Los alumnos podrán hacer el Bachillerato en tres cursos y llegar con un suspenso a Selectividad
El borrador del nuevo decreto de esta etapa educativa aumenta la autonomía de los centros y aborda las adaptaciones de materias para los estudiantes con discapacidad.
El borrador del decreto con el que el Ministerio de Educación ordena y fija los contenidos del nuevo Bachillerato ya está listo. Este jueves, la Cadena SER y El País avanzan el contenido esencial de este documento, que indica que los alumnos podrán cubrir esta etapa escolar en tres cursos y llegar con un suspenso a Selectividad.
La norma, que se remite este jueves a las comunidades autónomas y que supone la aplicación de la llamada ley Celaá especifica en qué condiciones, de manera excepcional, se podrá obtener el título con un suspenso, uno de los cambios más polémicos y criticados por algunos sectores de la nueva ley.
En la ESO (Educación Secundaria Obligatoria), la repetición de curso ya no estará determinada directamente por el número de suspensos, pero en Bachillerato sí. Del primer curso al segundo, se podrá pasar con un máximo de dos materias pendientes, como en la actualidad. Pero en segundo, “excepcionalmente”, se podrá titular y, por tanto, ir a la Selectividad con una materia pendiente.
Según ambos medios, la decisión final será de los profesores, pero el alumno deberá cumplir varias condiciones para beneficiarse de esa excepción y poder tener el título con un suspenso. A saber: no podrá haber faltado a clase de manera continuada y no justificada en la materia que le haya quedado pendiente, tendrá que haber hecho todos los trabajos requeridos y los exámenes, incluida la recuperación extraordinaria. También es necesario haber superado todos los objetivos de la etapa y la media de todas las asignaturas tendrá que sumar cinco.
El decreto también establece que se podrá cursar el Bachillerato en tres años y no en dos, como hasta ahora, siempre que se acredite alguna circunstancia que lo permita y justifique.Esta puerta abierta también beneficiará a los deportistas de élite o a quienes estén estudiando la carrera de música.
Además entre los principios generales el ministerio ha incluido que las Administraciones públicas promoverán un incremento progresivo de la oferta de plazas públicas en Bachillerato en sus distintas modalidades y vías frente a la apuesta del PP de impulsar el concierto en etapas educativas que no son obligatorias.
El País afina que el texto incluye, también, una nueva visión sobre los estudiantes con discapacidad. Las comunidades, que tienen buena parte de las competencias en la materia, deberán “disponer los medios necesarios” para que el alumnado que requiera “una atención diferente a la ordinaria” (por ejemplo, los que presentan una diversidad funcional) “pueda alcanzar los objetivos de la etapa” siguiendo los principios de “normalización e inclusión”, indica la información.
Las adaptaciones metodológicas y de evaluación que se realicen en el caso de estos chavales “en ningún caso se tendrán en cuenta para minorar las calificaciones obtenidas”, concluye.