Los presupuestos superan su primer trámite en el Congreso al tumbarse las enmiendas a la totalidad
Los socios habituales del Gobierno advierten que deberá seguir negociando para lograr su apoyo final a las cuentas.
Primera prueba superada... y con creces. El Gobierno ha logrado que el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PEG) del 2023 salve su primer trámite en el Congreso. Las enmiendas a la totalidad presentadas por varios grupos de la oposición han sido tumbadas con una amplia mayoría, como se preveía tras recabar el apoyo de los socios habituales del Gobierno desde la investidura.
Las enmiendas a la totalidad habían sido presentadas por PP, Vox, Ciudadanos, JxCAT, Foro Asturias, la CUP y los diputados expulsados de UPN, y han sido rechazadas con 186 votos en contra, frente a los 159 a favor y 3 abstenciones.
Los presupuestos deberán continuar ahora su tramitación con el debate sobre las enmiendas parciales, con el objetivo de que puedan ser aprobados y entrar en vigor el 1 de enero del próximo año. Precisamente, los socios habituales del Gobierno -ERC, PNV y EH Bildu- ya han advertido de que deberán continuar las negociaciones para conseguir el apoyo definitivo a las cuentas.
Las advertencias de los socios
La clave de lo vivido durante estos dos últimos días en el Hemiciclo no es que las enmiendas a la totalidad hayan sido tumbadas gracias a los votos del Gobierno de coalición sumados a los de ERC, PNV o EH-Bildu. Lo significativo ha estado en las intervenciones de sus portavoces.
El diputado de ERC encargado de defender la postura de su formación, Joan Margall, ha adelantado que estos no son sus presupuestos en el inicio de la intervención. Un arranque en el que ha asegurado que las cuentas “perpetúan un modelo de Estado” que “más que servir a la ciudadanía, se sirve de ella para mantener los privilegios de los de siempre”.
El republicano incluso ha admitido que tenían motivos “fundamentales” para apoyar algunos de los vetos que incluían las enmiendas a la totalidad, pero ha apelado a la posición de “responsabilidad” que viene demostrando ERC a la hora de negociar las cuentas y “ser útiles a la gente”.
En la misma línea se ha pronunciado el diputado de Bildu Oskar Matute, quien ha adelantado al Gobierno que su formación planteará batalla para lograr pensiones más dignas, impuestos para grandes empresas o medidas para acceder a una vivienda digna. Para ello, Matute ha reclamado un diálogo “sincero” y “firme” al Ejecutivo que pasará necesariamente por una nueva negociación.
Desde el PNV, la diputada jeltzale Idioa Sagastizábal ha sido clara al calificar de “punto de partida” para la negociación los votos en contra de las enmiendas a la totalidad. También ha dejado patente que todavía queda pendiente volver a los despachos al referirse a que “falta un trecho” para un acuerdo definitivo de unas cuentas que “tienen margen de mejora”. “Nos encontramos en un contexto de incertidumbre, volátil, donde es necesario aunar esfuerzos y dotar de estabilidad a las instituciones”, ha asegurado la diputada.
El siguiente paso y el calendario final
Una vez tumbadas las enmiendas a la totalidad, las cuentas pasan a una nueva fase de cuatro semanas en la que el Gobierno deberá asegurarse los votos de los socios.
En este sentido, el viernes finalizará el plazo de presentación de enmiendas parciales que la Comisión de Presupuestos de la Cámara Baja debatirá en la fase de ponencia, a puerta cerrada, y después en comisión durante las dos próximas semanas.
Si logra salvar este segundo trámite con sus sucesivas votaciones, el proyecto será evaluado de nuevo en el Pleno del Congreso previsto para la semana del 21 de noviembre. Una fecha que funcionará como el plazo máximo del Ejecutivo para tener amarrados los apoyos.