Lo que el rey NO ha dicho durante su mensaje de Navidad
Ni Cataluña, ni inmigración, ni feminismo, ni pobreza, ni precariedad, ni Memoria Histórica, ni justicia, ni ETA, ni Europa, ni medio ambiente...
El mensaje de Felipe VI en esta Nochebuena ha tenido dos ejes esenciales: la convivencia entre los españoles y el futuro de los más jóvenes. Sobre ellos versaban la mayoría de las 1.275 palabras que han compuesto el discurso.
Entre los términos más repetidos estaban, pues, "convivencia" (7), jóvenes (6), España (6) y democracia (5). No, no ha aparecido "pollo" por ninguna parte, como era de esperar. Pero lo que no era tan previsible es que se quedaran en el tintero del monarca o haya pasado apenas de puntillas por realidades que hoy preocupan enormemente a los ciudadanos
En el arranque de su intervención, se ha referido a quienes pasan una "situación difícil" por cuestiones personales, económicas o sociales. Luego ha abordado -simple cita- cuestiones que le preocupan "muy seriamente", como el paro, el terrorismo o la violencia contra las mujeres, "una violencia de tan triste actualidad y que merece siempre nuestra repulsa y condena más enérgica y el empeño de toda la sociedad para erradicarla de nuestras vidas". Y ha recordado la lucha contra el cambio climático, entre las preocupaciones de los más jóvenes.
Pero...
...no ha dicho nada de Cataluña: es evidente que la palabra estaba tras cada alusión a la unidad, a la convivencia, a la pelea de todos, de la cohesión territorial... Pero expresamente, no ha salido ni una vez. Ni para hablar del procés, ni de los políticos presos, ni los huidos, ni el 155 ni los acercamientos del Consejo de Ministros del pasado viernes.
...no ha dicho nada de la precariedad y la pobreza: En España hay hoy menos personas en riesgo de pobreza que hace un año, pero quienes se encuentran en ese pozo están en peores condiciones. Esto es: hay 600.000 personas menos que contar en la zona de sombra, donde vivir es una odisea diaria, pero los 12,3 millones que aún se mantienen ahí lo tienen cada día más crudo. Lo dice el informe de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza (EAPN). Otro estudio de la Fundación Alternativas advierte del "riesgo de nuevos conflictos sociales" en nuestro país debido al aumento de la desigualdad. Y hay dos millones de españoles en situación de pobreza energética aún no cobran la ayuda del bono social. La tasa de desempleo sigue siendo del 14,8% y los sindicatos insisten en que la figura del trabajador pobre ya es algo estructural, con menos derechos y salarios que no llegan a fin de mes, y la reforma laboral del PP no se ha derogado (sólo se va a retocar, finalmente). 2018 ha sido, además, el año de las protestas de los pensionistas, que sí han logrado que sus pagas se revaloricen según la variación media anual de los precios, pero a base de pelea en la calle. Felipe VI sólo ha pedido avanzar "sin que nadie quede atrás".
...no ha dicho nada de la movilización feminista: en el año de la primera huelga en un 8 de marzo, del #MeToo y el movimiento feminista imparable, de la toma de conciencia, del patriarcado revelado y denunciado, sólo una vez ha usado el rey la palabra "igualdad". Se ha generado un debate inusitado, que está llegando incluso a cuajar en primeras medidas gubernamentales (desde una vicepresidencia específica a una dotación presupuestaria al Pacto contra la Violencia de Género, por ejemplo). Pocos debates están tan a flor de piel en este momento.
(Puedes seguir leyendo tras la foto...).
...no ha dicho nada de inmigración: a 20 de diciembre, al menos 745 migrantes han fallecido o desaparecido en el mar Mediterráneo camino de España en lo que va de 2018, según datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Son unos 550 más que en 2017. En este año, según el Ministerio del Interior, la cifra de llegadas por la vía marítima asciende a 55.621, lo que representa un 161% más que en 2017. Hemos superado ya a Italia como destino esencial en el Mediterráneo. Este verano, además, los ojos del mundo se fijaron en España y su solidaridad con el caso del Aquarius.
...no ha dicho nada de Memoria Histórica: no es sólo la exhumación de Franco, sino toda la lucha memorialista, las familias que siguen buscando a los suyos, la justicia bloqueada en España pero que intenta dar respuestas en Argentina... Ha avisado de que el "rencor" y el "resentimiento" son "actitudes que forman parte de nuestra peor historia" y "no debemos permitir que renazcan".
...no ha dicho nada de ETA: ha citado el terrorismo, y punto. Sin precisar. Y eso que estamos en el año en el que ETA anunció al fin su disolución y escenificó en Francia una entrega de armas. Los etarra ya estaban "fuera del mundo", como dice el exministro del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba, desde hacía años, pero ha sido en 2018 cuando se les ha dado carpetazo formal. Este año se han sucedido encuentros entre asesinos y víctimas, ha habido peticiones de perdón y se han anunciado los primeros módulos escolares para estudiar lo ocurrido en institutos de Euskadi.
(Puedes seguir leyendo tras la foto...).
...no ha dicho nada de Justicia: Nada sobre la crisis de credibilidad general que existe, por sentencias como la de La Manada o los escándalos de la renovación del Consejo General del Poder Judicial o las hipotecas en el Tribunal Supremo. Pero tampoco sobre los casos que salpican a la Casa Real, como el fallo final del caso Noós que ha llevado a la cárcel a su cuñado, Iñaki Urdangarin, o el archivo de la causa sobre las grabaciones de Corinna, la examiga del rey Juan Carlos, con el excomisario José Manuel Villarejo.
...no ha dicho nada sobre Europa: en un momento en el que crecen los populismos y los mensajes antieuropeos, cuando enfilamos un nuevo año con elecciones europeas, con distintas velocidades de progreso en la Unión, el brexit del Reino Unido... La única alusión europeísta ha sido han constatar la clara inclinación que, dice, tienen los jóvenes españoles por este proyecto común.
...y no ha dicho nada de medio ambiente: ni sostenibilidad, ni respeto al planeta, ni consumo responsable, ni compromisos internacionales que hay que cumplir, ni llamamiento a la responsabilidad empresarial.
Aún así, el rey pide que se sumen fuerzas, "en el deseo de una España siempre mejor, porque los españoles lo merecemos".