Los problemas que rodean a Díaz Ayuso a menos de una semana de ser presidenta de Madrid
El piso cedido de su padre, unos meses de IBI pendientes, la Púnica... Poco tiempo para hacer con calma el discurso de investidura
13 y 14 de agosto, martes y miércoles próximos. En esos dos días se celebrará en la Asamblea de Madrid el pleno de investidura del que, si no hay sorpresas de última hora, saldrá su nueva presidenta, la popular Isabel Díaz Ayuso. Los votos de Ciudadanos y Vox apuntalarán la mayoría del PP, permitiéndole tocar poder, muchos días después de las elecciones del 26 de mayo pasado y tras numerosos desencuentros en la mesa de negociación.
La candidata debería estar puliendo su discurso, pero lo cierto es que en estos días de espera ha subido la fiebre y algunos problemas del pasado han resurgido para quedarse, para incomodarla. Revelaciones periodísticas de El País e Infolibre han sacado a la luz distintos desajustes que ya han cuajado en lo que se llama el “Caso Ayuso”: créditos familiares con una entidad participada por la Comunidad de Madrid, recibos del IBI pendientes de pago, contactos con algunos miembros de la trama Púnica... Hasta un intento de última hora de desmarcarse de Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes le ha salido mal.
El caso que más vueltas está dando es el de su apartamento. Una empresa participada por su padre logró en tiempo récord un crédito de 400.000 euros de Avalmadrid, una entidad de la que entonces la Comunidad de Madrid tenía un 30% de las acciones y Bankia, otro 30%. Dicho crédico, según indica la prensa, estaba avalado con una nave industrial que los informes técnicos del ente semipúblico desaconsejaban, por dos razones: el valor de ese inmueble, que consideraban inferior a 30.000 euros, y su dificultad para venderlo, en caso de impago. Pocos meses después de recibir el crédito empiezan los problemas de la empresa del padre de la futura presidenta, que no puede hacer frente a la devolución del dinero.
En julio de 2011 Ayuso se convierte en diputada autonómica y en octubre de ese mismo año acepta la donación del piso de su padre, aunque ya conocía los detalles del aval. La candidata se ha defendido acusando a los medios de escarbar en su pasado y en su familia para atacarle políticamente pero no ha ofrecido explicaciones claras sobre esta deuda que, sumando los intereses, se sitúa ahora por encima del medio millón de euros.
No fue esta la única donación del padre de Díaz Ayuso que ella aceptó, pues al parecer consintió la donación de las acciones de su padre en una sociedad cuando empezaron sus problemas económicos y debe cinco años del IBI (impuesto de bienes inmuebles) al consistorio de la capital española.
Vuelve la Púnica
El pasado martes, ante la posible imputación de Aguirre y Cifuentes en la trama Púnica, la ahora candidata del PP trataba de marcar distancias con sus compañeras y aseguraba que su nexo con ellas es “como el de cualquier militante del PP”. “Soy otra persona, tengo otro perfil, otra etapa, otros proyectos”, comentó en una rueda de prensa la candidata, después de que en enero dijera que le gustaría “tenerlas cerca y contar con ellas” porque “son un valor”, ha señalado.
Ahora, además, insiste en que su ligazón con las dos expresidentas es la misma que la de “cualquier militante y afiliado del PP en las épocas en las que han sido presidentas”, “ni más ni menos”.
Díaz Ayuso nunca ha sido llamada a declarar ni como testigo y no como imputada pero sí tuvo trato con imputados de la trama, ahora acusados de gestionar la imagen personal de altos cargos del PP a cambio de dinero público. Fue Adrián de Pedro en diciembre de 2014 el que reconoció al juez Velasco que la futura presidenta de la Comunidad de Madrid era en 2011 su enlace con la formación conservadora. “Yo sé con quién hablaba yo, en la época esta con Isabel Díaz Ayuso”, dijo el hermano del supuesto conseguidor de la trama, recuerda la SER. Ella, en 2011 y según su versión, “era la que me decía, ’oye, ¿me puedes ayudar en esto me puedes ayudar en lo otro?”, explicó a preguntas del magistrado instructor. Su hermano y socio, Alejandro de Pedro, está acusado de mejorar la imagen en internet de distintos cargos del PP a cambio de dinero público.
La candidata del PP ejerció de viceconsejera de Presidencia y Justicia en el Gobierno de Cifuentes y previamente fue nombrada por Aguirre responsable de redes sociales del PP de Madrid. Como publica hoy El País, también tuvo relación con la empresa Madrid Network, creada durante la primera legislatura de Aguirre como una entidad público-privada para fomentar la innovación. “La firma tuvo en nómina a variados asesores y consultores con sueldos de hasta 9.000 euros netos mensuales mientras recibía cuantiosas subvenciones públicas cuestionadas por los propios servicios jurídicos autonómicos” y entre esos asesores, de 2008 a 2011 estuvo Ayuso, quien percibió 4.219 euros netos mensuales hasta que obtuvo un escaño en la Asamblea de Madrid. En paralelo, llevaba la cuenta de Twitter de Aguirre y la comunicación online del PP de la capital, señala el diario.
Tampoco es la primera vez en que el nombre de la futura presidenta de la Comunidad aparece en el sumario de la trama, insistimos, sin procesamiento alguno de por medio. Un informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil en 2018 revelaba que ella era “canal de comunicación” entre De Pedro y la cúpula del PP madrileño, aunque sin existir pruebas de que ella estuviera al corriente de los métodos ilegales usados para pagar sus servicios.
Un informe en el que figura un email enviado por Díaz Ayuso en 2011 a De Pedro bajo el asunto “favorcito” y pidiendo una plantilla para una página web para la entonces presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Ella era, según las conclusiones de la UCO, “uno de los canales de comunicación entre las autoridades del Partido Popular en Madrid y Alejandro de Pedro”, para la prestación de sus servicios.
Desde Más Madrid, ya se ha solicitado una reunión urgente al resto de formaciones en la Asamblea de Madrid, para buscar una alternativa a investir a la candidata del PP como presidenta autonómica.“Despierta más sospechas antes de prometer el cargo que todos sus antecesores”, ha destacado el partido de Errejón. Y por ello, “la investidura no se encuentra en los cauces democráticos adecuados”.