Lo más importante para la salud no es tener buenos amigos, sino muchos

Lo más importante para la salud no es tener buenos amigos, sino muchos

Las consecuencias de tenerlos son muchas más de las que imaginas.

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Tener amigos mejora la salud mental, hasta el punto de ahorrarte una depresión o episodios de ansiedad. Se trata de un factor protector porque, de hecho, no tenerlos es un factor de riesgo.

Como dice la canción, tres cosas hay en la vida: salud, dinero y amor (y el que tenga estas tres cosas, que le dé gracias a Dios). Y las tres son imprescindibles para la estabilidad de cualquier persona. La salud, el trabajo (dinero) y el amor en lo que a pareja y relaciones sociales se refiere, como explica el psiquiatra Víctor Pérez Solá (Hospital del Mar y CIBERSAN) a El HuffPost.

El médico cuenta cómo un estudio de la Universidad de Harvard ha logrado demostrar la importancia de tener amigos: el equipo de investigación siguió la vida de varios grupos de personas a lo largo de los años. Unos eran trabajadores de Boston y otros estudiantes de Harvard. Los estudiantes llegaron a ocupar altos cargos en el trabajo, pero al llegar a la vejez, la longevidad y la felicidad no se medía por la riqueza, sino por las relaciones sociales. Las de estos últimos habían estado más limitadas. El estudio llegó a la conclusión, incluso, de que lo más importante no es la calidad de los amigos, sino la cantidad. “Gente que te llene la vida social”, explica el psiquiatra.

“Tener relaciones ayuda a crear nuestra identidad y a conocernos a nosotros mismos, saber cuáles son nuestros potenciales y limitaciones”, indica el psicólogo clínico y consultor de programas intergeneracionales inclusivos Juan Cruz (Colegio de Psicólogos de Madrid). Generamos un espacio de confianza, de respeto, de afecto y de comunicación emocional que ayuda a crear retos y disfrutar de la vida.

Cuando tenemos relaciones equilibradas y compartimos afinidades se crean transferencias emocionales que activan funciones cerebrales, las endorfinas y la serotonina. Por todo ello, tener un amigo con el que sentirte tú mismo reduce el estrés y, por tanto, fortalece el sistema inmunológico.

Tener amigos fortalece el sistema inmunológico

“Un círculo de amistades es una buena vitamina para crear las hormonas de la felicidad y una vacuna para prevenir y aliviar depresiones, ansiedad, fobias, estrés...”, indica Cruz. Según un estudio de la revista científica Child Development, los adolescentes que tienen amistades de calidad alcanzan la etapa de la veintena con menos problemas de ansiedad social. Los jóvenes quieren tener tantos amigos que lo único que consiguen es tener ansiedad por encontrarlos. En cuanto a los adultos, la amistad ayuda a salir de la soledad y a los ancianos les prolonga las expectativas de vida.

No vale WhatsApp, ni Facebook, ni Instagram, ni Twitter, por mucho que se les llame redes ‘sociales’. Tener relaciones sociales implica salir de casa, moverse, mantenerse ágil. Y eso también va unido a la cantidad, porque si tienes uno o dos amigos siempre acabas haciendo las mismas cosas, lo que refuerza las conclusiones del estudio de Harvard.

A la gente hay que tocarla

Las redes sociales tienen un problema añadido: no tienes que ver a la gente para relacionarte, aunque sirvan también para pedir ayuda más fácilmente. “A la gente hay que tocarla”, detalla Pérez Solá. De ello hablan los trabajos psicológicos sobre el apego. Por eso, lo importante para que un niño se desarrolle es que sepa que tiene al lado una figura (paterna, materna, una abuela...) con la que crear vínculo. Y eso es lo que determina cómo se relacionará en la vida adulta.

“En consulta, cuando ves personas con depresión, uno de los indicios de que pueda ir mejorando es que empieza a reconectar con sus amistades. Se distancian de sus relaciones sociales. En el otro extremo está el trastorno de personalidad por dependencia”, explica el psicólogo.

La soledad es uno de los grandes males del siglo XXI. Se vincula a tasas más altas de enfermedades crónicas y pueden influir en cambios a nivel celular que promueven la inflamación crónica. Sentirse solo es tan perjudicial para la salud como fumar quince cigarrillos al día, recoge la revista PLOS ONE.

Al final, el ser humano es un animal social. “Lo importante de los amigos no es tenerlos sino cultivarlos. Si no puedes llamar a alguno cuando lo necesitas, tienes un problema”, sentencia el psiquiatra.