Los comisionistas de las mascarillas en Madrid: así gastaron los millones de euros en coches, yates y relojes de lujo
Por la venta de material sanitario que encima incluía test defectuosos y mascarillas con el precio inflado.
La Comunidad de Madrid no fue la única en aprovechar los contratos de urgencia durante la pandemia para hacer negocios. También parece que les salió rentable el covid a Luis Ramón Medina Abascal, hijo del duque de Feria y de Naty Abascal, y Alberto Javier Luceño encargados intermediar en la venta de material sanitario al Ayuntamiento de Madrid. Encima material no aceptable, según indica la querella de la Fiscalía Anticorrupción.
Por este hecho, el ente investigador les imputa los delitos de estafa agravada, falsedad en documento mercantil y blanqueo de capitales como resultado de las diligencias de investigación incoadas en noviembre de 2020 por tres contratos por un valor de unos 12 millones de dólares concedidos a la empresa Leno.
Uno de ellos por una cuantía de 6,6 millones de dólares para la adquisición de 1 millón de mascarillas FFP2/ KN95, otro por 4,2 millones de dólares para comprar 250.000 test rápidos, y otro de 5 millones para obtener 2,5 millones de pares de guantes.
Y, ¿qué hicieron con ese dinero? Al Ayuntamiento ya le devolvieron cuatro de esos millones “por no ser el modelo acordado en la compra”, según confirmó el Consistorio. Sin embargo, el Ministerio Público relata que con las comisiones que habrían obtenido los investigados éstos adquirieron coches de alta gama, varios relojes Rolex y otros artículos de lujo.
Según publica El País, en la información compartida por la Fiscalía, se detallan productos de alta gama que van desde un Ferrari hasta un Lamborghini, un yate y un piso en Pozuelo valorado en más de un millón de euros.
En el caso del hijo de Naty Abascal, según publica el diario, compró un yate modelo Eagle 44 al que llamó “Feria”, registrado en el Registry of Pleasure Yachts de Gibraltar por cuya adquisición este último pagó 325.515 €. Además compró dos bonos de inversión de 200.000 euros cada uno.
Más dinero gastó el empresario Alberto Luceña. Entre los gastos que registra la Fiscalía aparece la vivienda de Pozuelo más tres plazas de garaje y un trastero en lo alrededores. Todo ello por 1.107.440 euros.
Además, pagó 60.000 euros por la estancia durante seis noches en un hotel de Marbella, entre el 10 y el 16 de agosto de 2020. Lo que sale a 6.000 euros la noche. También compró tres relojes marca Rolex, uno de acero de 6.550 euros y dos de oro de 26.000 y otro de 9.900 euros.
Se suman entre los gastos una docena de coches de alta gama con precios que van desde un Mercedes A200 AMG por 32.500 euros hasta un Ferrari 812 Suoerfast por 355.000 euros.
El primo de Almeida
El nombre que relaciona el caso al alcalde de Madrid es su primo hermano. Se trata del abogado madrileño Carlos Martínez-Almeida Morales, socio fundador de Martínez-Almeida Abogados. Fuentes de la Fiscalía informan a El País que han descartado que este familiar cometiera tráfico de influencias.
Al ser preguntado al respecto, el alcalde madrileño ha negado que su familia tenga vínculos con el empresario contra el que se ha querellado la Fiscalía por cobrar comisiones millonarias de contratos públicos.
Incluso el alcalde de Madrid se ha mostrado como “estafado” sobre el caso. “Nosotros nos vamos a personar en la querella porque se imputa un delito de estafa. Ese delito de estafa sería al Ayuntamiento de Madrid y nosotros vamos a ejercer todas las acciones para recuperar el dinero que hubiera podido ser estafado”, ha anunciado.
Por material defectuoso
Los contratos se firmaron en marzo de 2020, “en una situación de rápida evolución de la pandemia provocada por la covid-19 y de extrema carencia de materiales sanitarios” que los investigados aprovecharon para “obtener un exagerado e injustificado beneficio económico” ofreciendo al Ayuntamiento la posibilidad de adquirir grandes remesa de material necesario.
Anticorrupción pone de relieve que el Ayuntamiento de Madrid pagó 11,9 millones de dólares y lo que obtuvo fue un millón de mascarillas pero pagando un 40 % más del precio ofertado por el vendedor de China.
Recibió los 2,5 millones de guantes solicitados pero “de calidad muy inferior y características distintas a las que se le habían ofrecido al Ayuntamiento” y además “al cuádruple del precio que tenían en un supermercado de Madrid en esas mismas fechas”.
Respecto a los 250.000 test, “casi una cuarta parte (60.000) son inservibles por su reducido nivel de sensibilidad (66,7 %), y otra parte importante (115.000) son, cuando menos, también de dudosa eficacia por su bajo nivel de sensibilidad (80%)”, según la Fiscalía.