Una ley de sentido común

Ya no se podrá sacrificar animales sanos en nuestro país. Es una de las medidas que contiene la Ley de protección y derechos de los animales, cuyo inicio de tramitación ha aprobado el Consejo de Ministros, y que sigue sorprendiendo a muchas personas que no sabían que esto se hacía en nuestro país.

Sí, en España hasta ahora se permitía el sacrificio de animales sanos. Ni siquiera conocemos la cifra concreta porque no hay registros, pero sospechamos que podrían sacrificarse cerca de 100.000 animales de compañía al año. Esta ley luchará contra el sacrificio, el abandono y la crueldad contra los animales.

Por tanto, la legislación también aborda otra de las principales lacras de nuestro país en lo referente a animales de compañía: el abandono de más de 300.000 animales al año. Son números que nos abochornan como sociedad. La mayoría de nuestro país comparte la necesidad de no mirar para otro lado y de poner herramientas para atajar este problema de raíz.

Hace tiempo que nuestro país no tolera que se sigan abandonando gatos, que se sacrifiquen perros recién nacidos o que se ahorquen cuando ya sean mayores. En España hay un nuevo sentido común, que exige más protección para estos seres vivos que muchos consideran parte de su familia. Somos un país que ama y cuida a los animales y que también rechaza la violencia y la crueldad contra ellos. Así lo muestran las últimas encuestas publicadas por la Fundación BBVA, donde el 98% de la población rechazaba de manera contundente cualquier forma de maltrato a los animales.

Esta ley nos pondrá a la altura de la nueva sensibilidad social que entiende que proteger mejor a nuestros animales nos hace más humanos. Es una legislación de consensos, que deja atrás las prácticas aberrantes y oscuras que la mayoría de las personas ya rechazan, pero que se seguían practicando en nuestro país. Ahora estarán prohibidas en todo el territorio nacional.

Por todo esto, somos conscientes de que es una ley que será muy difícil no apoyar. Nadie puede defender que se maltraten animales, ni que puedan matarlos cuando ya no les hagan falta o que se abandonen dejándolos indefensos. Por eso, estos días oiremos argumentos abstractos que esconden las verdaderas razones para no estar a favor de una ley que solo pretende que no se abandonen ni se sacrifiquen animales.

Estamos seguros y seguras de que, pese a unos pequeños reductos reaccionarios, la ley de protección animal, de sacrificio cero y lucha contra el abandono saldrá adelante impulsada por la mayoría ciudadana que no acepta falsos argumentos. La sociedad empuja para que así sea y quien propone esta norma tiene un claro compromiso para lograr un cambio real en la vida de estos animales y de las personas con las que conviven.

Este es un país que apuesta por la protección animal y que rechaza el maltrato contra los animales. Y sobre todo, es un país dispuesto a convertir todo eso en ley.