¡Llenemos nuestros perfiles de feminismo!
De los inventores del famoso "thigh gap", "A4 waist" o "ribs cage", llega la nueva tendencia del verano. Se llama "feminist test" y consiste en preguntar a los y las famosas si se declaran feministas en actos públicos. La última en pasar por el "feminist test" ha sido Bebe, después de Paula Echevarría, Cristina Pedroche y Blanca Suárez, entre otras. Sabemos que la intención última de este tipo de preguntas no es precisamente la de hacer un homenaje al movimiento sino dejar con el culo al aire a la celebrity de turno, que se debate entre su escaso conocimiento del tema y lo denostado que está el término y acaba dando una respuesta tan desastrosa que da para escribir unos cuantos artículos más. La consecuencia más directa es siempre la misma: debatir sobre lo que significa el término. Que si feminismo es o no es lo contrario al machismo. Que el nombre está mal elegido. Que no hay que ser ni feminista ni machista, sino "igualitarista" o "humanista"...
En normal que tengamos el lío padre en la cabeza porque, ¿en qué momento de nuestra formación académica se nos habló de este tema? No busquéis en los libros de texto: en ninguno. Es curioso que todo el mundo sepa explicar perfectamente qué es el racismo y pueda nombrar sin dificultad a tres o cuatro figuras relevantes en la lucha contra el mismo pero cuando se pregunta por el feminismo la reacción más habitual es la de poner los ojos en blanco y decir "paso palabra". Lo de nombrar a tres figuras relevantes ya ni con el comodín del público. El feminismo, ese gran movimiento histórico y político que ha hecho posible que hoy las mujeres podamos hacer cosas tan básicas como estudiar, trabajar o votar, parece no ser lo suficientemente relevante para ocupar unas cuantas páginas del libro de historia de secundaria.
La RAE dice que el feminismo es la "ideología que defiende que las mujeres deben tener los mismos derechos que los hombres". Tampoco es que confiemos ciegamente en las definiciones de la RAE porque ya hemos comprobado en otras ocasiones que son bastante limitaditas e incluso machistas. La definición no está mal, aunque algunas personas piensan que no explica bien el conflicto y que puede dar lugar a equívocos. Tienen su parte de razón. El feminismo busca la igualdad a través de la equidad, es decir, primero pretende solventar la desigualdad y luego otorgar los mismos derechos a todos los géneros para que la igualdad sea real y efectiva. Me explico: si Martita tiene una manzana, Pablito tiene tres y le damos una manzana más a cada uno el resultado seguiría perpetuando la desigualdad. Lo justo sería dotar primero de dos manzanas más a la niña para equilibrar la situación y a partir de ahí dar las mismas manzanas a ambos géneros. El feminismo estudia las causas por las que a las niñas sólo se les da una manzana y no tres como a su compañero y propone soluciones. Sí, muchas de ellas consisten en favorecer al género femenino para poder llegar a esa situación de igualdad, lo cual parece cabrear a muchos que gozan de una situación de privilegio con algunas manzanas de más.
Por esa misma razón el término "feminismo" no está mal escogido y no hay que cambiarlo, porque visibiliza la desigualdad que sufren las mujeres por ser mujeres y manifiesta la necesidad de favorecerlas para poder llegar a la igualdad. No sería correcto usar igualitarismo porque defiende que todos los ciudadanos sean tratados por igual y no reconoce que exista una desigualdad de género previa. Tampoco sería correcto usar humanismo que ya tiene una definición propia y no tiene nada que ver con el género, sino con el hecho de que los seres humanos no necesitan una religión para establecer sus códigos morales sino que pueden hacerlo desde la razón. Ya tenemos un término que hace visible la desigualdad de género y que ha trabajado mucho durante años para combatirla: feminismo. Negarlo es negar la lucha de cientos de mujeres, y también de hombres, que han conseguido que hoy nuestra sociedad sea un poco más justa. Negarlo es no tener ni idea de qué significa o saberlo pero ser mala persona.
Por eso he decidido poner en marcha la iniciativa #perfilfeminismo: consiste en cambiar la descripción de nuestros perfiles en redes para recordar a todo el mundo qué significa el término. Yo he utilizado la definición de la RAE añadiéndole "real y efectiva" pero cada persona puede describirlo con sus palabras. Ojalá llegue un día en que no haga falta preguntar a las personas si son o no feministas (y mucho menos para dejarles mal). Ojalá llegue el día en que nadie se confunda con esta palabra ni sea motivo de vergüenza sino todo lo contrario, de orgullo. Ojalá llegue el día en que no haga falta el feminismo porque mujeres y hombres gocemos por fin de igualdad real, aquí y en todo el mundo. Y para aquellas personas que no sepan nombrar a ninguna figura relevante en la historia del feminismo aquí van algunos nombres: Aleksandra Kolontái, Simone de Beauvoir, Susan B. Anthony, Flora Tristán, Josephine Butler, Estelle Sylvia Pankhurst, Mary Wollstonecraft, Clara Zetkin...
¡Feliz verano, feministas!