Así afecta el coronavirus a 'Supervivientes 2020'
El 'reality' de Telecinco presentado por Jorge Javier Vázquez tiene varios frentes abiertos por el COVID-19.
Toda España confinada en su casa y ellos, los que los entretienen a través de la televisión, ni siquiera sabían lo que estaba pasando hasta este martes. Los concursantes de Supervivientes 2020 desconocían la crisis sanitaria a la que se está enfrentando el país por la pandemia global del coronavirus, aunque ya les afecta de manera indirecta. Ha sido la propia Lara Álvarez la que les ha comunicado lo que ocurre en España y todos han podido ver un vídeo de calma de sus familiares.
El reality estrella de Telecinco, que sigue siendo lo más visto de la televisión en todas sus versiones, se ha enfrentado a las críticas de las redes sociales. Mientras que otros programas de la misma cadena, como Sálvame, han seguido emitiendo en directo pero sin público, el concurso ha permitido que los espectadores llenaran sus gradas hasta el pasado domingo, en el debate presentado por Jordi González. Este martes la escena se repetía: sin público.
Si el ‘efecto coronavirus’ ha disparado las audiencias de la televisión y los visionados en las plataformas de streaming, quien no iba a dejar de notarlo es precisamente el programa que siempre lidera los datos de audiencia de su franja:
Emitir sin público en plató ha sido la primera medida del programa, que ahora se enfrenta a algo mucho más complicado de gestionar.
El reality presentado por Jorge Javier Vázquez, Lara Álvarez, Carlos Sobera y Jordi González tiene que resolver dos cuestiones claves: ¿Deben comunicar a los concursantes lo que está ocurriendo en su país y cómo están sus familiares? ¿Qué pasa ahora que Honduras, país desde el que se emite, ha decretado el Estado de Emergencia por el coronavirus? Lo primero ya lo han resuelto y han dejado de piedra a los concursantes, mientras que esto último afectaría tanto a participantes como a trabajadores y al desarrollo normal del reality.
Mientras que en España se ha decretado el Estado de Alerta por el coronavirus, Honduras ha establecido el Estado de Emergencia también por el COVID-19. Los concursantes se mueven entre isla e isla para realizar las pruebas del programa o para ir hasta la palapa, desde donde se emiten las galas de los jueves. A ellos les siguen los cámares y parte de los compañeros de sonido y realización, así como la presentadora Lara Álvarez. El equipo de televisión desplazado en Honduras está compuesto por cerca de 200 trabajadores.
El Gobierno hondureño de Juan Orlando Hernández ha suspendido las clases en todos los centros educativos, públicos y privados, así como la cancelación de eventos públicos y espectáculos durante 14 días desde el jueves pasado (12 de marzo). Además, el país ha restringido la entrada de ciudadanos europeos, chinos, iraníes y coreanos.
A pesar de la situación, Supervivientes no tiene cambios previstos. Telecinco asegura a El HuffPost que, al menos, “no hay novedades de momento” y que en el caso de que se produzca alguna las comunicarán “a través de las vías oficiales de la cadena”. La continuidad de la edición, por tanto, está sujeta a la actualidad y a las decisiones del gobierno hondureño.
Este era el otro gran dilema que traía de cabeza a la organización y que ha generado también debate entre la audiencia de Supervivientes.
Jordi González anunció el pasado domingo —un día después de que el Gobierno de Sánchez decretara el Estado de Alarma— que estaban comprobando que todos los familiares de los robinsones se encontraban bien, y que cada uno de ellos grabaría un vídeo para poder contarles la situación y tranquilizarles al mismo tiempo. Los concursantes no los han recibido hasta la noche de este martes, sin embargo fue en Sálvame donde se puso el tema sobre la mesa: ¿Debían decírselo? Y, si lo hacían, ¿cómo debían contárselo?
El miedo de muchos estaba en que, con la intención de no alarmarlos al estar aislados de toda información, restaran importancia a la crisis que está viviendo España y eso derivara en que los concursantes pudieran frivolizar con el tema en las conversaciones que mantengan a posteriori entre ellos durante su estancia en la isla.
Todo apunta a que el programa ha medido una a una las palabras que utilizar para sacar de la burbuja a los concursantes de esta edición y evitar que se conviertan en el foco de cualquier crítica por la falta de conciencia de lo que se ha convertido en un problema muy delicado que tiene confinado a todo el país. Finalmente, Lara Álvarez ha salvado la situación de la mejor manera posible.
La reacción más llamativa ha sido la de Rocío Flores al no recibir un mensaje de su madre Rocío Carrasco, con la que lleva siete años sin hablar. La hija de Rocío Jurado, además, tiene una guerra judicial abierta contra el padre de la concursante, Antonio David Flores.
“Esperemos que nuestro trabajo sirva un poco para que la audiencia pueda distraerse en medio de estas malas noticias”, explicaba Lara Álvarez el pasado domingo en Conexión Honduras. Consiguió, al menos, entretener a casi 2,6 millones de personas.