Los efectos secundarios de escuchar a Vox
Hay una nueva alerta sanitaria. Las salas de urgencias de todos los hospitales se están colapsando con pacientes que presentan síntomas muy similares: alteración del ritmo cardiaco, vértigos repentinos, sudor frío y una sensación de desubicación cada vez que ven las noticias y escuchan a algunos políticos. Se denomina “Retrocemia Temporal” y se genera por el desajuste mental que produce estar en 2019 y escuchar declaraciones propias de 1919. Dos de cada tres personas expertas en la materia recomiendan consultar cada minuto el calendario mientras se leen las noticias para paliar un poco la sensación de mareo. También alivia volver a ver el vídeo de las últimas campanadas (evitando Antena 3). Lo de las náuseas no hay manera de quitarlas, ni lo intentéis.
Esta semana en concreto España ha sufrido un brote severo de esta inquietante afección tras escuchar las declaraciones de Alicia Rubio, diputada de Vox en la Asamblea de Madrid. Ha sido exponer su opinión contra la propuesta de Unidas Podemos y dispararse las llamadas al Samur solicitando asistencia médica. Sobre todo, cuando aseguró que “pondría como asignatura obligatoria, en vez de feminismo, costura porque empodera mucho coser un botón”. Esperamos con impaciencia que nos ilustre ella misma cosiendo a punto de cruz su próxima campaña.
Entre las perlitas de su exposición, la señora Rubio (como estamos en 2019 ya no hay que llamarla por el apellido de su marido) nos recomienda ver películas de Hollywood para entender por qué se producen los asesinatos machistas y acto seguido hace responsable al propio movimiento feminista de que no se haya reducido el número de feminicidios. Queridos jueces, policías, médicos y docentes: ya os estáis haciendo con la saga completa de Lo que el viento se llevó y Star Wars para poder poner remedio a este grave conflicto.
También arremetió contra las medidas para incentivar la presencia femenina en el mundo laboral llamándolas las “cuotas por la entrepierna” y criticando que se asigne trabajo a mujeres que no valen. Bonita forma de ocultar que a muchos hombres les dan oportunidades sólo por ser hombres. Y para hacer un guiño a los fieles del partido, no olvidó recitar el clásico argumento de las denuncias falsas, que ya se ha convertido en marca de la casa. No importa cuántas veces lo hayamos desmentido, siguen repitiendo una y otra vez su mantra.
Pero el punto culmen de su intervención, donde la diputada de Vox se coronó, fue cuando utilizó la palabra “cáncer” para definir al feminismo: un movimiento político que ha hecho posible que ella pueda estar hoy hablando desde ese atril. Plas, plas, plas (los aplausos entusiasmados de sus colegas se escuchaban por detrás). Habría estado bien que alguien en ese mismo momento le pasara una notita con algo de información al respecto.
Gracias al feminismo señora Alicia Rubio, es considerada usted una ciudadana. Gracias al feminismo puede usted trabajar y tener una cuenta bancaria. Gracias al feminismo puede usted votar y tomar partido en las decisiones que construyen nuestra sociedad. Es imprescindible enseñar feminismo en los colegios porque es parte importante de la historia de la humanidad. Los de la extrema derecha no tienen ningún problema en que se estudie a Hitler y el Holocausto nazi, pero les causa pavor que sepamos quién fue Mary Wollstonecraft, Flora Tristán o Clara Campoamor, no vaya a ser que el alumnado entienda por qué hoy en las aulas también hay niñas y profesoras y les dé un shock.
La Retrocemia Temporal se está extendiendo a pasos agigantados y no sólo se sufre escuchando algunos políticos, también ocurre con las sentencias de algunos jueces, los comentarios de algunos profesores y las opiniones de ciertos presentadores de radio y televisión. Tengan mucho cuidado y no se expongan estos días a los medios sin la debida protección.