Los Javis: "Pecamos de imitar a las americanas, pero triunfan las series que hablan de nosotros"
Los directores se unen a Ana Rujas y Claudia Costafreda en 'Cardo', la nueva serie de ATRESplayer.
Ni se lo han pensado. Tras el éxito de Veneno, Los Javis, o lo que es lo mismo, Javier Calvo y Javier Ambrossi, han decidido darle el empujón a Cardo, la serie creada por Ana Rujas y Claudia Costafreda, con las que han trabajado en guión y dirección. Se estrenará este domingo, 7 de noviembre, en ATRESplayer Premium.
Rujas, protagonista de la ficción de seis episodios, interpreta a una joven perdida, María, de la generación del noventa. Es actriz pero, con una cantidad de problemas que prácticamente la asfixian, decide dejar la televisión por... una floristería. Una treintañera estupenda por fuera, pero un cardo por dentro. Al menos así se siente.
Rescatáis a actores que no han reventado taquillas, como a Ana Rujas —por razones obvias— o a Raúl Prieto. ¿Es algo necesario, darles cara de nuevo?
Calvo: Cuando alguien se dedica a algo tiene que trabajar, tienen que comer. Era muy importante que en Cardo no estuvieran los mismos actores de siempre para transmitir esta verdad y este realismo, con las mismas caras parece que estás viendo siempre la misma serie. Pero sí, creo que los buenos actores tienen que trabajar.
Ambrossi: Ana es la creadora del proyecto, lo ha sacado adelante junto con Claudia, entonces es ella misma la que ha encontrado la oportunidad, más allá de que estemos nosotros o no ha hecho un proceso muy bonito de darse cuenta de que no estaba siendo leída por la industria como ella se sentía, y debía encontrar otra manera de decir quién era. Creo que ha hecho un viaje que es parecido al que hemos hecho Javi y yo, que hemos estado dando cabezazos entre casting y casting hasta decir ‘chico, es que algo está pasando, no puedo hacer caso omiso a los noes porque también significan algo’. Por eso nos sentimos tan conectados a Ana y es tan chulo que haya encontrado su camino para expresar su talento.
En Cardo, cuyo personaje protagonista es el de una actriz, se habla mucho de las drogas. ¿Sentís que esa antigua etiqueta que une ‘farándula’ y ‘vicio’ sigue existiendo?
Calvo: No se trata de retratar ni el vicio ni de hacer nada con moralidad, sino de hacer un retrato honesto y veraz de un vacío y de una hui hacia delante. En este caso ella huye de fiesta en fiesta, de after en after y de raya en raya, que es una cosa que pasa mucho y que responde también a una generación a la que se le dijo que iba a tener toda la vida, que lo tendría todo muy fácil y que no se preocupara, y de repente se ve con poco más de 30 años y se da cuenta de que la vida no es una fiesta, no se han cumplido sus expectativas y no sabe muy bien qué hacer: si seguir saliendo de fiesta, huyendo de todo, o enfrentarse a su vacío.
Ambrossi: La serie no ahonda en eso, es una anécdota, viene a significar el vacío, olvidarse de quién soy.
Como creadores, ¿se sigue luchando contra la idea de los haters de las ficciones españoles que dicen que solo se incluye sexo? En esta serie hay mucho sexo.
Calvo: Sí, es verdad que se dice muchas veces, pero creo que se decía más en los 2000. Ahora el cine español es todo lo contrario, muchas series y muchas películas españolas lo que pretenden es ser americanas y olvidarse un poco del alma y ADN español. Si pecamos ahora de algo es de todo lo contrario, de hacer cosas que intentan imitar a las grandes producciones americanas, aunque creo que las que triunfan son series que hablan de nosotros. Por ejemplo, lo que ha gustado mucho de Veneno en Estados Unidos es que es muy rica culturalmente y habla mucho de nuestro país, que es lo que quiere ver la gente, cosas diferentes. En esta serie hay mucho sexo porque habla de juventud y es una serie honesta y real.
Ambrossi: Ana y Claudia han hecho la serie que les ha dado la gana y creo que no hay etiquetas. Las creaciones responden a quienes las cuentan, la única etiqueta de esta serie es que es autoral.
Hay una escena que me parece muy importante —sin entrar en más detalles por los spoiler—, cuando a una chica le piden que se opere la nariz para poder ser modelo.
Calvo: Cuando yo fui a la primera agencia de actores/modelo/publicidad, con unos 13 años, me dijeron que tenía muchos granos y que si no se me quitaban me olvidara de hacer nada, y me dejaron bastante devastado con esto porque dije “no puedo evitarlo”. Pero sí que es cierto que tienes que ser perfecto. Eso aporta mucho al vacío y a esa forma de demostrar en redes sociales todo el rato que eres gente perfecta, feliz, y luego tenemos todos cosas buenas y malas.
Ambrossi: Todo el mundo que se ha dedicado a esto tiene anécdotas respecto a la crueldad de la industria. En mi caso constantemente era “tienes mucha pluma” o “no, es que lo haces muy bien pero el papel es de hetero”. Eso es duro y te genera una relación difícil contigo mismo porque te preguntas qué estará mal en mí. Sí, esa escena es durísima, no hay nada malo en ella, la que tiene que cambiar es la industria.
Hay muchos temas en la serie: un tío metiendo mano a una chica, drogas, sexo, esa crueldad de la industria... ¿Algo que podáis decir a nivel global de todo este entramado?
Calvo: Todo habla un poco de lo mismo, de cómo somos una generación a la que se le prometió mucho y que de repente se vio con 30 años sin planes, después de dos crisis económicas brutales, que estudiaron y no les sirvió para nada, sin saber muy bien hacia dónde ir, sin poder mantener el estilo de vida que está impuesto, viviendo en una ciudad en la que casi no puedes pagar nada... Es un retrato generacional bastante certero, sin olvidar que tiene una trama central importante.
Ambrossi: También es divertida, tiene ironía, tiene belleza, tiene esta parte de retrato con muchas aristas, crudo y oscuro, pero también una parte luminosa sobre la amistad.