Los humanos convivieron con los dinosaurios y otras 8 ideas locas de los españoles sobre la ciencia
Un 12% no sabe que la Tierra gira alrededor del Sol y casi un 6% considera que la ciencia es perjudicial.
La próxima vez que vaya a echarse unas risas a costa de Mariano Rajoy y las ideas de su primo sobre el cambio climático, piense que el presidente del Gobierno no es muy diferente, en lo que a ciencia se refiere, a la mayoría de españoles. Es posible que esa risa se torne en llanto.
Cada dos años, la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología pone a prueba la percepción científica de los españoles y este miércoles tocaba ver los resultados. La secretaria de Estado de I+D+i, Carmen Vela, ha dicho que los datos que arroja el estudio no son "buenos ni malos", aunque estos reflejen un lento crecimiento del interés por la ciencia, que las redes sociales se han convertido en la principal fuente de información científica de los españoles y que perviven entre ellos ideas disparatadas o desconocimientos sangrantes, como el de la Tierra, el Sol y cuál de los dos gira en torno a cuál.
La principal causa es la falta de entendimiento de los temas, con un 33,1%. Aunque este porcentaje ha descendido en seis puntos con respecto al estudio de 2014. Un 19,3% afirma no pensar directamente sobre ciencia y tecnología.
Una parte importante de los ciudadanos percibe un déficit en su formación científica. Aunque el porcentaje desciende del 47,1%, en 2014, al 44,2%, en 2016, sigue siendo superior que el de aquellos que la califican de normal (42,6%). Son los jóvenes de 15 a 24 años quienes perciben una mejor educación científica que la media, pues un 29,9% la califica de baja o muy baja, 14 puntos menos que la media.
Otro dato, uno de los pocos positivos que recoge el informe, es el del aumento de interés espontáneo (cuando se pregunta expresamente sobre este tema) de las mujeres españolas por la ciencia y la tecnología, que ha subido de un 9,9% en 2014 a un 13,7% en 2016, mientras que el de los hombres ha descendido ligeramente, del 20,4% al 18,5%.
Un 88,3% tiene claro que la Tierra gira alrededor del Sol, lo que significa que casi un 12% desconoce esa información. Pero la alfabetización científica de los españoles tiene otras lagunas, como la de que la mitad de ellos no tengan claro para qué son efectivos los antibióticos o que un tercio piense que los humanos convivieron con los dinosaurios o que comer un alimento modificado genéticamente modificará sus propios genes.
Los resultados revelan que los españoles desconfían de los horóscopos (un 83,9%), de los fenómenos paranormales (76,7%), de los curanderos (76,3%) y de los números y cosas que den suerte (71,3%).
El 59,8% confía mucho, bastante o algo en la acupuntura y el 52,7% confía mucho, bastante o algo en los productos homeopáticos. Además, las personas con mayor nivel de estudios son las que más confían en estas prácticas cuya eficacia no tiene evidencia científica.
Las redes sociales se han convertido en la fuente de información científica más consultada en Internet (un 43,6% frente al 30,8% de 2014). También aumentan significativamente los canales de vídeos como Youtube o similares como fuente para el 36% de los internautas (29,7% en 2014). Por el contrario, los medios generalistas (34%) y la Wikipedia (32,9%) se estancan como fuente online.
Los jóvenes utilizan mayoritariamente la red para informarse de ciencia: un 82,1% de penetración en jóvenes de 15 a 24 años y un 77,5% en los de 25 a 34 años.
Otro dato significativo del informe presentado este miércoles es que aumenta el porcentaje de españoles que considera que los beneficios de la ciencia y la tecnología son menores que los perjuicios, pasando de un 5,3% en 2014 al 5,8% en 2016.
En cuanto a temas concretos científicos y tecnológicos, son la inteligencia artificial, el cultivo de plantas modificadas genéticamente, la clonación, la energía nuclear y el fracking, los que más desconfianza despiertan en la ciudadanía. En general, aumenta el desconocimiento sobre estos temas, excepto sobre qué es el fracking, aunque este asunto sigue siendo el más desconocido por la población, con casi un 30%.