Los mejores restaurantes para comer calçots en Cataluña
Los reyes de la temporada.
Los calçots son, sin duda, los reyes de la temporada y degustarlos en grupo y en buena compañía los hacen aun más deliciosos. La potencia de las brasas, su tierno interior, la salsa romesco con las que acompañarlos, la manera de degustarlos con babero y con las manos... Es innegable que el plan de una buena calçotada es una auténtica delicia. Y por ello, desde TripAdvisor nos invitan a conocer cuáles son los mejores locales catalanes para disfrutar de ellos durante su momento más óptimo.
La forma más tradicional de comer los calçots es con las manos. Se coge uno, se separa el corazón tierno de las capas exteriores que han sido quemadas por el fuego de las brasas y se moja en la salsa romesco. La forma más común es comerlos levantando el brazo por encima de la cabeza. La salsa más típica para acompañar los calçots es la romesco y está elaborada con almendras, avellanas, pan tostado, aceite, ñoras, ajo asado y vinagre. ¡Una auténtica delicia!
Calçotada es sinónimo de entretenimiento, un tiempo de ocio que se traduce en reuniones al aire libre con amigos y familiares ¿A qué esperáis para probarla?
Cada año organizan su tradicional y auténtica calçotada, que incluye calçots cocidos sin límite acompañados con salsa romesco. Cocinados como manda la tradición, a las brasas bien fuertes, el resultado es exquisito y adictivo. A este menú especial se le puede añadir carne de cordero del Alt Camp, guarnición de alcachofa a la brasa y patata, pero también podemos degustarlos como ración para combinar con otras sugerencias de su carta.
Es uno de los enclaves más clásicos a la hora de hablar de calçotadas y para ellas tienen preparadas las llamadas tinas, unas botas de madera con capacidad para hasta 16 personas donde se pueden degustar los calçots más vallencs en un ambiente más recogido e íntimo entre amigos y familia. Para estas reuniones cuentan con un menú especial en el que además de calçots con salsa se puede degustar salchichón con alubias, carne de cordero a la brasa y crema catalana, todo ello regado con vinos del Penedès.
Situado en un lugar excepcional del corazón del Parque Natural de Collserola, esta centenaria masía del S.XVI alberga El Mirador de Can Cases. En este enclave con unas vistas espectaculares a todo el Vallés, ahora en temporada, además de una cocina mediterráneo-catalana, son famosas sus calçotadas para las que preparan un menú muy especial en el que disfrutar de lo mejor de la tierra.
Los calçots son una de las recomendaciones de la casa. Como bien manda la tradición, se elaboran directamente con llamas y se sirven acompañados de salsa. Para completar este menú especial, se aprovechan las brasas para preparar diferentes cortes de carnes y embutidos, entre los que destacan las longanizas. Una auténtica fiesta gastronómica que puede saborearse desde noviembre hasta abril.
Aseguran ofrecer una de las mejores calçotadas del país y su experiencia y buen hacer así lo avalan. Con un producto de primera calidad, unas brasas excepcionales y un ambiente divertido, sus menús dedicados a este manjar de la tierra son, además de contundentes, el plan perfecto para disfrutar entre amigos de una de las gastronomías más destacadas del panorama nacional.
Aquí tienes dos opciones para gusto del comensal. La primera es ofrecer una calçotada tradicional de toda la vida con los calçots y su salsa, longaniza y butifarra negra con judías del ganxet, carne de cordero con alcachofa y patata y, por último, una crema catalana y una naranja. Todo bañado con vino y cava de la comarca y café de Valls. La otra propuesta es preparar una calçotada a la carta, eligiendo los calçots como primer plato. Sea como sea, la experiencia para el paladar será una auténtica delicia.