Los costes de la estabilidad política de Sánchez

Los costes de la estabilidad política de Sánchez

Sus alianzas para llegar hasta el final tienen un coste altísimo, según la oposición e incluso sectores del propio PSOE.

Pedro Sánchez, en el Senado.Europa Press News via Getty Images

La estabilidad siempre cotiza al alza. Más en tiempos convulsos, como los que se viven en Inglaterra. A los líderes políticos siempre les gusta sacar pecho de ella, principalmente en las instituciones comunitarias, ante sus homólogos europeos. Sánchez se marchó de Bruselas la semana pasada con los últimos Presupuestos de la legislatura amarrados, con “los deberes hechos”. Todavía tendrá que sudar, como explica Pablo Machuca en su información de El HuffPost, pero cuando este miércoles y jueves vayan al Congreso de los Diputados, continuarán con el trámite parlamentario.

El presidente siempre sufre para sacar adelante las cuentas públicas. Realmente, sufre cada vez que lleva a las Cortes Generales cualquier iniciativa importante. Sus socios de legislatura se lo hacen pasar mal, le ponen en apuros, llevan la negociación hasta el tiempo de descuento, pero al final el Gobierno va a sacando una a una sus medidas. El manual de resistencia de Sánchez llevado a la práctica. El Ejecutivo de mayor debilidad parlamentaria va camino de agotar la legislatura, cumpliendo en tiempo y forma con su obligación de sacar adelante unos Presupuestos.

Sus socios de legislatura se lo hacen pasar mal, le ponen en apuros, llevan la negociación hasta el tiempo de descuento, pero al final el Gobierno va a sacando una a una sus medidas

La pregunta que muchos se hacen es a qué precio. Cuánto cuesta mantener viva una legislatura con 120 escaños, los que tiene el PSOE en la Carrera de San Jerónimo. Primero, Sánchez negocia con su socio de Gobierno, Unidas Podemos, cuyas discrepancias son sonadas y prácticamente diarias. Y, una vez supera ese trance, lo hace con sus aliados preferentes en Congreso, ERC, PNV y Bildu. En Moncloa defienden que, con estos números, es obligado ceder, adaptarse y avanzar poco a poco. “Se llama negociar”. La hemeroteca en esta legislatura ha quedado desdibujada, convertida en papel mojado. Lo que Sánchez dijo que nunca haría lo ha acabado haciendo en aras de proseguir con su proyecto.

Salvo sorpresa mayúscula, Sánchez concluirá la legislatura y, antes, se hará con las riendas de la Internacional Socialista y España presidirá la Unión Europea. El broche de oro a su papel internacional, aquello que más reivindican en Moncloa. Pero sus alianzas para llegar hasta el final tienen un coste altísimo, según la oposición e incluso sectores del propio PSOE. Ahora, el Gobierno está dispuesto a reformar el delito de sedición, que podría beneficiar al fugado Carles Puigdemont. ERC le aprieta y avisa de que no se conformará con una reforma cosmética y, según El País, Sánchez aceptará reducir hasta la mitad la pena.

En Moncloa arguyen que, al final, los españoles valorarán más las políticas adoptadas que los compañeros de viaje y cesiones como los indultos

“Duele que a algunos los podamos llamar socios”, se suele lamentar el socialista Emiliano García-Page. Según su diagnóstico, el que Sánchez haya normalizado su relación con Bildu o ERC sí tiene consecuencias negativas en su tierra, Castilla-La Mancha. “Si seguimos con las mimas compañías el PSOE sufrirá un castigo”, declaró este septiembre, provocando una enorme tormenta interna. Voces socialistas de Andalucía, Extremadura o Aragón creen que habría que recuperar “ese PSOE” que hoy se reivindica en el 40 aniversario de la victoria de Felipe González, con líneas rojas más definidas. El propio Gonzalez también se ha mostrado crítico con Sánchez en varias ocasiones.

Pero en Moncloa arguyen que, al final, los españoles valorarán más las políticas adoptadas que los compañeros de viaje y cesiones como los indultos. En especial, en materia económica: el ayudar al que menos tiene frente a una derecha al lado de los poderosos, según los argumentarios oficiales del PSOE. “El efecto Feijóo se está desinflando”, aseguran, también tratando de tranquilizar a sus barones, que serán los primeros en enfrentarse a las urnas. “Estabilidad”, saca pecho Sánchez, que esta semana superará otro hito parlamentario para, a renglón seguido, continuar “sudando” hasta aprobar definitivamente sus Presupuestos.

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Corresponsal político de El HuffPost.

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