Los caseteros de Sevilla desafiaron a Yolanda Díaz a servir ella cerveza... y la foto es para verla
Ha ocurrido.
Yolanda Díaz, vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Trabajo, ha protagonizado este jueves una muy llamativa imagen durante su visita a la Feria de Abril de Sevilla, donde ha sido fotografiada sirviendo una caña.
El asunto tiene su miga porque hace apenas un mes El Mundo publicó un titular muy comentado en las redes sociales: “Los caseteros de Sevilla: ’Que se ponga Yolanda Díaz un traje de gitana y se sirva ella la cerveza”.
“Que se compre un traje de gitana, se venga a la Feria de Sevilla, y a las doce de la noche se vaya al hotel. O que se ponga a manejar el grifo de cerveza o se coja el botellín ella misma”, era la frase literal que recogía aquel reportaje.
Y esta son las fotos que le han hecho este mismo jueves en la caseta de CCOO, sirviendo una caña al camarero del recinto:
Díaz se ha referido a la polémica con los caseteros al asegurar que “la mayoría” de los caseteros de la Feria de Sevilla “cumple con la legalidad” en lo que se refiere al cumplimiento de la normativa laboral.
Así lo ha expresado en declaraciones a los medios con ocasión de una visita al real de Los Remedios, junto al ministro de Consumo, Alberto Garzón, para acudir a varias casetas institucionales.
“La mayoría de los caseteros cumple la legalidad, igual que lo hace la mayoría de empleadores y empleadoras de nuestro país; y se están realizando inspecciones de trabajo con carácter ordinario, como en el resto de sectores, de las que ofreceremos más adelante los datos”, ha añadido Díaz.
La ministra ha salido al paso de esta forma de la polémica suscitada hace algo más de un mes por el sector de los caseteros, que llegó a convocar un paro en las ferias andaluzas, entre ellas la de Sevilla, ante la “falta de respuesta” a la reivindicación de una “necesaria y específica regulación”. Paro que, finalmente, fue desconvocado.
Díaz, desde el primer momento, fue clara al respecto y señaló que la reforma laboral “no toca la jornada de trabajo”, como alegaban los caseteros, “y mucho menos al descanso”.