La líder hongkonesa retira el proyecto de ley de extradición, origen de las protestas
Los manifestantes no se fiaban de su promesa de paralizarla y este sería el paso final, un gesto para "calmar el ambiente" tras 13 semanas de protestas
La jefa del Gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, ha anunciado la retirada definitiva del polémico proyecto de ley de extradición que desencadenó la actual ola de protestas en el territorio autónomo. La medida, que hubiera permitido la entrega de sospechosos a países con los que la excolonia británica carece de acuerdos y que hacía temer que abriera la puerta por primera vez a la extradición a China, se encontraba suspendida, pero el desecharla por completo es una de las cinco exigencias que plantean los manifestantes.
Según habían avanzado ya hace horas el diario South China Morning Post y el portal de noticias HK01, Lam ha convocado a los 43 diputados progubernamentales a las 16.00 hora local (seis horas por delante de la España peninsular) de hoy para una reunión en su residencia oficial, tras lo que anunciaría la retirada definitiva del texto.
Aunque primero suspendió su tramitación y luego aseguró reiteradamente que el proyecto estaba “muerto”, los manifestantes no se dieron por satisfechos; una de las cinco demandas del movimiento es precisamente la retirada efectiva y definitiva de esa reforma legal.
De finalmente producirse, esto significaría que tras 13 semanas de protestas las autoridades locales accederían finalmente a cumplir con una de las cinco exigencias, en un gesto para “calmar el ambiente”, según una de las citadas fuentes.
El resto de peticiones son el establecimiento de una comisión independiente que investigue la supuesta brutalidad policial, la retirada de cargos contra los detenidos por las protestas, la retirada del calificativo de “revuelta” sobre las manifestaciones y la aplicación del sufragio universal para la elección del jefe del Ejecutivo local.
Lam goza, según las últimas encuestas, de la popularidad más baja jamás registrada por un líder del Gobierno local desde que Hong Kong regresó a manos chinas tras siglo y medio de dominación colonial británica. No obstante, y pese a que los manifestantes han exigido una y otra vez su dimisión, la política negó ayer que hubiera ofrecido su renuncia a las autoridades chinas: “Jamás he ofrecido mi dimisión al Gobierno Popular Central (el Ejecutivo de Pekín). Nunca me he planteado dimitir. La elección de no dimitir es mía propia”.
Así, Lam respondía a unas grabaciones obtenidas por la agencia de noticias Reuters durante una reunión con empresarios locales en las que se le escucha decir: “Si tuviera elección, lo primero (que haría) sería dimitir, después de haberme disculpado convenientemente”.
En sus últimas intervenciones, los portavoces del Ejecutivo chino han reiterado su apoyo a Lam, a su Gobierno y a la Policía de Hong Kong para que resuelvan la situación.
Las manifestaciones comenzaron el pasado mes de marzo como oposición a una polémica propuesta de ley de extradición que, según abogados y activistas, podría haber permitido a Pekín acceder a “fugitivos” refugiados en territorio hongkonés.
Éstas han movilizado desde junio a cientos de miles de personas y han dejado enfrentamientos entre algunos manifestantes violentos y la policía, a la que se ha acusado de abusar de su poder a la hora de disuadir las protestas.
Aunque a principios de julio las autoridades hongkonesas declararon “muerta” esa propuesta de ley, los manifestantes exigen que se retire oficialmente y han ampliado sus demandas con el objetivo de mejorar los mecanismos democráticos de la ciudad y, en definitiva, oponerse al autoritarismo chino.