Leo Messi, el líder de una Argentina a la que solo le faltan dos partidos

‘El fútbol le debe una’ o ‘Messi no se puede retirar del fútbol sin ganar un Mundial’, son algunos de los comentarios más repetidos en los últimos meses, pero es que es el líder indiscutible de Argentina y la albiceleste está a dos partidos de alzarse con su tercera estrella.

8 años después de aquella final en Maracaná, aquel partido en el que marcó Mario Götze en la prórroga, el encuentro en el que Rodrigo Palacio tuvo en sus pies el primer gol de Argentina, aquella fatídica noche que no ha olvidado Leo Messi, el futbolista del PSG tiene opciones de conseguir la revancha.

Pese a la derrota en su estreno en el Mundial ante Arabia Saudí, Argentina ha dado la vuelta a la tortilla y ha mejorado su situación partido tras partido, eliminando por el camino a selecciones como Australia y, este viernes, a Países Bajos.

Unas victorias que se han producido alrededor del mago de Rosario. El 10 de Argentina vio un hueco donde nadie es capaz de verlo, para entregar el balón a Nahuel Molina y que el jugador del Atlético de Madrid diera ventaja a su selección.

Pero Messi volvió a asumir la responsabilidad de tirar un penalti. Tras fallar ante Polonia, no dejó escapar la oportunidad de redimirse y de aumentar la ventaja de su selección.

Todo el juego de Argentina pasa por sus botas y, tras la remontada de Países Bajos y llegar a la prórroga, fue el primer argentino en lanzar en la tanda de penaltis e indicar el camino que desembocó en la victoria, con un descomunal Emiliano ‘Dibu’ Martínez, que logró atajar dos penaltis.

A seis goles de Klose

Messi se ha convertido en el constructor de Argentina, a base de juego, calidad, pero sobre todo asistencias y goles.

El de Rosario ha marcado cuatro goles en Qatar, el décimo en 24 partidos. Un tanto que le ha igualado al argentino Gabriel Bautista como los máximos anotadores argentinos en la historia de los Mundiales.

Y ahora, pese a que el objetivo es el de alzarse con el trofeo, Messi se encuentra a tan solo seis goles del máximo anotador histórico del torneo, el alemán Miroslav Klose.

En palabras del propio 10 de Argentina el equipo “peleó” de una manera “impresionante”. “Una vez más juntos y sabiendo sufrir en la cancha. Estamos entre los cuatro mejores del mundo, vamos carajo”, aseguró en una publicación de Instagram.

Contando prórrogas y, posiblemente, largos descuentos, Messi está a 260 minutos de conseguir su sueño y no va por mal camino, con Argentina yendo de tapada pero acabando con todo el que se le cruza por el camino. Todo dependerá de su magia.