Los partidos del Gobierno alemán contienen en el Este el auge de la ultraderecha
Alternativa para Alemania triplica sus resultados en Sajonia y los duplica en Brandeburgo, pero no le sirve para desbancar a nadie ni sumar con nadie
La ultraderecha alemana ha mostrado este domingo su poder en el este alemán, aunque sin llegar a desbancar a los partidos establecidos de la gran coalición de la canciller Angela Merkel pese a su manifiesta debilidad.
La Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller defendió su posición de primera fuerza en Sajonia en las elecciones regionales celebradas este domingo, lo mismo que logró el Partido Socialdemócrata (SPD) en Brandeburgo, el Land que envuelve Berlín.
De acuerdo con las proyecciones de voto de la televisión alemana ZDF, los conservadores sajones obtuvieron un 33,1 % de los votos -una caída de seis puntos respecto a sus resultados en las regionales de 2014-.
Los socialdemócratas de Brandeburgo quedaron en un 26,8 %, cinco puntos menos que en los anteriores comicios en ese Land.
El partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) no logró su objetivo declarado de arrebatarles la posición de primera fuerza, pero se dispararon al 28 % en Sajonia y al 24,5 % en Brandeburgo, lo que triplica, en el primer caso, y dobla, en el segundo, sus resultados de 2014.
La AfD, una formación excluida como aliado o socio de gobierno por el resto de los partidos, obtuvo estos porcentajes con líderes como Andreas Kalbitz, el muniqués convertido en candidato en Brandeburgo y representante de la corriente más radical del partido.
De Kalbitz han surgido en la semana final antes de los comicios revelaciones en los medios que lo situaban participando en una marcha neonazi en Atenas, en la que se colgó una cruz gamada en un hotel.
Es una de las muchas informaciones respecto a su biografía, todas ellas relacionadas con el neonazismo, lo que al parecer no ha hecho mella en su electorado de esa mitad del país.
La formación radical es el partido que más ha crecido en votos en el este alemán, mientras que La Izquierda, formación que en los años siguientes a la reunificación capitalizó el llamado voto de protesta, perdió ocho puntos en cada uno de los “Länder”.
Los Verdes, por contra, ratificaron su ritmo ascendente y, tras años de ser un partido casi marginal en el este, se colocaron en un sólido 10 % en Brandeburgo y un 8 % en Sajonia.
Quedaron así por debajo de sus expectativas, pero podrían ser una pieza clave para futuras coaliciones en esos estados federados, ya que las coaliciones actuales -CDU y SPD en Sajonia y SPD con la Izquierda en Brandeburgo- no tendrán la mayoría necesaria.
Las regionales en estos dos Länder, con unos 5,5 millones de electores del total de 82 millones habitantes que tiene Alemania, se celebraron cuando aún no se ha llegado a la mitad de la presente legislatura y abundan en la caída de votos encadenada de la coalición de Merkel en Berlín.
La CDU de la canciller partía con una posición más sólida que el SPD, ya que su primer ministro sajón, Michael Kretschmer, no tuvo que sufrir tanto para defender la posición de primera fuerza que tiene el partido en ese “Land” desde la reunificación de Alemania (1990).
El socialdemócrata Dietmar Woidke, en Brandeburgo, tuvo que emplearse a fondo hasta lograr remontar posiciones, ya que hace apenas unas semanas los sondeos le condenaban a una derrota clara frente a la pujante AfD.
Ambos han luchado con sus propias fuerzas para defender el primer puesto para su partido. La socialdemocracia está en una fase desolada, ya que a los pésimos resultados que arrastra desde hace tiempo se suma la incertidumbre en torno a su presidencia.
La jefa del partido, Andrea Nahles, dimitió el pasado junio tras apenas trece meses en el puesto y la formación ha entrado en un complejo proceso de discusión interna en busca de sucesor, con una docena de aspirantes, a la espera de que su congreso federal elija nueva jefatura, en diciembre.
A Kretschmer le secundó en su campaña la sucesora de Merkel al frente de la CDU, la ministra de Defensa Annegret Kramp-Karrenbauer, de escasa popularidad entre el electorado, pero a la que al menos no persiguen los abucheos ultras como le ocurría a la canciller en mítines en el este.
A las elecciones de este domingo seguirán, el 27 de octubre, las regionales de Turingia, otro Land del este alemán, ahora gobernado por un tripartito entre La Izquierda, Los Verdes y SPD, donde se pronostica un fuerte crecimiento ultra, asimismo en su versión más radical.