Letizia echa por tierra una asentada creencia popular
La reina se ha reunido con la Asociación Española Contra el Cáncer.
Media España está en alerta por temperaturas extremas esta semana y, concretamente en Madrid, este jueves pueden rozarse los 40 grados. Sin embargo, a juzgar por las imágenes de su última reunión de trabajo, parece que la reina Letizia ha decidido echarle un pulso.
La consorte ha participado en la mañana del jueves en una reunión de trabajo con la Asociación Española Contra el Cáncer y ha apostado por reciclar un vestido de Adolfo Domínguez que estrenó en 2018. Hasta ahí todo en orden, puesto que es habitual que la reina mida sus estrenos y tire de fondo de armario. La sorpresa llega al fijarse en el tejido del vestido, el tweed, asociado tradicionalmente al invierno pero que Letizia ha decidido vestir en pleno julio.
A pesar de que la falda del diseño no sobrepasa la rodilla y que es de manga corta, la reina cuenta con opciones de tejidos más frescos y recomendados para el verano. No es la primera vez que Letizia tira de tweed con el calor ya apretando.
En mayo presidió un acto en la base militar de Colmenar Viejo (Madrid), donde recicló el vestido abrigo que llevó hace más de 15 años en el bautizo de Leonor. Todavía no había llegado el verano, pero las temperaturas ya rozaban los 30 grados y no había un árbol bajo el que refugiarse.
Respecto al conjunto de este jueves, más veraniegos eran los completos que eligió para completar el look, que poco tiene que ver con el de 2018. En lugar de taconazos, Letizia ha apostado por unas alpargatas tostadas de Uterqüe y un cinturón a juego para entallar el vestido.
Además, ha lucido un bolso blanco de Furla, bastante habitual en sus looks desde que subieron las temperaturas, y el anillo de Karen Hallam que apenas se quita.