Alta tensión: claves de una legislatura en llamas
Los reyes presiden este lunes la sesión solemne de apertura de las Cortes.
Todo preparado. Llega uno de los momentos más especiales de nuestra política: la sesión solemne de las Cortes para la apertura de la XIV Legislatura. Este lunes a las 11.50 llegan los reyes a la Carrera de San Jerónimo, escoltados por el escuadrón de honor de la Guardia Real, y allí se encontrarán con el Batallón de Honores -cuatro compañías de los ejércitos de Tierra, Armada, del Aire y Guardia Civil con bandera, banda y música-.
Y diez minutos más tarde se abrirán, como solo sucede en las ocasiones más especiales, las puertas de Los Leones del Congreso. Dentro del Hemiciclo, los diputados y senadores escucharán las palabras del rey y de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet. Bajo la atenta mirada también de la reina Letizia, de la princesa de Asturias y de la infanta Sofía.
Un pomposo, diplomático y protocolario acto que dará el pistoletazo de salida a una actividad parlamentaria que apunta a todo lo contrario. Estas son las claves del inicio de una legislatura que puede acabar en cualquier momento:
Una mayoría mínima
Pedro Sánchez ya sabe lo que va a costar ganar cada votación. Lo experimentó en primera persona con su investidura, que salió por apenas dos votos. El socialista ha armado una mayoría mínima, basada principalmente en los apoyos de la moción de censura, pero que necesita del sustento de varios partidos. Cada uno con sus intereses y estrategias.
La unión de los diputados del Gobierno de coalición (PSOE y Unidas Podemos) no sirve para ganar las votaciones clave, ya que son 155 de 350 diputados. Por eso, tendrá que amarrar los apoyos de PNV, Más País, Compromís, Nueva Canarias, BNG y Teruel Existe. Y la clave: la posición de ERC. Sus parlamentarios son fundamentales y el PSOE cerró con los republicanos un pacto con una serie de compromisos. Durante estos días ya se ha visto la primera crisis a raíz de la mesa de diálogo y lo advirtió el propio Gabriel Rufián: “Sin mesa no hay legislatura”.
Otra de las grandes dudas es cómo funcionará el Gobierno. Por el momento, todo son muestras de unidad dentro del primer Ejecutivo de coalición desde la II República. Los dos socios han firmado también un documento para establecer cómo gestionar las discrepancias y el botón del adelanto electoral siempre estará en manos de Sánchez. No obstante, miembros de los dos partidos se muestran estos días sorprendidos por la cohesión encontrada y esperan acabar los cuatro años. Les está uniendo también mucho la actitud de la derecha y que no haya una mayoría alternativa posible al presidente socialista.
Una oposición durísima
Vistos los primeros compases de la oposición, ya se puede intuir una durísima oposición. Llamadas al Apocalipsis y llena de insultos -se demostró en la sesión de investidura-. Pablo Casado ha vuelto a su lado más de derechas, al rebufo de Vox en muchos temas, como ha pasado con el veto parental.
Unas Cortes Generales que tienen por primera vez a la ultraderecha campando como la tercera fuerza política (52 diputados) y hasta con un miembro de Vox en la Mesa del Congreso. Ni PP ni Cs han puesto un cordón sanitario a los de Abascal, como hacen sus homólogos en el resto de Europa.
Ciudadanos, lejos de alejarse de su postura tan a la derecha que le llevó en noviembre a un batacazo histórico -se han quedado en diez diputados-, también sigue escorado hacia su lado más duro. Inés Arrimadas se sitúa en el mismo punto que Albert Rivera. E incluso está llegando más lejos proponiendo fundirse en listas electorales con los populares en Cataluña, País Vasco y Galicia.
La clave de los presupuestos
Es la ley más importante del año y Sánchez sigue gobernando con los presupuestos aprobados por Cristóbal Montoro (PP) justo antes de la moción de censura. Su intención era tenerlos listos para junio, pero ahora sostiene, según dijo en la entrevista en TVE, antes de que termine el verano.
Una de las preocupaciones que recorre entre miembros del Ejecutivo es que el adelanto electoral en Cataluña -no está fijada la fecha y no será como mínimo hasta mayo- podría contaminar en el Parlamento la tramitación de las cuentas públicas. Todo por la presión que tendrá que soportar Esquerra de apoyar al PSOE en Madrid mientras en Barcelona Junts lo acusa de desleal y de venderse al Estado español.
Mirando a Cataluña
Cataluña vuelve a marcar buena parte del futuro del país. Sin el apoyo de ERC no es posible el Gobierno de coalición. Y los republicanos fían sus votos al desarrollo de la Mesa de Diálogo pactada con el PSOE. En este nuevo órgano bilateral se sentarán los dos gobiernos, no hay restricciones sobre los temas y sus posibles acuerdos deberán ser sometidos a una consulta entre los catalanes.
El Gobierno en un giro inesperado anunciaba el pasado jueves que se posponía esa mesa hasta que pasen las elecciones catalanas. Esto provocó una crisis con Esquerra Republicana, que se solventó en una reunión secreta en Moncloa entre Sánchez y Gabriel Rufián. Rectificación del Ejecutivo ipso facto. Y después de esta sesión solemne el presidente tiene otra cita muy importante: el jueves se ve con Torra en el Palau de la Generalitat a las 12.
Al ritmo del Consejo de Ministros
El ritmo semanal de la actividad política ha cambiado desde que arrancó el nuevo Gobierno de coalición con la decisión de Sánchez de cambiar la reunión del Consejo de Ministros a los martes (antes era los viernes). De esta manera el Ejecutivo quiere marcar la agenda política los primeros días de la semana.
Esto ha provocado fuertes críticas desde la oposición, que ha pedido cambiar las sesiones de día. Al final, la Mesa del Congreso -dominada por la izquierda- ha mantenido el esquema de los martes tarde para las admisiones a trámite, los miércoles para la sesión de control y los jueves para aprobar los proyectos del Gobierno. Lo que sí se va a permitir es que se cambien las preguntas hasta el martes a las seis de la tarde.
Lucha de portavoces
Siempre que empieza una legislatura, hay que fijarse quiénes serán los portavoces que marcarán el ritmo parlamentario. El PSOE mantiene a Adriana Lastra, ‘número dos’ del partido y que ha salido muy reforzada al ser la encargada de negociar y lograr la investidura. El PP tendrá al frente de su grupo a Cayetana Álvarez de Toledo, que pretende convertirse en el azote del Gobierno. Sin olvidar que su estilo agresivo gusta en Génova 13 pero espanta al PP más moderado.
El portavoz de Vox será Iván Espinosa de los Monteros, que se ha convertido en el rostro de la ultraderecha más habitual en la televisión y en el hombre que mueve todos los hilos del partido -casi más que Santiago Abascal-. Unidas Podemos cambia, al ser Irene Montero ahora ministra de Igualdad, y tendrá como rostro a Pablo Echenique. Mucho protagonismo tendrá Gabriel Rufián, el encargado de ERC, y también se seguirán con atención todas las palabras del portavoz del PNV. Aitor Esteban.
Las Cortes, on fire!