Los ocho minutos más angustiosos de 'Got Talent': "Lo he pasado muy mal"
Uff.
Segunda semifinal de Got Talent, segundo susto para los espectadores. Tras el accidente de uno de los concursantes de la semana pasada, este lunes se volvieron a vivir auténticos momentos de angustia durante una actuación.
Christian, un experto en apnea, fue a hacer un número de escapismo. En la fase de audiciones aguantó seis minutos debajo del agua, así que en esta ocasión debía superarse a sí mismo.
Santi Millán, el presentador, anunció la actuación con un mazo en la mano que le había proporcionado la dirección para que actuase en caso de emergencia. “Si en algún momento consideramos que la vida de Christian está en peligro, podemos romper la urna”, explicó.
En la pantalla, los espectadores podían controlar la frecuencia cardiaca y la saturación de oxígeno en sangre del concursante, además del tiempo que permanecía bajo el agua.
“También hay un equipo médico preparado para actuar en cualquier momento”, tranquilizó Millán.
Comenzó la actuación y todo fue bien hasta el sexto minuto. Ahí empezaron los nervios y la angustia. Cuando las pulsaciones y la saturación de oxígeno empezaron a subir, Millán se acercó al escenario y advirtió a su ayudante de que rompería la urna si se lo ordenaba la dirección del programa.
El ayudante le pidió que esperase y así llegó el séptimo minuto. Millán empezó a ponerse nervioso y dijo que la dirección le estaba pidiendo que abortase la actuación. El asistente le volvió a pedir que esperase y le sujeto el mazo.
La pulsaciones del concursante se dispararon y cuando llegaron a 150 por minuto, Risto Mejide y Paz Padilla empezaron a gritar al presentador para que rompiese la urna.
“No, no, espera, espera”, insistió el ayudante. El público empezó a murmurar y cuando el concursante ya estaba convulsionando, consiguió abrir el último candado que le ataba a la urna y sacar la cabeza. Estuvo, en total, 8 minutos y seis segundos bajo el agua.
En el momento de la valoración, se percibió el estado de angustia que tenían los miembros del jurado. Paz Padilla, al borde de las lágrimas, aseguró que lo había pasado muy mal y que no le gustaba que la gente llevase su cuerpo y su mente tan al límite. “No lo veo necesario y sufro mucho. Lo siento pero no me gusta lo que haces. Lo valoro, pero no me gusta”, opinó.
Risto Mejide, sin embargo, opinó que el número consistía en llevar el cuerpo al límite y lo comparó con algunas disciplinas olímpicas: “Los corredores de maratón se destrozan las rodillas, los que compiten en alterofilia se destrozan la espalda... Aquí la única diferencia es que no hay una categoría deportiva que lo defienda, pero lo que está demostrando es que el ser humano quiere y necesita llevar su cuerpo y su mente al límite. Así que enhorabuena”.