvenes que retrasan decisiones vitales como la emancipación o la maternidad.
El PSOE se ha comprometido a elaborar un nuevo Estatuto de los Trabajadores y a derogar los “aspectos más lesivos” de la reforma laboral que aprobó el Gobierno de Rajoy en 2012. Los socialistas quieren poner en marcha un Estatuto del Becario, modificar el régimen de los trabajadores autónomos y reducir las modalidades de contratos.
Otro asunto pendiente es la eterna reforma del sistema público de pensiones. Los nuevos diputados tienen que elaborar un listado de recomendaciones de hacia dónde debe encaminarse esa reforma, entre las que se encuentra la revalorización anual de estas prestaciones de acuerdo con el Índice de Precios de Consumo (IPC).
El PSOE quiere derogar la reforma implantada por el PP en 2013 cuando se introdujo el factor de sostenibilidad, un mecanismo que recortaba la cuantía de la pensión teniendo en cuenta la esperanza de vida. Ante la abultado déficit de la Seguridad Social, Sánchez quería destinar el dinero que se recaude mediante la tasa Google a pagar estas prestaciones.
Una vez que se ha logrado reducir el déficit público —la diferencia entre los ingresos y los gastos— por debajo del 3% del producto interior bruto (PIB), España tiene ahora un problema pendiente con su enorme deuda. Las administraciones públicas españolas debían 1.200.006 millones de euros en agosto de 2019, un 97,38% del PIB, según los datos del Banco de España y el INE facilitados por el Ministerio de Economía. Bruselas exige que la deuda se sitúe por debajo del 60%. La diferencia es del 37,38%.
La financiación autonómica será uno de los grandes quebraderos de cabeza del nuevo Gobierno, ya que se trata de una de las demandas de los Ejecutivos autonómicas. La reforma del sistema actual está pendiente desde el año 2014 y deberá hacerse con el consenso de otros partidos como el PP y de otras administraciones públicas.
Los enfrentamientos más duros entre el PSOE y Unidas Podemos durante la legislatura se produjeron por los alquileres. El encarecimiento de los precios en los últimos años dificulta la emancipación de los jóvenes, que no se puede ver compensada con un parque público de viviendas como ocurre en ciudades como Viena.
El Gobierno de Sánchez aprobó un real decreto que ampliaba el tiempo de prórroga de los contratos, limitaba las fianzas y ligaba la subida al Índice de Precios de Consumo (IPC) —que mide el encarecimiento de la cesta de la compra—. Sin embargo, existe diferencias fundamentales entre ambos socios: Unidas Podemos defiende la limitación de los precios en las zonas donde más ha subido el precio, mientras que los socialistas apuestan por ceder suelo público a entidades privadas para que construyan viviendas en alquiler.