Letizia recuerda a su hija Leonor con este detalle

Han sido las únicas joyas —además, de su inseparable anillo de Karen Hallam— que ha lucido la reina este martes en el desfile militar del 12 de octubre: los pendientes de Bulgari que le regalaron por el nacimiento de su hija mayor, la princesa Leonor. Hechos de oro blanco, brillantes y aguamarinas, son dos de las piezas más importantes que la reina atesora en su joyero.

Con estos pendientes, que Letizia ha dejado al descubierto recogiéndose el pelo en una coleta baja, ha querido acordarse de su hija mayor, la princesa Leonor, ausente de los actos oficiales que han tenido lugar con motivo de la celebración de la Fiesta Nacional.

Parece que ha sido decisión de la propia Casa Real que la heredera no perdiese un día de clases en el UWC Atlantic College de Gales, donde se encuentra estudiando el primer curso de bachillerato. Todo indica que la princesa de Asturias —que el próximo 31 de octubre celebrará  su 16º cumpleaños— sí que presidirá la entrega de los premios que llevan su nombre el próximo viernes 22 de octubre pues, por el momento, es la cita más relevante de la agenda oficial de Leonor.

Las joyas de Bulgari han sido el mayor exceso del estilismo que la reina ha lucido para esta importante jornada, pues para la ocasión ha elegido un sobrio y sencillo vestido. Y no, no era de Felipe Varela, diseñador en el que la reina ha confiado siempre para este día.

Se trata de un diseño de la firma española María Barragán, de color azul celeste, de manga larga y falda midi, cuello de pico y recogido en la cintura a modo de drapeado. Una elección especialmente significativa porque además de recurrir a la moda made in Spain, los talleres de María Barragán, entre Madrid y Almería, trabajan de forma tradicional y artesanal.