Por qué Lidl ha lanzado una línea de cosmética vegana
La colección está compuesta por una veintena de productos que se comercializan dentro de su marca propia Cien.
A pesar de que se sigue debatiendo sobre su eficacia, las cremas de Cien, la marca de cosmética de Lidl, se han posicionado como unas de las favoritas de los consumidores y son un éxito de ventas. Ahora la cadena alemana ha dado un paso más y ha ampliado la gama con Skin Foodies, una línea de cosmética vegana.
Un movimiento que no sorprende si tenemos en cuenta el creciente interés del consumidor por productos de este tipo y otros lanzamientos de Lidl orientados hacia ese sector como la hamburguesa vegana, que comercializa en España desde febrero bajo la marca Next Level Meat.
La nueva colección, que cuenta con Sara Sálamo como embajadora, abarca más de una decena de cosméticos tanto faciales como corporales y todos se venden por menos de cuatro euros. Para su formulación se ha intentado apostar por ingredientes naturales como la papaya para una crema de manos, el extracto de rosa silvestre para una crema facial antiarrugas o la flor de clavo para un agua micelar, aunque la composición también incluye algunos químicos habituales.
Los productos de Skin Foodies están disponibles en la web de Lidl a partir de este jueves 11 de junio y ya se venden en algunas tiendas físicas de la cadena, donde ya se han comprado más de 200.000 unidades. En algunos productos, se están multiplicando las ventas respecto a las alternativas no veganas de la marca Cien.
La cosmética vegana, un mercado al alza
Las marcas que apuestan por productos veganos y con ingredientes naturales están creciendo en la industria de la belleza. Según un informe de Grand View Research, el mercado de cosmética vegana podría alcanzar los 17.624 millones de euros en 2025, lo que supondría una tasa de crecimiento interanual del 6,3%.
En España, el 10% de la población mayor de 18 años es vegana o vegetariana y, según un estudio de la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética, el 19% de los consumidores “no se pondrían nada en el cuerpo que no se pudieran comer”.