Lo que le pasa a tu cuerpo cuando dejas de beber alcohol
El hígado no es el único órgano que sufre cuando abusas de las bebidas alcohólicas.
Más de tres millones de británicos participarán este año en el reto Dry January (enero seco), que consiste en abstenerse de beber alcohol durante el primer mes del año.
Según el doctor Richard Piper, director general de la organización Alcohol Concern (que promueve esta iniciativa), el 49% de los participantes adelgaza, el 62% duerme mejor y el 79% ahorra dinero.
Piper también señala otros beneficios: "El alcohol es la mayor causa de muertes, mala salud e invalidez entre británicos de entre 15 y 49 años pero son tragedias completamente evitables".
Debido a este creciente interés en los beneficios de un estilo de vida libre de alcohol, la edición británica del HuffPost se ha puesto en contacto con un grupo de expertos para saber qué le sucede al organismo cuando se deja de beber alcohol.
"Aunque el alcohol puede provocar un efecto positivo efímero en el estado de ánimo, a largo plazo puede causar problemas de salud mental", advierte el catedrático Paul Wallace, asesor médico jefe de la organización Drinkaware.
"Tomar algo después de un día duro puede ayudarte a relajarte pero a largo plazo puede influir en el desarrollo de sentimientos de depresión y ansiedad o complicar la gestión del estrés. Esto sucede porque el consumo habitual y excesivo de alcohol obstaculiza los neurotransmisores que necesita el cerebro para tener una adecuada salud mental", explica Wallace. Además, los adictos a la bebida tienen más probabilidades de sufrir una depresión.
El consumo habitual y excesivo puede dañar el músculo cardíaco y provocar ritmo cardíaco anormal y tensión alta. El segundo de estos problemas médicos, además, aumenta el riesgo de sufrir un infarto o un derrame.
A algunas personas les sonará el síndrome del corazón en vacaciones, que suele producirse tras beber mucho (al menos 15 unidades de alcohol, que equivale a unas ocho jarras de cerveza con el 4% de alcohol o una botella y media de vino con el 13%). Este síndrome consiste en que el corazón empieza a latir de forma irregular, haciendo que te quedes sin aliento, según Drinkaware. La tensión arterial también cambia, aumentando así el riesgo de sufrir un infarto o incluso muerte súbita.
Cuando dejas de beber, le das a tu corazón y a sus arterias la ocasión de repararse.
"Dejar de beber ayudará a tu salud cardiovascular, que puede mejorar aún más con algo de ejercicio y dieta sana", garantiza el doctor Nitin Shori, médico general del Servicio Nacional de Salud británico (NHS) y médico en línea en Pharmacy2U.
El hígado es el órgano interno más grande del cuerpo humano. Su función consiste en filtrar la sangre que procede del tubo digestivo antes de que se redistribuya por el resto del cuerpo. Por lo tanto, cuando bebes alcohol, al hígado le toca eliminarlo de la sangre.
"El hígado es muy resistente y es capaz de reparar daños recientes, pero es algo que no se puede garantizar y puede tardar un tiempo", advierte el doctor Shori, y añade que aunque abstenerse de beber alcohol durante un mes no es suficiente para que el hígado termine de cicatrizar los daños causados tras un periodo largo de consumo abundante de alcohol, sí puede ser el punto de partida de un proceso muy necesario.
El alcohol también puede influir en la calidad del descanso y, en consecuencia, en el estado de ánimo.
"Si has estado bebiendo, normalmente solo pasarás por uno o dos ciclos del sueño, lo que implica que te despertarás agotado e irascible", asegura Paul Wallace.
Al dejar la bebida, puede que pases unas cuantas noches durmiendo mal, pero los expertos sostienen que es una fase que no dura mucho.
"Pasar por entre seis y siete ciclos REM completos por la noche es clave para despertar sintiéndonos descansados", añade el catedrático.
Los riñones se encargan de filtrar la sangre para producir orina, liberar o retener agua y eliminar desechos.
"El alcohol puede provocar cambios en el funcionamiento renal y reducir la capacidad que tienen los riñones de filtrar la sangre de forma adecuada", explica el doctor Shori.
Los riñones regulan la cantidad de agua en el cuerpo y el alcohol entorpece dicha función. Además, como el alcohol aumenta la carga de trabajo del hígado, los riñones se ven obligados a "trabajar más para compensar".
El doctor Shori asegura que darles un tiempo sin alcohol a los riñones les dará un respiro para recuperarse: "Siempre y cuando no se hayan producido daños permanentes en los riñones, deberían empezar a repararse desde el momento en que dejas de beber".
El sistema digestivo puede acabar maltrecho por el alcohol con el paso del tiempo. Según Drinkaware, beber "aunque sea un poquito" de alcohol hace que el estómago produzca más ácido gástrico del habitual, lo que puede dar lugar a una gastritis (la inflamación del revestimiento del estómago).
Los síntomas pueden ser dolor de estómago, vómitos, diarrea y, en el caso de bebedores empedernidos, incluso hemorragias.
"Abstenerse de beber alcohol permitirá que la garganta se recupere, se reducirá la probabilidad de sufrir reflujos gástricos y malestar estomacal y, además, no tendrás que visitar el inodoro tan a menudo, lo que reduce el riesgo de deshidratación", indica el doctor Shori.
"El alcohol tiene una enorme influencia en el peso de las personas debido a los altos niveles de azúcar oculto que contiene. Además, provoca un efecto dominó en la salud, tanto a corto como a largo plazo", expone la doctora Helen Webberley, médica general de Oxford Online Pharmacy. Porque, aparte de su alto contenido en azúcar, el alcohol es un estimulante del apetito.
"Dejar de beber puede reducir el consumo de calorías en las comidas, sobre todo si acostumbrabas a beber antes de comer", sostiene el doctor James Kingsland, portavoz de Alcohol Concern. También explica que para perder medio kilo por semana hace falta reducir la ingesta diaria en unas 500 kilocalorías.
Un quinto de cerveza o una copa de vino pueden contener entre 100 y 150 kilocalorías, y un cóctel, entre 300 y 350, así que es fácil calcular cuánto eliminarías de tu anterior dieta.
El doctor James Kingsland anima a que los kilos perdidos por dejar el alcohol sean "solo el comienzo".
Beber alcohol puede causar varios efectos en la piel. No solo facilita su deshidratación, algo que priva a la piel de obtener vitaminas y nutrientes, sino que beber demasiado alcohol también se ha relacionado con otras afecciones cutáneas como la rosácea y puede provocar hinchazón y aumento de peso.
"Dejar de beber favorece una hidratación adecuada y es beneficioso para la piel, sin duda. Los vasos sanguíneos visibles de la cara empezarán a suavizarse. También se reducirá la hinchazón y hará que te veas y te sientas mucho mejor", resume el doctor Shori.
Este artículo fue publicado originalmente en el 'HuffPost' Reino Unido y ha sido traducido del inglés por Daniel Templeman Sauco.