Los 10 goles que resumen la leyenda de gloria y decepción de España en los Mundiales
Porque lo de Iniesta fue inmenso, pero no siempre hemos lucido una estrella en el pecho.
Con Andrés Iniesta podría empezar y terminar todo reportaje sobre España y los mundiales de fútbol. El momento más importante en la historia del deporte patrio, en pelea con la celebración de los Juegos de Barcelona 1992, es el exponente máximo de la gloria futbolística. El remate, el gol, esa explosión de júbilo colectiva a la vez sobre el césped sudafricano y sobre cada casa y cada calle españolas...
Pero no, evidentemente no todo en la vida es el ‘gol de Iniesta’. Y menos en una selección acostumbrada en otros tiempos a pequeñas grandes glorias y a descomunales decepciones.
La España de ‘otra vez en cuartos’, la del robo de Corea, la que celebraba como un hito sencillamente clasificarse para un Mundial, la pintada en blanco y negro que hizo historia en la ‘prehistoria’... Todo esto, y mucho más forma parte de la historia nacional que ahora conviene repasar en la antesala de Qatar 2022.
1) El primer gol... y la única vez que ganamos a Brasil en un Mundial (Italia 1934)
La segunda edición del Mundial visitó la Italia fascista de Benito Mussolini en un formato reducido a 16 equipos y lanzado directamente desde los octavos de final.
España, ausente de la primera cita en Uruguay, sí acudió a tierras transalpinas. Bajo los colores de la República y liderada por el mítico guardameta Ricardo Zamora, venció por 3-1 a Brasil, algo que aún no se ha repetido en una gran competición. El delantero vasco del Athletic José Iraragorri, de penalti en el 18′, tiene el honor de ser el protagonista del primer tanto patrio. Y con él entró en la historia Zamora al detener ese día un penalti, el primero en hacerlo en los Mundiales.
2) Zarra y el gol para pelear por el título (Brasil 1950)
El caótico Mundial de 1950 es difícil de explicar en unas pocas líneas. En un sistema hoy impensable, entre renuncias de selecciones y formato de liguilla, España logró una hazaña del todo inesperada. Integrada en un grupo con las, a priori, débiles Chile y EEUU, también tocaba superar a la temida Inglaterra.
A falta de cruces, ese duelo era el definitivo para meterse entre los cuatro mejores. Y en él, Zarra logró el que durante mucho tiempo fue el gol más importante de la selección. Corría el 48′ en el reloj, cuando el delantero vasco se adelantó al meta inglés en el área pequeña y con un certero toque puso el 1-0 que terminaría siendo el marcador final.
España se metió en una suerte de ‘semifinales’ que no fue tal porque se disputó una liguilla entre las cuatro campeonas del grupo. Sin suerte ante Brasil, Uruguay y Suecia, la España de la dictadura se tuvo que conformar con un honroso cuarto puesto... y ser protagonista in situ del mítico ‘Maracanazo’.
3) Fracaso en casa y baño de realidad (España 1982)
Un país que se abre democráticamente al mundo en los primeros pasos de una democracia aún en riesgo un año después del 23-F. Una oportunidad para lucir organización y nivel deportivo con un grupo de buenos jugadores: Arconada, Juanito, Santillana, Quini, Gordillo...
Pero si lo primero salió bien, lo segundo fue un desastre. España debutó ante la ‘siempre pujante’ (buen cliché ese) Honduras. El triste empate a 1 en Valencia hacía presagiar nada bueno. Y nada bueno hubo. Pasamos la fase de grupos de mala manera y con algún favor arbitral y naufragamos del todo en la segunda fase. En total, cinco partido, cuatro goles y un inmenso sabor a decepción.
4) 4x1: el recital de Butragueño contra Dinamarca (México 1986)
Superado el fracaso casero, en México se dio otra imagen. Nunca en la historia mundialista de España se había vivido (ni se volvió a vivir) una exhibición individual igual. Butragueño, en modo más ‘9’ que nunca, estando en el sitio exacto en el momento exacto, marcó cuatro de los cinco goles con los que se batió a Dinamarca en octavos del Mundial. Le salió todo, incluso un penalti tras un regate extraordinario en el área danesa.
Pena que los ‘diablos rojos’, Bélgica, nos apearan en cuartos en la tanda de penaltis. De haber superado esa ronda, España se hubiera medido en semifinales a la futura campeona Argentina de Maradona, que venía de firmar su legendario doblete a Inglaterra.
5) El hat-trick de Michel y su “me lo merezco” (Italia 1990)
José Miguel González Martín del Campo, ‘Míchel’ en lenguaje futbolístico, siempre tuvo tanta calidad como debate encima. El centrocampista del Real Madrid llegaba al Mundial de Italia cuestionado y con toda la presión, algo que salió de golpe tras su memorable actuación ante Corea.
Con un triplete (a cuál mejor de los tres tantos... ojo también al de los asiáticos), dio la victoria a España y de paso se reivindicó a sí mismo. No se olvida su celebración, gritando “me lo merezco” mientras recorría la banda rabioso.
6) Hierro y el gol que nos llevó a EEUU 1994
No, no era un Mundial propiamente dicho, pero sin él no se habría escrito la historia de EEUU. Ni hubiéramos vivido la agresión de Tassoti a Luis Enrique, ni el fallo garrafal de Salinas y el posterior gol italiano para apearnos otra vez en cuartos.
Pero antes, tocó vivir aquella noche del 17 de noviembre de 1993. A España solo le valía ganar y a los pocos minutos se vio con uno menos por la expulsión de Zubizarreta. A contracorriente, sin jugar bien y sufriendo, pero gracias a un testarazo de Hierro en el 18′ tras un córner (y una más que posible falta de Baquero sobre Schmeichel), se logró el objetivo. Una de las grandes noches del defensa madridista (posterior efímero seleccionador en Rusia 2018) y de Cañizares en su debut internacional.
7) Zubizarreta y el autogol contra Nigeria en Francia (1998)
Pocas jugadas describen mejor la durante décadas impotencia nacional en las grandes citas. En 1998, España llegaba a Francia con una plantilla capaz de ilusionar, pero muy pronto se vio que aquella tampoco iba a ser ‘la ocasión’. Con 2-1 de ventaja sobre Nigeria y en el último tramo del primer partido del grupo, un inocente mal centro de Lawal pegado a la línea de portería acabó siendo el empate tras una infortunada mano de Zubizarreta.
En vez de parar o siquiera despejar el balón, colocó mal su mano derecha y acabó introduciendo el esférico en la red española. ‘Zubi’ terminó hundiendo su cabeza en el césped, desolado. Minutos después llegó la puntilla con el 2-3 de Nigeria, lo que unido al traspiés contra Paraguay, llevó a la eliminación de España en la misma fase de grupos.
8) Los ‘no goles’ del robo contra Corea (2002)
Una de las mayores vergüenzas del deporte mundial (con todo, las ha habido peores y las hemos sufrido) tuvo lugar en el Mundial de Japón y Corea 2002, pensado para que los coreanos llegasen lo más lejos posible. Italia en octavos y España en cuartos pueden dar prueba de algo más que decisiones erróneas.
A la España de Camacho le asaltó el árbitro egipcio Gamal Al-Ghandour. La sucesión de jugadas es extensa, pero se resume en dos lamentablemente míticas: el gol anulado a Helguera por una supuesta falta en ataque y otro a Morientes por un supuesto fuera de Joaquín que no fue tal. Pero hay muchas más. Aún duele ver la desesperación de los jugadores y técnicos tras el atraco.
9) Iniesta “de mi vida” Mundial de Sudáfrica (2010)
Para muchos, el momento de sus vidas. Está tan contado ya, tan narrado ya, que lo mejor es poner el vídeo, deleitarse con el remate de Iniesta y con la indescriptible voz de José Antonio Camacho.
Para ver en bucle:
10) Aránguiz y el final de una era (Brasil 2014)
Los buenos tiempos se fueron de golpe y por la vía rápida. El histórico ciclo ganador (Euro 2008-Mundial 2010-Euro 2012) se desvaneció en Brasil. Tras una escandalosa goleada ante Holanda, Chile nos apeó de los octavos cuando solo se habían jugado dos de las tres jornadas del grupo. El gol del chileno Arángüiz al filo del descanso certificaba el 2-0 que echaría a España del Mundial en el que defendía el título.
Este momento, de paso, marcaba el final de una era. El último partido de la leyenda Iker Casillas en una gran competición con España. Aunque tras el Mundial siguió disputando algún encuentro y fue convocado a la Euro 2016 (como suplente de De Gea), ya nunca volvió a ser el ‘portero de España’.